Mi mejor amigo me dijo que yo no era yo sin él, entonces le disparé y lo arrojé al río, los días pasan, y una mansión se hacía un lugar demasiado grande para una sola persona, extrañaba su presencia, realmente tenía razón, él era el único que fue capaz de ver más allá, de ver en mi lo que nadie veía, sabía a la perfección que yo era capaz de muchas cosas, que no era el simple chico tímido que salía con sus acertijos raro y solo terminaba de espantar a la gente, a pesar de todo él me amaba.
Así fue como comencé a consumir una droga, que me hacía alucinar, a tal nivel que incluso podía verlo, oírlo, hablar con él, me aconsejaba, a veces me era de ayuda, era todo tan real, como si jamás hubiera muerto, seguía estando aquí, en su hogar, junto a mi, pero otras veces me atormentaba, recordando lo que hice, lo que tuve que hacer, él no me dejó más opciones, pero aún así lo extrañaba demasiado, fue una noche de insomnio, en que esto tomaba otro camino, me sentía solo, atormentado porque aún no era nadie para estar ciudad, solo era cosa de nombrar al Pingüino, Fish Mooney, Theo Galavan y sobretodo ese Jerome, que todos recordaban, y yo... quien había cometido un asesinato cada mes, seguía siendo nada, él tenía razón, no era nada sin él, pero también tenía las respuestas así que consumí otra de esas pastillas, fue cuando apareció a los pies de mi cama parado, me miró con esa maldita sonrisa coqueta que solo él tiene y me cuestionó por que lo llamaba a estas horas
—¿me llamabas querido?— cuestionó, yo sonreí porque no tardó en aparecer
—con que ahí estas— respondí, pensando en que manera preguntar que hacer, sin que me recuerde que lo maté, que nunca seré alguien en esta ciudad sin él y seguir atormentándome con todo eso, pero el no darle una respuesta rápida cambio su actuar
—al parecer solo necesitas compañía nocturna— dijo con algo de sátira, pero en realidad hablaba en serio, comenzó a gatear por la cama hasta dónde estaba yo, lo que tenía sentido, ya que la razón de matarlo fue saber que estaba enamorado de mi, ahora estaba su cuerpo sobre el mío, o más bien así me lo estaba imaginando, me quedé paralizado, por el hecho que se sentía real, que provocaba en mi reacciones que antes no había experimentado, comencé a sentir calor en mi cuerpo, cerré los ojos sabía que mi imaginación estaba yendo demasiado lejos, cuando los abrí, seguía con la imagen de él subido encima mío, a centímetros de plantar un beso en mis labios.
—¡desaparece!— grité frustrado, pero el sonrió sobre mi desesperación
—la única razón que estoy aquí es porque tú lo quieres—respondió, jaló del cuello de mi pijamas, y plantó un beso, otra vez cerré los ojos, avergonzado de lo que estaba sintiendo y continué, ese calor que sentía al comienzo se hacía más intenso, que comencé a tener una erección, abrí los ojos, y vi como Oswald se comenzaba a desvestir, por alguna razón, también me quité la parte superior de mi remera, sentía como él acariciaba mi cuerpo, no entendía como era todo tan real, pero lo estaba disfrutando, y sentía que quería más, así que decidí por dejar de cuestionar, lo que estaba ocurriendo, para seguir deleitándome de todo lo que Cobblepot hacía, vi como se montó encima, lograba sentir su miembro también erecto rozando el mío, ese tacto, se sentía tan bien, pero yo deseaba más, quería entrar en él, nunca imaginé que mi curiosidad pudiera ser más fuerte que mi racionalidad, pero aquí la única verdad es que deseaba más que nunca a mi mejor amigo muerto...
Finalmente sentía que podía penetrarlo, y cada vez lo hacía con más intensidad, comenzaba a sudar, me mordía el labio, sentía que no podía más, pero la voz de Penguin resonaba en mi mente diciendo que no me detuviera, entonces intentaba ir a un ritmo más fuerte, estaba fuera de mi, esta situación tomaba posesión de mi, pero no importaba, yo solo gozaba de la compatibilidad que existía entre nosotros, lo que me hacía llegar al Climax de esto, cerré los ojos otra vez, hasta que sentí la humedad del semen, derramarse, empapando mi mano, al abrirlos, Oswald ya no estaba, nunca estuvo, no fui más que yo mismo, entregando un poco de auto placer, pero todo se sintió tan real, malditas alucinaciones, me tuve que levantar a para limpiar el desastre que dejé, mientras reflexionaba sobre la soledad que me rodeaba, no podía negar que daría lo que fuera por una noche con Oswald, pero él ya no estaba, yo lo maté, así es como son las cosas ahora, soy un individuo que no necesito de nadie más, para lograr ser el más reconocido villano de Gotham, después de todo el amor no es más que una condena, y matar a mis amores, es la mejor forma de liberarme, había que eliminar todo lo que se pueda convertir en una debilidad.
ESTÁS LEYENDO
He's fierce in my dreams
FanfictionCuando la vida entera se vuelve un acertijo, dónde tus únicos compañeros son las reflexiones, La soledad y los delirios, siendo esto último lo que comienza a atormentar a Ed, con las apariciones de su mejor amigo Oswald.