Nice to see you again.

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Han pasado días, desde que dejé de tomar esa droga que me llevaba a ti, a veces creo que fue lo mejor, otras veces, anhelo más que nunca tenerte nuevamente como mi mentor aunque ya aprendí a hacer las cosas por mi, a mi modo, de paso ya he creado mi propio nombre,  la mayoría en esta ciudad te ha olvidado, debo confesar que yo aún no puedo hacerlo, la verdad es que muero por volver a sentir tenemos sexo ¿era necesario matarte para darme cuenta que te amo?.

Cerraba los ojos, forzando a mi mente a imaginarte, ayudaba algo, me llenaba de placer mientras que Barbara me hacía sexo oral,  pero en el fondo sabía que no eras tú, entonces todo se sentía tan vacío nuevamente, ella se detuvo buscando que yo pusiera de mi parte, pero me sentía tan poco motivado con ella, era raro pensar que tal vez soy el único en no desear a una chica tan apuesta como Barbara Queen, pero efectivamente deseaba con todos mis sentidos que fuera Oswald, aunque él estaba muerto, eso era imposible.

Estaba seriamente en volver a tomar esa droga que me hacía imaginar su presencia de un modo tan real

—Joder Ed, eres tan aburrido, incluso más de lo que era Jim— bufó Barbara, quién dejaba de intentar algo más, yo la miré sin decir nada, ella solamente tomó su teléfono y comenzó a llamar a Tabitha, cogió su ropa, y salió de mi cuarto ya teniendo una cita con su guapa amante, obviamente no se quedaría con las ganas, admito que sentí envidia,el solo hecho de pensar que si Oswald estuviera vivo lo hubiera llamado para terminar esto que comencé,  lo necesitaba, realmente lo necesitaba, recordé que una vez se me dieron vuelta las drogas en la cajonera del velador, rápidamente miré por si quedaba una, y para mi suerte la había, la tomé, me detuve a pensar ¿he estado meses sin esto, de verdad tengo que volver a él? , quise no hacerlo, pero el deseo era más grande, aún estaba semi erecto luego de la mamada de Barbara, por lo cual tenía ganas de acabar ese deseo de lujuria que ya quedó en mi, así que me la tomé, pasaron unos segundos, hasta que sentí su voz

—Creí que no me volverías a llamar— debo admitir que sonreí en cuanto lo vi, estaba feliz de tener la imagen de él con su piel pálida, sus hermosos ojos con sus pestañas largas mirándome de manera coqueta, sosteniendo esa hermosa sonrisa que tanto extrañaba, se me hacía tan atractivo, incluso más que Barbara, ¡Diablos! en serio me tiene mal. 

—te extraño, te necesito, te deseo— fueron las tres cosas que dije, entonces sin más rodeos él caminó hasta dónde yo estaba solamente con la sudadera blanca, mis lentes, y calcetines se dirigió directamente a mi entrepierna, para terminar lo que había empezado con Barbara, rápidamente mi miembro tomó toda la firmeza, empecé a sentir calor, era algo interno, que me consumía, que desee entrar en Oswald estaba acostado, mientras él se colocaba encima mío, moviéndose de esa manera  tan excitante, que comencé a disfrutar, jadeaba mientras lo penetraba, la intensidad cada vez era más fuerte, estaba disfrutando de esto, realmente solo Cobblepot hacía despertar en mi, tantas emociones, solo él, nadie más

—ohh si Oswald— susurré, fue entonces cuando escucho la tos femenina, abro los ojos los golpe, mi querido Ozzie, ya no estaba,  miré a la puerta estaba Barbara apoyada, con cara de sorprendida y asqueada a la vez, sentí demasiada vergüenza, de seguro mi rostro estaba tan rojo como la sangre, no quería seguir  mirando a la mujer que estuve a punto de follar, pero no lo hice porque preferí masturbarme pensando en mi mejor amigo, ¡Bien Ed! sonaba como un completo perdedor.

  —¿Oswald, en serio Ed? — cuestionó, yo me mordí un labio, y fruncí el ceño pensando en que decir, pero no sabía, no tenía idea ni de que hacer, solté un suspiro y respondí lo primero que se me vino a la mente

  —Barbara, no es lo que tu crees— exclamé

—¿en serio te masturbas pensando en Oswald?— cuestionó sin quitar ese rostro de asco, yo ya no sabía que más hacer para zafar de esta, no quedó más que aceptar 

—bien, admito que luego de matarlo me di cuenta que sentía algo por él, pero es cosa de tiempo, ya pasará— exclamé, quizás dando la peor respuesta de mi vida, sobretodo a alguien como Barbie

—ya pasaron ocho meses desde que lo mataste— debatió, en eso se escucha el timbre, la rubia sonrió —esa debe ser Tabitha... venía a avisar que ella iba a venir, si gustas, te puedes unir, aunque ninguna de las dos seamos tu querido Ozzie...— bufó con ese tono sarcástico tan particular en ella, salió a abrir la puerta de la mansión, mientras que yo me seguía sintiendo como un idiota, a pesar de la propuesta  de Barbie, ya no podía hacer más que dormir, e intentar olvidar ese vergonzoso momento, sin embargo después de esto me quedó claro que no debería volver a hacerlo, ahora si era el adiós definitivo a Oswald.

***

Cuando desperté a la mañana siguiente bajé, la mansión de Barbara estaba vacía, ni rastros de ella, ni de Tabitha, fue entonces que encontré una carta con un acertijo, no se que clase de imitador barato hacía esto, sobretodo conmigo,  pero me citaban en los galpones de carga que estaban cerca del muelle, le marqué a Barbara, Tabitha, incluso a Butch, quien tampoco contestó, ya eso me preocupó, quizás estaban en peligro, fui hasta el lugar, y no había nadie, miré el lugar en caso de que encontrara otra pistas

—¡Barbara!— llamé mientras caminaba, analizando el lugar, volví a gritar el nombre de ella cuando de pronto escucho la voz  de Oswald repetir lo mismo en un tono burlesco, me volteo, y lo veo, sonreí, no necesitaba la droga para tenerlo en frente mío, pensé que tal vez efecto de mis alucinaciones, yo mismo planeé esto, como esa vez que maté a Krsiten, y me escondí el cuerpo, como resultado tuve que averiguar mis propios acertijos, sonreí de alivio y corrí a abrazar a Oswald, Se sentía tan real, pero él no lucía contento, como en mis recuerdo, me alejé ahora si que no entendía nada ¿estaba soñando otra vez con él?     

—Nygma... tanto tiempo sin vernos, viejo amigo— exclamó 

—nos vimos anoche, tuvimos sexo— exclamé, su cara de no entender me confirmaba que no era mi alucinación, entonces era un sueño, o algo que no se si era mejor o peor, el odio en que me miraba, comenzaba a darle un sentido, ¡estaba vivo! ¿como es posible? yo lo maté, yo lo empujé al río, me alejé sin creer, en lo que estaba viendo, cuando a mi espalda choqué con dos tipos vestidos raros, una chica con un traje negro, mientras el otro era el hombre de hielo, recuerdo quienes son, ellos estaban en indian hill... y ahora ambos me apuntaban, con la opción de morir quemado, o congelado, nunca había sentido tanto miedo como ahora, fue tan solo una señal, de Oswald afirmando, para sentir un fuerte golpe en la cabeza y no recordar más .....  

He's fierce in my dreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora