Simple causa del destino.

Capítulo 1: Un corazón roto.

Me levanté de la cama con los ojos un tanto hinchados por dormir tanto, tenía mi celular al lado, lo levanté y vi mi última llamada, era Amber, mi mejor amiga. Ella es una chica de ojos color café, cabello marrón claro, su piel es de un color blanco europeo, tiene la estatura promedio y una voz muy dulce, nos conocemos desde preescolar, igual que a Brittany; ella es una chica rubia con ojos azules, estatura igual a la de Amber y piel blanca, ambas son muy hermosas, ambas son personas excelentes.

Cogí el teléfono y marqué velozmente la contraseña, vi mi fondo de pantalla por un instante, eran dos chicos besándose, de color blanco y negro <<Joder, necesito uno así>> pensé; fui a las llamadas y seleccioné a Amber, la llamada repicó unas dos veces hasta que atendió.

-Hola, bello- Me dijo en tono gracioso, se notaba que se acababa de despertar.

-Hola, bebé- Dije divertido.

-¿Qué tienes planeado para hoy?- Dijo pícara.

-¿Planes? Supongo que solamente morir solo- Dije suspirando.

-Venga no seas pesado, ya te dije que te calmes- Me reprochó.

-Tengo diecisiete años y un corazón roto- Contesté desilusionado.

-Y yo tengo tu misma edad y soy una chica feliz- Pude sentir una sonrisa en su rostro.

-Yo no- Bufé

-De eso me encargo yo, ¿quieres salir esta noche?- Me preguntó desesperada.

-Como quieras- dije ya un poco molesto.

-Vale, te busco a las ocho, ¿te parece?- Si no la conociera diría que me quisiera violar.

-Está bien Ambie, está bien- Le contesté malhumorado.

-Vale, guárdate las garras tigre- Me dijo irónica y colgó.

Joder, ahora tenía que vestirme y arreglarme para poder salir en la noche, quería pasar un día tranquilo en casa, quizá dormir un poco más, pero ahora tenía que ir a quién sabe dónde. Amber casi nunca te dice a donde vas a ir, sólo te lleva y listo <<Tengo que ponerme algo neutral que no sea ni muy elegante ni muy casual>> pensé mientras le echaba un vistazo a mi armario <<Perfecto, simplemente perfecto>> se me iluminó el rostro mientras cogía una camisa a cuadros de color gris con sus respectivas figuras color negro, un pantalón de el mismo color que el adorno de mi prenda y unos zapatos Vans color gris claro.

Dejé la ropa sobre mi cama y me dirigí a la cocina a almorzar algo (puesto que eran las 2 de la tarde), me preparé un sándwich de jamón y queso mientras caminaba lentamente por la sala, me asomé por la ventana y admiré la vista de Sheepshead Bay, como todos los días hacía, encendí la televisión y coloqué el canal Warner para ver Sherlock Holmes, vi la película hasta que se acabara y al ver que eran las cuatro y media la apagué rápidamente.

Me levanté para ir a tomar un baño y me fui desvistiendo en el camino, realmente sólo me debía quitar el bóxer porque estaba durmiendo sin camisa ni calcetines, así que lo bajé y lancé hacia el suelo de mi habitación, caminé hasta la ducha y la abrí, haciendo que un chorro de agua fría cayera sobre mi; cerré la puerta de ésta mientras el agua se calentaba rápidamente sobre mi piel. Estuve pensando un rato sobre las posibilidades de conseguir a un chico, en ese momento debido a mi depresión por mis anteriores romances era casi imposible, volví a la realidad, cogí el jabón y me lo pasé por todo el cuerpo, luego tomé el envase de champú y lo destape echando un poco sobre mi cabello, dejé que el agua se los llevara y giré la perilla para cerrar la regadera.

Salí agarrando la toalla que estaba colgada en el asa de la puerta de la ducha y me sequé todo el cuerpo, luego la enrollé en mi cintura y me dirigí a mi habitación, me coloqué la ropa que ya estaba sobre la cama y fui a cepillarme los dientes, peinarme y echarme algo de desodorante y perfume, cogí mi celular, el cual había dejado cargando en la repisa de mi recámara y me senté en el sofá con la televisión encendida; esperé hasta que Amber me llamara y al escuchar su tono atendí y pregunté:

-¿Ya vienes?-

-Sí, príncipe azul, ya estoy afuera- Dijo riendo.

-Vale, voy saliendo- Dije sin expresiones y colgué.

Me dirigí hacia la puerta y tomé las llaves de una vajilla de vidrio que había colocado sobre una mesita muy cerca de la entrada y la abrí, la cerré con la llave y caminé hasta el coche de Amber, ésta estaba junto a Brittany, fui hacia éste, hice un gesto de saludo con la mano y abrí la puerta.

-¿Listo?- Me dijo la peli-marrón.

-¿Para qué?- Pregunté un tanto confundido.

-Para la diversión- Contestó esbozando una sonrisa y haciendo que la rubia soltara una carcajada.

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Holaaaa, soy Simón, esta es la segunda novela que escribo, la otra no la he terminado pero decidí iniciar ésta porque entre las dos se resuelven las dudas y se aclaran muchas cosas. Gracias por leer y no olviden votar y comentar. Muchas gracias a todos, los quiero :D.

PS: Subiré capítulo todos los jueves (sé que hoy es viernes, pero es que ayer estuve muy ocupado escribiendo un capítulo de "Algo más" y no pude subirlo.)