capítulo 7

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Sing to the moon

      El señor viento tocaba sus cabellos, acariciaba su rostro y llenaba de tranquilidad su cuerpo, podía sentir el amor de aquel viejo y la luz de su dulce madre envolverle. Sehun tan amado y protegido siempre fue fiel, tan puro y amoroso vivió su día a día, aprendió a proteger a todo ser y dar todo de sí.

        Su pureza fue arrancada el día en que salvó al lobo de pelaje tan rubio como él poseía, pensamientos nunca antes tenidos cambiaron su ser, lujuria y poseividad abundaban en su mente. Ese lobo era lo más hermoso que había visto y lo quería, lo deseaba... Lo necesitaba suyo.

      El señor viendo le dio su aprobación, trató de cubrir en protección con sus brazos a su amado pero aún después de la gran inundación no se atrevió a acercarse al lobo, aún con los susurros y motivaciones de su madre sehun no tenía fuerza para acercarse a luhan. Trató de callar la necedad del viejo pero el señor viento no era tan paciente con él, con ráfagas violentas le regañaba por no ser capaz de hablar con luhan, su pareja. Sabía que el destino lo había puesto es sus brazos pero aquel hermoso ser no podía ser real, se veía como una perfecta ilusión de belleza, le hacía aullar y enloquecer.

       Sehun se encontraba perdido en los luceros de aquel espejismo, ese lobo tan lleno de tan rica belleza ¡Oh madre! Cuan grande es tu amor al darme tan perfecto ser, aquel hombre de cabellos rubios era luz. Sus labios rosados eran una invitación de sabores, su piel eran sensaciones excitantes pero su voz era un sin fin de suspiros. Luhan era tan puro y a pesar de sentir que devoraba al hombre con sus ojos, éste le sonreía tan amable y bondad inagotable.

    Sus manos como ráfagas sutiles acariciaron los cabellos rubios, esos cabellos tan brillantes como el sol y veía aquellos dulces ojos cerrarse para permitir disfrutar la caricia, era perfecto tocarle sin ni siquiera usar sus manos.

       Bajo el manto negro del cielo se escuchó el cruel deseo de los hijos del Sol, con armas quemando como fuego atacaron ¡seres asquerosos! Tan llenos de codicia ¿porque no les dejaban tranquilos?, pudo sentir el miedo de su madre y el enojo del señor viento. Como chispa en polvora, estalló la ira de los hijos del Sol al verles libres en su forma lobuna. Pudo sentir el miedo de su puro destino y el clamor del corazón de su amado, Caminó y se colocó sin ningún temor, acaparó todo el aire en sus pulmones y con la mano de viento palmando su espalda, botó el aire en fuertes ráfagas. Los hijos del Sol impactados y llenos de temor corrieron, ellos no sabían de valentía y esa carencia era lo que les hacía débiles.

       Aquella noche fue perfumada por inseguridad por algunos lobos en su manada, aquel oscuro y frío olor abrazaba a luhan, apagando la luz que le rodeaba y con un mar en sus ojos se quebró, doliendo por verle llorar. Recordó tantas palabras de aliento por su madre y el señor viento, con el amor en finas luces de la luna caminó, ignoró la impaciencia del viento y con tranquilidad hizo sonar sus cuerdas para callar el retumbó lleno de temor en luhan.

-no quiero volver. Gemía en lágrimas su amor de cabellos rubios.

-nunca volverás, eres mío. La valentía se impuso.

        Sólo dos líneas de diálogo fueron suficientes para calmar la tormenta, la belleza a tal cercanía fue peligrosa y tan mortífera, sin duda alguna fue atraído a una trampa. Calló y besó sin ningúna barrera, los hipnóticos luceros se conectaron con la lujuria de sus ojos, sus dedos acariciaron los finos cabellos rubios y su corazón primera vez completo latió fiero. Él alimento de vida les hizo separarse y respirar, se vieron mutuamente, tan llenos de infinita seguridad... Amor tan puro.

       Atrapando a su puro amor entre sus brazos, no dejó caer a luhan en la oscuridad y en finas melodías le juró amor, bajo la suave y blanca luz de la luna hizo su promesa; amaría con tanta fidelidad y deseo. Su amado no le rechazó y se acunó en sus brazos, tocando la más hermosa canción son sus palabras de amor hacia su ser, tan puro, hermoso y perfecto.

       Al presentarse el claro manto en el cielo no hubo rastro de lo sucedido en la pasada noche, se olvidó pero se vieron en la obligación de irse de su ubicación, buscando un lugar tan seguro como los brazos de su blanca madre. Nunca perdiendo el dulce tacto de la fina piel de su amado, Sehun se sintió lleno de paz, la estabilidad y un ser completo que nunca tuvo. No se quería ir de la brillante vida de su amado, tan hermoso como la vida y llena de colores como en una mariposa, el amor era tan real en su pecho como su existencia en la vida.

    Atrapame al caer, no me dejes, la vida contigo es vivir en el mismo Edén, tu amor finas melodías del corazón, aquí estoy para ti... Frases que reposaban en el alma de sehun, como sueños repetitivos quedaban en sus pensamientos. Todo era tan confuso y hermoso, tan sin sentido y razonable al ver los ojos brillantes de luhan; perdido en palabras sin sentido amo los parpadeos... Estaba volviéndose con dulzura loco, todo por amor.

         Su camino les llevó a frondoso bosque, tan inmaculado y carente del olor asqueroso de los hijos del Sol, el Alfa lo proclamó como su nuevo hogar y con el uso de sus manos se dieron pasó a construir un refugio. Su alrededor era hermoso, tan lleno de vida y merecedor de tener presente la belleza de su amado. Su dedicación, esfuerzo, amor.. se probaron en la choza que sus manos construyeron para luhan y él, dejando en claro que era su pareja y que desde ese día sólo él dormiría cerca de él.

       Nadie dijo nada pero las mejillas de luhan teñidas de un bello rosa lo dijeron todo, se dejó envolver por la ternura que demostró el de rubios cabellos y con recelo lo llevó a su choza, jurando en su mente trabajar más y darle un lugar más adecuado a su amado.

Sing to the moon (exo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora