Me levanto del pequeño banco negro del piano, bajo la tapa y las teclas ya no están a la vista. Camino tranquila hasta la puerta y justo cuando estoy al frente de la puerta vuelven a tocar.
- Ya voy, ya voy! –digo y abro la puerta. Mi corazón de la nada late más rápido, mis manos sudan y me mareo.- Que rayos!? – Digo sin aliento.
- Buenos Días Señorita! –No contesto solo veo el enorme ramo de flores que tiene en las manos.- Um… le traigo esto… cree que me pueda dejar pasar para ponerlo en algún lugar? Está pesado. –Registro lentamente lo que me ha dicho y finalmente me muevo para que pase-.
Se nota aliviado cuando lo deja en la mesilla de la sala. Me pide firmar algo, le doy propina y se va. Mi corazón late rápido. Veo la tarjeta en el enorme ramo de rosas rojas y blancas. Estoy en negación, no veré la nota.
Tomo mi celular y subo las pequeñas escalerillas hacia mi habitación. Me siento en la cama. Me duele la cabeza pero ya me he tomado una pastilla hace media hora. Mis manos siguen temblando y decido meterme a bañar para distraerme.
Tardo una hora o más en la bañera. No quiero salir realmente, no si el ramo sigue ahí. Cuando finalmente salgo me envuelvo en una toalla mi celular suena.
Número Desconocido.
Mierda.
Tomo el celular en mis dos manos y contesto.
- Bueno?
- Bastante –Es la voz de Nick. Mi corazón se tranquiliza un poco.
- Mierda Nick, me has asustado! Que quieres y por que no me has llamado desde tu celular!!? –Ríe.
- Solo checar si más tarde paso a tu departamento por lo del caso del niño de los Solokov, o si vienes a mi consultorio…? y… se descargó mi celular.
- Ven a mi departamento mejor… en media hora, si?
- Claro! Hasta entonces –cuelgo.
Me pongo ropa interior y me cubro con una bata de seda. Tengo aún media hora para que llegue Nick. Creo que ya no estoy tan nerviosa. Pero no creo estar lista para leer la nota del ramo.
Que no sea de él. Que no sea de él.
“Hey Butler! Feliz casi cumpleaños! Quería que tu primer regalo fuera el mío. Espero te guste linda. Nos vemos pronto ;)
Austin Wells”
Me están jodiendo? Tanto nervio para que fuera de Austin? Me estoy comportando como una verdadera idiota. Sonrío. No hay de que preocuparse.
Seguro aquel recado fue solo una broma o una manera de hacerme recordar que aún no lo olvido, pero continuaré como si nada y ahora que me acuerdo. Mañana es mi cumpleaños número 25. Creo que me quedaré sola. Bueno y con Pushy, el cachorrito que Justin me regaló la única navidad que pasamos juntos. Pushy ya está muy grande y claro que es un recuerdo doloroso pero no lo podía dejar con ese inútil.
Han pasado 20 minutos desde que Nick llamó y corro a ponerme unos jeans y una blusa de manga larga. Ha empezado de nuevo el frío. 5 minutos después Nick está en mi puerta con una docena de donas Krispy Kream. Dios lo bendiga.
Una hora después y ya hemos terminado de acordar las citas del niño. Nos hemos comido media docena de donas y ahora estamos viendo Two and a Half Man. Austin viene en camino. Si, no hay como regresar a la realidad con dos de tus mejores amigos apoyándote.
Tocan el timbre y se que es Austin así que corro hacia la puerta por que se desespera muy fácilmente. Cuando abro está con un sobre en las manos y tiene el ceño fruncido. Levanta los hombros y me lo entrega.
- Estaba en el suelo. –hace una mueca. –Traje Nieve, se que hace frio pero el helado es lo mejor! –dice sonriente.
- Si que lo es –afirmo.- y muchas gracias por las rosas, están hermosas!
- De que hablas Butler? –ruedo los ojos-.
- Como que de que hablo? Del enorme ramo de rosas que están a tu izquierda!
- Um.. Siento decirte que ese ramo no lo mandé yo. –Se me sale el corazón y puedo sentir como regresa el dolor de cabeza.
Entonces quien lo mandó?
Abro el sobre y solo tiene unas cuantas palabras en tamaño grande.
“Se que no me has olvidado”
Maldito seas, Justin Bieber.
