Capítulo 4: "Primera Misión. El poder" Parte2/2

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Retiro el cigarro de mis labios expiro todo el humo que introduje en mis pulmones y lanzando el cigarro al suelo atravieso la humareda que expulsé.

Con una mirada directa a Yekay abre la oxidada puerta y nos dirigimos al ascensor que nos lleva al hangar.

-Han pasado veintisiete minutos, toca esperar un poco - Digo a mi acompañante mientras miro las puertas del ascensor, se abren. - ¿Qué tenías que decirme la otra noche?

-Nada, déjalo, no era nada importante...

-No consigues el teléfono de alguien que acabas de conocer, y la llamas diciendo de veros por "nada".

-Ya, pero de todas formas ahora no tiene importancia.

-De todas for...

*Suena una alarma*

Indica que han llegado los deslizadores.

Vemos como entran en el hangar, tienen cada uno una numeración desde el siete hasta el dieciséis.

En el sobre de nuestra misión hay pone el número 15 en blanco rodeado de un círculo negro, ahora entiendo a que se refería.

Nos acercamos a nuestra nave:

-Deben entregar el sobre antes de ponernos en movimiento.

Yekay se lo entrega mientras yo cojo asiento cerca de la puerta, un par de minutos después empezamos el trayecto.

-¿Tienes algún plan? -Dice ella con un poco de preocupación en el rostro.

-No -Digo seco, tajante, pero sincero.

-Pues vamos bien...

-No se me da bien hacer planes, y menos aún llevarlos a cabo, lo que te diga al momento y todo saldrá bien.

-Creo que lo más difícil de la misión será hacerte caso -Dice en tono amistoso y humorístico para relajar el ambiente.

*Nos reímos los dos* espero que por lo menos su risa será sincera...

Después de una hora de viaje el deslizador se detiene y la puerta se abre.

Me llevando con las piernas cansadas y salto, un metro veinte o así, consigo mantener el equilibrio y no golpearme la cabeza de la caída, no entiendo porque nunca descienden cuando están fuera del hangar...

-¡Cuidado! -escucho un grito desde arriba, acto seguido dos maletas de 15 kilos golpean mi cabeza... -¡Te avisé!

Salta del deslizador y caer al lado de las maletas. Mientras que recoge una maleta y se la coloca me acercó al vehículo, con una mano en la cabeza, golpeó tres veces el metal de la parte de abajo, me retiro y vemos como se aleja.

-¿Sabes lo que hay en las mochilas? -Dicho rápidamente antes de que empieze ha andar.

-La verdad es que no...

-Deberíamos revisarlo entonces ¿no crees?

Diario De Un Viajero De Recuerdos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora