6. ¿Qué eres?

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Después de varios minutos hablando los cuatro, Harry arrastró a Louis hacia los sillones del gran salón donde se celebrara su cumpleaños.

- Ahora en serio Louis, ¿qué eres? - preguntó el rizado.

- ¿A qué te refieres...? - preguntó Louis desviando la mirada de la penetrante del monarca.

- Eres demasiado bello para ser real - susurró Harry sonriendo al ver las mejillas del mayor teñirse de rosa. Louis rodó los ojos bajando la mirada sin hacer contacto visual de nuevo-. ¿Sabes qué? El otro día casi podría haber jurado que habías hecho parar la lluvia.

Una suave carcajada salió de entre los labios de Harry mientras se abochornaba de sus propios pensamientos infantiles. Escuchó a Louis reír en bajo sin fuerza durante unos cortos segundos. Cuando Harry se calmó vio el rostro compungido del mayor.

- Solo era una broma Louis - trato de tranquilizar al más bajo, pero no funcionó. La mirada azul huidiza y los labios apretados hicieron que Harry se alterase empezando a parlotear sin ton ni son-. No creo que seas un brujo, si así lo fueses no me habrías dejado volver a salvo a palacio.

Louis sonrió mordiéndose los labios.

- En eso supongo que tienes razón... - dijo Louis sin que la sonrisa le llegase a los labios-. No sabía que creyeses en brujos Harold.

- No, no creo, supongo que tiempos atrás pudieron llegarse a confundir con sabios con cualidades especiales para el ilusionismo- explicó Harry mirando fijamente a Louis mientras este miraba a su alrededor.

- ¿Y los Dioses? ¿Crees en ellos? - preguntó en bajo Louis.

- Sí, aunque no creo que sean tal cual nosotros creemos. No veo porque todos tienen que ser tan despiadados o tan alegres. No todo es blanco o negro - Louis asintió ante las palabras del joven monarca.

- Concuerdo contigo en eso Harold, los Dioses son criaturas celestiales, encasillarlos en un rasgo único de personalidad les debe de enfurecer - dijo sonriendo Louis. Una sonrisa que no llegó a sus ojos. Harry lo notó.

- ¿Pasa algo Lou? - dijo preocupado sentándose más cerca del castaño. Ambos estaban en la zona más apartada del salón, ningún invitado podía escuchar su conversación aún así Harry bajó la voz.

El silencio reinó entre los dos durante varios minutos. Harry no entendía el cambio de actitud del hombre delante de él.

- ¿Por qué a mi no me hablas de usted y a mi padre si? - preguntó Harry intentando desviar la conversación para que Louis volviese a sonreír.

Un suspiro lo hizo volver a levantar la mirada hacia el de ojos azules. Su piel estaba más blanca de lo habitual.

- Creo que mereces saber la verdad Harry de los Styles de Chesire... - trató de bromear, pero su serio rostro hizo que al monarca se le pusiesen los pelos de punta y su corazón palpitase de forma precipitada.

- ¿Ahora es cuando me dices que estás casado y tienes mujer e hijos? - preguntó a la defensiva el rey.

Louis se apresuró a desmentir esa tonta suposición mientras rodaba los ojos por décima vez en la conversación.

- Por si no lo notaste mi familia se basa en 28 lobos, los cuales cuido desde que son cachorros y a sus padres también los cuidé.

La cabeza de Harry empezó a doler al tratar de entender como Louis con lo joven que parecía había cuidado ya de dos generaciones de la misma manada de lobos.

- ¿Cuánto vive un lobo? - preguntó el monarca tratando de hacer los cálculos.

- Unos ocho años - respondió con rapidez Louis sabiendo que su acompañante estaba echando cuentas. El rostro de Harry se contrajo sin entender del todo lo que estaba pasando.

- ¿Cuántos años tienes...?

- Veintiuno, empecé a cuidarlos de niño.

La mano de Louis repasó varias veces su pelo desordenándolo. Harry tragó saliva con dificultad por el nudo que crecía en su garganta.

- ¿Has tenido pareja Harold? - preguntó Louis intentando cambiar de tema.

- ¿De dónde eres? - demandó el más joven.

- De aquí, llevo toda mi vida viviendo aquí, en el bosque.

- ¿Tú solo? - preguntó Harry. Louis se encogió de hombros asintiendo-. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que no sepas que nunca nadie ha llegado a conquistarme? ¿Si siempre has vivido aquí como es que nunca vimos a los lobos? Cazo todos las semanas en ese bosque.

Louis miró hacia fuera y de pronto empezó a escucharse un viento fuerte, casi huracanado, el cual paró de la misma forma que empezó, en cuanto los ojos azules dejaron de mirar. El corazón de Harry se saltó varios latidos dejándose caer en la butaca que tenía detrás.

- Protejo a mi manada de los intrusos del bosque, la cuido de los forasteros que puedan dañarla - sentenció Louis con la voz más ronca de lo habitual. Un trueno sonó a lo lejos cuando los puños de Louis se apretaron. El cielo se empezó a cubrir de nubes oscuras.

- ¿Qué eres Louis? Por favor - imploró Harry-, dímelo.

Louis lo miró a los ojos durante varios segundos. Harry lo veía, veía la tormenta formarse en sus iris, veía el color azul cambiando suavemente a uno grisáceo.

- Soy Louis... hijo de Taranis y Esus.

El silencio invadió de nuevo a los dos jóvenes antes de Harry lo cortase con un susurro.

- ¿E... Esus el Dios de los bosques...y Taranis Dios del trueno, de la tormenta y el cielo? Dos dioses... dos hombres... tú eres...

- Un Dios menor, pero todos me llaman Louis - dijo suavemente mirando al joven monarca dar varios pasos hacia atrás.

- ¿Es... es una broma...? ¿Dos dioses, tú...?

- No es una broma Harry - dijo Louis suspirando y hablando con seriedad-. Soy Louis, hijo de Taranis y Esus, dioses ambos, ambos hombres, ambos mis padres. Por si te interesa yo también soy gay - bufó Louis.

- Eres... eres un- Harry se apartó tartamudeando- Dios...

Louis se limitó a asentir mientras susurraba 'Dios menor...'

Sumo monarca ~ Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora