Fifty Lights of Grey

CAPITULO III

Cuando entró papá a la habitación supe que era hora salir. Iba hecho una fiera. Normalmente papá y mamá nunca pelean, además siempre toman las decisiones  juntos.
Ellos son las dos personas que más amo en el mundo, y mi padre es el mejor, pero aun así sigo muy enfadad con él. ¿Por quién me toma? ¿Una loca irresponsable? Tal vez después de todo lo que recuerdo si tenga unos cuantos argumentos para desconfiar.

Se escucha en la habitación cómo alza su tono de voz, pero va disminuyendo.
Pasan algunos minutos y veo que todo está en calma así que decido entrar.

Wow allá vamos Phoebe-pienso

Veo a mamá abrazando a Ted al igual que papá, yo me acerco rápidamente apartando a mis padres y le plantó un fuerte y con muy cariñoso abrazo.

- Tranquila, enana, vas a terminar de matarme - dice mi hermano ante mi demostración  de afecto. Es cierto nunca le abrazo así, pero hoy nos ha asustado mucho.

- ¿Estás loco, Ted? ¿Cómo se te ocurre hacer esto? Voy a quemarte tu maldita licencia ¿Sabes lo ocupada que soy como para siquiera planear tú funeral? - sé qué tal vez mí comentario se ha pasado, pero oigan, al menos le saqué una sonrisa a Teddy.

- Phoebe, por dios, eso ni siquiera es para ser pensado-Dice mi madre con una cara de pánico idéntica a la de mi padre.

Vaya, enrealidad las cosas si están tensas.

- Era una broma mamá - Pongo los ojos en blanco
-Señorita, nada de esos ojos, además creo que es una muy mala hora para hacer bromas - Dice mi padre aún tenso, pero un poco menos que antes.

- Llamaré a la Doctora Devereaux para decirle que te levantaste, no me tardo - Dice mamá a Ted al poco tiempo que la veo salir de la habitación

- ¿Theodore Grey, en que coños estabas pensando? - si les soy sincera, ya me esperaba esa reacción de papá

- P-papá no lo vi venir, lo siento -Dice mi hermano claramente asustado por la reacción de papá, Christian Grey es un hombre que puede hacer temblar a cualquiera. Normalmente no es así, solo cuando algo nos pone en peligro.
-Lo importante es que está bien papá ¿No crees?

-Esto no es contigo Phoebe- ¿Realmente esas palabras han salido de la boca de mí progenitor? Reconozco que yo soy su hija y que por obligación debería obedecerle pero aún así y después de esto, no dejaré a mí hermano recién accidentado defenderse solo, y menos con el Gran Señor Grey.

- Es mi hermano, por lo tanto creo que en realidad si me imcumbe - La Phoebe que probablemente todos conocen se quedó en la sala de espera, aquí está la otra, la que no le da miedo enfrentarse a Christian Grey.

Yo sé que es mi padre y que debería obedecerle, siempre he tenido la mentalidad de querer ser diferente, salirme del margen de lo normal, sin embargo nunca me había dicho algo tan hiriente, además, estoy muy molesta con él, es como si no confiara en mí ¡Y él fue el que me crió!
Entonces, ¿Porqué quiere hacer esto más difícil de lo que a un principio fue?

-Phoebe, no te metas en problemas por mi, por favor. Sal un momento - Me dice Ted mirándome con cariño, aunque sé que ese momento que me pidió que saliera de refiere a que regrese a casa.

-Papá y yo ya tenemos un problema, pero al parecer, hoy no es definitivamente mi día - Salgo rápidamente de la habitación
A pocos metros localizo a mamá que viene con la doctora Devereaux y entran a la habitación casi sin  siquiera percatarse que estoy allí, justo a su lado.

Decido ir al estacionamiento a tomar un poco de aire. Algo en mi chaqueta vibra, saco mi teléfono y contesto sin mirar quien es.

- ¿Diga? - Digo en un tono de voz brusco haciéndole notar a la otra persona que no es buen momento para una llamada. La gente no tiene prudencia ¡Tres y media de La madrugada, por Dios!

-Phoebe, amiga, Scott me dijo que sí iría ¡No me lo creo! Será mi oportunidad - Nicole suena muy emocionada a otro lado.
- ¿Y no has podido esperar a decírmelo mañana? -Sueno un poco más brusca de lo que pretendía.
- Cierto, tienes razón, ha sido muy imprudente de mí parte. ¿Te he llamado en mal momento? Mejor sí te llamo después, además no quiero iniciar una discusión, mí humor está bien, gracias.

- Oye, perdón tengo algunos problemas. Hablamos luego ¿De acuerdo? - si, eso y que no quiero pensar en el viaje al que seguro papá no me dejará ir.
- Mañana te cuento hasta el último detalle-Después de una pausa Nic dice dulcemente - Phoebe si me necesitas no dudes llamarme ¿Okey?
-Si, adiós.

Agarro el coche de mi madre, me subo y lo enciendo. En la radio suenan canciones alegres, y sorprendentemente eso me estrese. Estiro mi mano y apago la radio, pensar en la felicidad no es por ahora mi objetivo del día.

Siento que una bombilla se ilumina en mí cabeza, y una sonrisa se extiende por mí cara. Me desvío del camino y agarro otra ruta, la casa de Nicole. Tal vez así mis padres se preocupen y comiencen a buscarme, demostrado que enserio les importo. O tal vez solo simplemente no noten siquiera mí ausencia, y piensen que estoy "bien".
Si la segunda es la que pasa, no dudaré en ir a ese viaje, así sea con o sin su permiso.

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Este capítulo es corto pero teníamos ganas de narrar a Phoebe, los próximos serán más largos y el próximo será muy emocionante.