- ¡Gané! - el grito de mi muy cercana madre hace que haga una pequeña mueca, pero después la cambie por una sonrisa. Estabamos jugando cartas, y ella me ganó, otra vez. Nuestras risas son interrumpidas por la puerta. Papá. Trae una bandeja de comida que supongo es para mí, y una bolsa, que supongo es comida para mamá.- Las enfermeras me ha mandado a traerte esto - que extiendes su bandeja hacia mí. Yo hago una mueca de desagrado, no quiero comer ahora.
- No hagas esa cara, Ted, es por tu bienestar - me dice madre con su típica sonrisa. Yo asiento y sonrío también, todo por mantener su hermosa sonrisa.
- Y esto es para ti, Ana - mí padre extiende la bolsa con comida (eso significa que estaba en lo correcto) hacia mi madre.
- De acuerdo, gracias Christian.
Un sándwich y un latte comieron mi padre y mi madre. En cambio yo, Un caldo, no me gustan pero es lo único que puedo comer aquí.Es alrededor de las 9.30Am, y estoy preocupado por mi hermana. No ha llamado, ni la hemos llamado. Eso me preocupa. Creo que mamá y papá piensan que es otro de sus típicos enfados y que estará en casa pero yo tengo un mal presentimiento.
La tía Kat, el Tío Elliot y Ava vinieron hoy cerca de las 6.30Am y se quedaron hasta las 8 por qué tenían un reunión. Me gustó verlos, también me gustó ver cómo todos se preocupan por mí. Papá le avisó al abuelo hace poco por qué no los quería preocupar ayer por la noche ,al igual lo hizo mamá.- Mamá, ¿La enana te ha llamado?- Mi voz tiene un tono preocupado.
- Le marqué y no contesta, pero debe estar en casa hijo.
- Yo la volveré a llamar y llamaré Gail para confirmar que Phoebe esté en casa- Dice mi padre también preocupado. No es que mamá no se preocupe por Phoebe, solo es un poco más relajada mientras papá no. Papá sale de la habitación.
Cuando pasan unos minutos mi la preocupada y exasperada cara de mi progenitor se hace presente.
-Phoebe no está en casa, no llegó ayer por la noche- La voz de mi padre es fría.
Mi madre parece haber quedado sin palabras, no me puedo mi imaginar lo que estará pasando por su mente, pero ¿Dónde rayos está Phoebe?
- Rastreemos su teléfono- Dice por fin mi madre al cabo de unos segundos.
- Ya lo mandé a hacer- Hay un ruido del tipo de un mensaje y papá saca su iPhone y lee con atención- La ubicación del teléfono da en una zona residencial de casa no muy lejos de acá, al parecer está en el Lincoln Park Lakeview- Mama interrumpe a papá y dice
- La he lavado allí varias veces, por esa zona es la residencia de Nicole Leithold - Dice mamá mirando a papá.
- Ya mismo iré a buscarla y tendrá problemas, no puedo creer que nos haga esto y más estando en esta situación- Papá luce molesto, pero sin dejar de tener su mirada preocupada.
- Christian, no seas tan duro con ella, está molesta contigo, creo que vio esto una oportunidad para hacértelo saber - Mamá le dice esto a mi padre. Se acerca a ella y le planta un beso en la frente, está un poco más calmado. Se despide de mi y sale rápidamente de la habitación.
- Ma, ¿Qué sucedió con papá y Phoebe?
-Phoebe se ha enfadado con él por que no la deja ir a un viaje con sus amigos- Suspira- pero sabes lo sobre protector que puede ser tu padre.
- Sabes que Phoebe no se rendirá hasta no converserlo ¿No, mamá?- Mi hermana es de las personas más persuasivas del mundo, después de papá, eso es claro. Pero apuesto que no se rendirá hasta que lo haya conseguido.
-Lo se hijo- Mamá exhausta, pobre, no la puedo culpar, nuestros asuntos familiares suelen ser agotadores.
Siento que alguien abre la puerta, veo a mi abuela Grace y mi abuelo Carrick, lucen preocupados.
- Oh, mi niño, me has dado un buen susto - Mi abuela me da un beso en la frente.
- Mi muchacho ¿Que pasó?- Me dice mi abuelo.
-Abuelo, por fortuna no fue tan grave el accidente, solo mi brazo sufrió la consecuencias.
- Mañana, si todos los exámenes salen bien le darán de alta- Añade mi madre.
-Antes de venir a verte hable con la Doctora Devereaux, hasta ahora todo va bien, no se preocupen es una buena doctora, llame a pedir referencias a unos colegas y es excelente doctora- Hay un breve silencio en mi la habitación hasta que la abuela pregunta- Ana, querida ¿Y Christian?-Mi abuela revisa toda la habitación.
-Está con Phoebe, solucionado algunos problemas- Mamá le da una sonrisa cómplice a mis abuelos que traduce "Problemas de adolescencia".
-Oh, seguro que todo se solucionará - Mi abuelo le da a mi madre una sonrisa de lado.
Oigo sonar la puerta y el ruido de pasos de que se acerca. Es la la Doctora Devereaux.
-Buenos días. Es hora de hacer un examen, llevaremos a Ted a una sala- Okey, no me gustan las clínicas, entonces presiento que esto va a durar una eternidad.La siguiente hora me hacen una serie de exámenes para comprobar mi estado de salud. Les juro que casi me desmayo cuando vi el tamaño de La jeringa, pero fui fuerte. Eran ya alrededor de las dos de la tarde cuando ya la impaciencia y una alocada imaginación indagaban en mí mente. Hace tres horas tuve una recaída, por lo que ninguno de mis padres había ido por mí hermana, y eso enserio me enfadó. ¿Acaso no pensaban en su hija? Vaya.
- Hola, hola - la sonrisa radiante de Maddie interrumpe mis pensamientos - no han dejado venir a Liam, en la noche debe ir a New York y no podían arriesgarse - asiento con la cabeza sabiendo a qué se refiere. Los padres de Liam están divorciados, por lo tanto deben conpartirlo, la custodia se la quedó la señora Dominic, fue un interesante juicio, pero ella tenía más pros y menos contras que su ex - marido.
>> Por cierto, él me mandó a decirte esto - saca de su bolsillo trasero de su pantalón una arrugada nota - "Querido Homosapiens en proceso:
Lamento no estar para tu funeral, sé que Mad está leyendo esto con lágrimas en los ojos como La chillona que es - Maddie se detiene un segundo y pone los ojos blancos, al igual que yo - sé que te morías por Rachel, pero jamás pensé que fuera tan literal...
- Lo golpearé cuando llegue.
Maddie suleta una carcajada para después seguir leyendo.
- Espero que me hayas dejado algo de tú fortuna, querido mejor amigo con minúsculas neuronas.
Con aprecio y luto, tú respetado y honrado, William." Vaya, se ha pasado este hombre de la raya - dice Maddie riendo conmigo - La verdad, ambos, él y yo estábamos muy preocupados por ti. Nos preguntamos qué haríamos nosteos sin nuestro amado Ted Grey. Pero luego tú tía Kate llamó y dijo que habías despertado, pero no vinimos. Todavía no, sabíamos que primero era tu familia - me hace comprender el porqué de su tarde visita - así que nos ahorramos La espera en esa sofocante y enfermiza sala. Pero, eh, henos aquí, extraña carta de Will y yo contigo. Porque créeme que esta carta cuenta como Liam, me lo hizo entender muy bien - resalta la palabra muy y se que hay una historia detrás de todo esta carta, pero me contará luego.
Maddie no pudo estar más de media hora, pero creo que fue lo suficientemente bastante, pues si seguía más tiempo sin saber de Phoebe me iba a morir. Y por supuesto que se preguntarán, ¿Que tiene que ver Phoebe con esto? Claro que está que no podía llamarle enfrente de Mad, podría actuar mal.
Agarro mí teléfono y ruego porque no esté apagado, ni el mío ni el de Phoebe.- Phoebe Grey ¿Quien habla?
Estoy seguro que no se ha fijado de quien la llamó, de lo contrario no hubiera contestado.- Vaya, vaya, hermana. Creo que al fin podremos hablar.
Oigo como traga saliva. Bien, creo que al menos mi compañera de sangre sigue viva.
— Nos tienes muy preocupados, Pho.
— No, no es cierto, sabes que no es cierto. ¿Cuanto tiempo pasó para que me recordaran? Alrededor de doce horas, Theodore, y eso dolió — logro oír un minúsculo sollozo, pero luego nada.— Ahora mismo han ido a buscarte a casa de tu amiga, en Licoln Park Lakeview.
— Mierda.
— No se porque te he dicho esto, pero ya lo hice.
— Gracias, Teddy — sonrío con melancolía, hacía tiempo que no escuchaba ese apodo.
— Cuídate, Phoebe Grey. Creo y espero que no harás locuras.— Y yo creo que mí hermano mayor no me conoce. Te quiero, Ted. — siguiente a esto oigo que cuelga.
Demonios, no sé en que está involucrada mí hermana, pero espero que sepa lo que hace.
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Fifty Lights of Grey
FanfictionCuando la torpe e inocente universitaria, Anastasia Steele, cae en el despacho del poderoso empresario Christian Grey su vida da un giro total, embarcándose a una nueva relación llena de pasión y erotismo. Al nacer sus dos hijos, Theodore y Phoebe...