En esta noche lluviosa recordé como corrías y reías al ver las gotas caer sobre tu falda, tu inocencia te hacía lucir tan frágil, tan pura. Solías decirme que te hacía sentir viva, nunca entendí por que amabas tanto ese clima, eras todo mi opuesto y por eso que te amaba tanto, cada segundo que vi tus ojos fue como ver contenedores de sueños y fantasía. Como extraño esas pequeñas cosas, de haber sabido que te irías, nunca te hubiese soltado.
Estoy triste porque no volveré a ver esos ojos llenos de dulzura, pero estoy feliz porque pude verlos al menos una vez en mi vida, se que será difícil la despedida, pero se que nos encontraremos una vez más y ambos podremos reír de la lluvia. Tus labios llenos de color, de ellos salían locuras, pero siempre disfrutamos de esas tus locuras, ¿qué puedo hacer ahora amada mía?.
Discúlpame por no seguirte, pero ya es muy tarde para lamentarse, extraño esas pequeñas cosas que te hacían tan perfecta, pero a la vez sencilla, no podré volver a ver esa frágil sonrisa que me dabas siempre, tus ojos están vacíos como la misma noche, tus labios han perdido su color, tampoco puedes hablarme, ni a mi, ni a nadie.
¿Qué se puede hacer cuando sientes que tu mundo se derrumba? no quiero seguir adelante si tu no vas conmigo......cuando te vi irte tenías lágrimas en los ojos, antes decías que al llorar tus ojos imitaban a las nubes, pero esa vez fue diferente, no sabia que pasaría sino iba corriendo detrás de ti.....pero al ver tu cuerpo inerte en esa fría camilla metálica supe que fue mi culpa, ahora escribo esto antes de ir a tu lado.
Las noches lluviosas son tan hermosas, después de todo nos conocimos un día igual.
