Veintidós años y un mes.
Allí comenzó el final.
Allí fue donde la noche usurpo al día.
Y el llanto a la alegría.Me marchitaba y no metafóricamente, mi cuerpo colapsaba.
Sucedió por la noche. Me sentía mal, me culpe pensando en que era gripe.
Y en el caminó sucedió. Mi cuerpo se apagó.
Puedo recordar el miedo y pedir a la nada que la respuesta a eso que no sabía fuera anemia.
Esa noche no dormí, una pelea más en nuestra relación.
Por la mañana una muestra de sangre y un análisis negativo. No era anemia, nunca fue anemia.
"Fría, pálida, con un ritmo cardíaco muy bajo".
Recuerdo bien las palabras del doctor. Casi muerta podría leerse entre líneas.
Y eso sólo desató un sin fin de análisis más, más sangre, más máquinas, más ver si realmente vivo.
Una ida al cardiólogo.
Una vuelta por el neurólogo.Bingo!
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She and my depression
No FicciónTenia veintidós años y un mes cuando todo comenzó. La enfermedad se hizo presenté en mí y el amor no supo que hacer. Esta es mi historia. Escribir es la forma de como intento sanar de mi primer amor y mi depresión.