Querida Fer.
Olvidaste tu cuaderno debajo de tu banca.
No fue mi intención leer tus notas.
Pero no me arrepiento de haberlo hecho.
Ahora es tu turno de leer las mías.
Por eso te doy mi cuaderno.
Así sabrás que eres correspondida.
Ahora, si has llegado a esta parte, te digo, solo queda una nota más en este cuaderno.
Me siento nervioso de escribir esto.
Eres fantástica Fernanda Ainer.-Emilio
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Notas
Short StoryY así, es como la historia de amor entre los dos jóvenes comenzó mediante unas simples notas