Mi Gato, ¿Un Híbrido? || Vhope

Prólogo🐱🐎

Pov HoSeok 🐎

Estaba concentrado guardando mis cosas, hasta que se me acerca YoonGi, uno de mis mejores amigos

—Jimin y yo iremos a una cafetería, ¿quieres venir? —

—no puedo hyung, tengo que ayudar en casa, otro día.—sonrío.

No tenía nada que hacer en mi casa, pero ellos dos son pareja, la última vez que fui con ellos terminaron besándose enfrente mío y me sentí incómodo.

No soy homofóbico, es más, soy gay. Pero ver a dos amigos míos comiéndose la boca enfrente mío cómo si no estuviera ahí  fue incómodo.

—está bien.

— usen protección.—lo mire divertido

— siempre usamos.—se rió y se fue. Pasó una imagen por mi mente de mis dos amigos teniendo sexo ¿por que pregunte eso?

Negué con mi cabeza intentando sacar esa imagen de mi mente, terminé de guardar todos y me colgué la mochila de una aza y me fui de la universidad.

Pare en una esquina, una calle daba para mi casa y otra para el parque, me fijé la hora. Era temprano, iré a caminar al parque para despejarme, y de paso darle de comer a los peces.

Llegué al parque y empecé a caminar. Venir aquí siempre me ha gustado, recuerdo que solía venir cuando era pequeño con mi familia, me columpiaba en los columpios, hacia competencias con otros niños que habían por el parque, cuando crecí venía con mis amigos, últimamente venía para olvidarme de todo un rato y perderme en mis pensamientos.

Se escuchaban los cantos de los pájaros, era relajante.

Escuché un maullido atrás mío, por reflejo me di vuelta para ver atrás, no vi nada, volví a mi posición inicial y seguí mi camino.

Tres pasos no más di, escuché otro maullido y pisadas, me di vuelta de nuevo, miré al piso.

Había un gato muy pequeño, era de color castaño. Maulló mirándome, se chocó con mi pie.

Lo primero que pensé fue que es muy adorable.

Me puse en cluclillas y le acaricie la cabecita, era muy suave.

¿Desde cuando los gatos son tan bonitos? Mejor dicho, ¿Desde cuando pienso que son bonitos? Nunca me han llamado la atención.

El gatito maulló y lamió mi mano.

Cuando era un niño tenía un perro, y me daba asco que me lamiera la mano, pero lo que hizo me resultó tierno. Es como si.. éste gato fuera especial.

Lo seguí mimando unos minutos, las caras que ponían eran muy tiernas.

Decidí llevármelo a mi casa.

Llegué a mi departamento que conseguí con mis ahorros y con un poco de ayuda de mis padres.

Saqué la llave de mi bolsillo y abrí la puerta usando solo una mano, en mi otro brazo se encontraba el gatito jugando con mis dedos, a veces se los metía a la boca o los lamía. Entré al departamento y lo dejé con cuidado en el piso, se metió adentro para recorrerlo mientras yo me encargaba de cerrar la puerta. Dejé la mochila en los sillones de la mini sala de estar y busqué al gatito.

Lo encontré en el pasillo jugando con su cola, que tierno.

—tienes hambre? —asintió con la cabeza, me sorprendí ¿no se supone que no entienden los idiomas o algo así? Recuerdo haber leído algo así en Wikipedia una vez.- está bien, ven, te daré leche, mañana te compraré alimento, desde ahora serás mío.—por qué le hablo a un gato?, No sé, me da la sensación de que me entiende. Me dirigí a la cocina y serví un poco de leche en un tazón, lo vi de reojo, me miraba atento mientras que movía su cola para los costados. Sonreí sin motivo. Dejé el tazón enfrente de él.— aquí tienes gatito.— empezó a comer mientras lo miraba, si ahora es mío tendré que ponerle un nombre, ¿no?- como te llamas?—levantó su vista de su plato y me miró raro, siguió tomando su leche.—te tendré que poner un nombre.—lo mire de arriba a abajo, pensando en un nombre.— te pondré manchitas.. mejor no, no tienes manchas. Te pondré señor gato y listo.—sonrío por el buen nombre que se me ocurrió.

Esperé a que terminase de comer y lavé el tazón, lo sequé y lo dejé donde corresponde.

— tengo que hacer tarea, así que mientras recorre el departamento para conocerlo.— le sonrío al gato. El pequeño felino se fue a recorrer el departamento.

Estuve estudiando unas horas, al terminar ya era de noche. Cené, le di de comer a mi nueva mascota y me dirigí a mi cuarto. Puse una almohada que ya no usaba en el piso.

—dormirás aquí.—le dije al gatito.

Me cambié y me puse mi pijama, me metí en mi cama y abracé a mi almohada, me gusta abrazar cosas al dormir.

—buenas noches gatito.—sonreí por última vez.

Estaba durmiendome cuando sentí al gatito meterse en mi cama, no le presté atención y caí en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente me desperté sin abrir los ojos, mi almohada ¿respiraba? abrí mis ojos rápidamente, lo que encontré entre mis brazos me dejó atónito

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