Capítulo 2

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"Es espantoso el ruido de un corazón cuando se rompe"

Un mes paso, un largo mes en el que me las pasaba correteando con Mathew, peleando con el gato y sacando a pasear a Mylo el Alaskan Malamute que venía destruyendo mis zapatos desde tiempos memorables, la mayoría del tiempo me la pasaba estancada en la casa, hacía mucho calor afuera como para salir, en un mes más nos iríamos a las islas Phi Phi por dos semanas, son unas islas increíbles con las mejores playas.

Y por si se preguntan, pues, no, no he conocido a ningún chico six pack que se me acerca y me empieza a coquetear o por el contrario, un chico malo al que comenzamos con un té odio, y terminamos con un té amo, NO damas y caballeros, esta es la vida real, y el único que se me a acercado aquí es el chico que reparte el gas, que por cierto tiene casi cuarenta, pero anda con novia, y tiene tres hijos, aparte, sobra decir que NO es un adonis, volviendo al tema, pues si, aquí estoy "disfrutando al máximo"

Pero incluso la frase más sarcástica se podría quedar en el aire cuando está muy cerca de la realidad

Escucho un portazo que me hace pegar un respingo en mi lugar, por la puerta se asoma Mathew con cara de pocos amigos

- Mathew? Estás bien? - me acerco y con un dedo remuevo su hombro, al instante, casi por reflejo sacude su hombro haciendo que retire por instinto mi mano, veo la ira reflejada en sus ojos, no me respondió, se dio media vuelta y se fue, así se pasó, me ignoro toda la tarde, se encerró y no salió hasta la noche, le vi coger las llaves de su moto y escuche otro portazo, no lo volví a ver

Eran alrededor de las tres de la mañana, las luces rojas y azules se reflejan en mi ventana a la ves que escucho toquecitos en la puerta de mi cuarto y me apresuro a abrir encontrándome con el ceño fruncido de mi padre, al instante escucho las sirenas y un alboroto afuera, miro a mi padre de manera expectante con el corazón latiendo a mil, no me di cuenta cuanta fuerza estaba ejerciendo en mis manos hasta cuando me empezó a arder un pequeño corte que había ocasionado el clavarme las uñas en la palma de la mano, no hizo falta preguntar, mi cara lo decía todo, solo esperaba una respuesta

- Es Mathew

Estaba en blanco, es obvio que era algo malo, pero que? Su silencio me estaba matando

- está en el hospital, tuvo un accidente de moto

Minutos más tarde nos encontrábamos de camino al hospital estaba mordiéndome las uñas, mientras miraba fijamente las ventanas del carro, cuando llegamos, lo único que supe hacer es seguir a mi padre, la noticia me la había dado quince minutos atrás, pero no lo asimilaba todavía, no sentía nada, estaba como en estado de shock, llegamos a la habitación donde estaba Mathew, y al verlo ahí acostado en esa camilla, con esas ojeras, totalmente pálido, con decenas de cables conectados a el, me hizo chocarme con la realidad lo que causó que me derrumbé ahí mismo...

Escuche mi corazón romperse en ese instante, pero ustedes no lo entenderían, no entenderían lo que estaba pasando, solo les he contado a poco un par de frases de mi madre, como tres frases de mi padre, ni siquiera saben sus nombres, ni mi aspecto, no saben el aspecto de Mathew ni su personalidad, no saben cómo soy ni por lo que he pasado, pero ahora sí, ahora se los voy a contar, por que este no es el comienzo, este es casi el final ...

Hey Brother!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora