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    Es casi un mes desde que la vi desfallecer en el estacionamiento de la escuela. Me dolió mas que a ella estoy seguro.

Pero aún más me dolió no poder acercarme a ella.
    Aún no supero lo que haya sido en el pasado nos afecte. Y por tal motivo no me puedo acercar a ella.
Hoy, iba a ser la excepción, estaba decidido a ayudarla.

Estaba apunto de ponerme en marcha hacia su dirección, cuando Jack White corrió hacia ella y ayudo a Mónica a llevarla al auto.
       Una chispa de celos me recorrió por todo el cuerpo, apreté mis manos en puños a mis costados y me fui.
Casi todo un mes ella hablaba con Jack, mi impotencia era muy grande, quería alejarlo de ella, abrazarla y declarar la de mi propiedad.

—¡Hey! —. Connor chasqueó sus dedos enfrente de mi, haciendo que despertara de mis pensamientos —. Hoy estas en la nubes, ¿Me puedes decir que te pasa?.

Puso sus brazos en la cintura con cara de reproche — como algunas mamás esperando una clara explicación de sus hijos — y empezó a brincar levemente. No pude reprimir una risa y estallé a carcajadas haciendo que Connor cruzaras sus brazos en su pecho y ladeara su cadera, mi risa aumento aún más atrayendo las miradas curiosas de la cafetería.

—No me pasa nada, Connor —. Dije cuando mi risa cesó, limpiándome algunas lágrimas a causa de mi risa—. Solo estoy pensando sobre la fiesta de esta noche.

Su expresión cambio rápidamente al escuchar la palabra "fiesta".

—¡Si! —. Lanzo sus puños al aire con alegría —. ¡Va a ser la más épica fiesta de todas! ¡Uh!.

Las palabras se ahogaron en mi boca a causa de la campana de entrada.

Le di unas palmadas en su espalda —. Si,  la fiesta deberá ser después. Hoy tenemos que ir a clases. Espero que hayas hecho la tarea del Sr. Robinson.

La expresión de felicidad desapareció de su cara —. Si eso creí —. Dije soltando una risa.

Pero rápidamente esa sonrisa desapareció de mi cara en cuanto vi a Jack junto a mi Sunshine. Una chispa de celos recorrió todo mi cuerpo y mis manos se apretaron en un puño a mis costados.

Odiaba verla con el. Quería ir con ella y besarla. La mano de Connor irrumpió en mis pensamientos.

—¿Me puedes decir qué o a quién estás viendo?

Su voz era acusadora, reprochandome de algo que aún no sabía.

—Connor —. Dije en voz baja —. ¿Conoces a Jack?

El siguió mi mirada hasta que llego a Jack.

—James, por favor —. Dijo dándome una mirada —. Todo el mundo conoce a el gran Jack. El alma de las fiestas.

Di un resoplido, Jack no era el alma de las fiestas. Todos lo conocían porque la mayoría de las fiestas eran en su casa fueran o no de él.

Connor me detuvo con un brazo en mi estomago que casi me sofoca.

—Hey, ¿Que te pa....

—Shhh —. Puso un dedo en sus labios viendo aún en la dirección de Jack y mi sunshine —. ¿Quién es ella?

Su cabeza dio un asentimiento y tuve que seguir la dirección en la que veía. Al lado de ellos estaba Mónica, la hermana de Sky.

—Casi estoy seguro de que es la hermana de ella.

Dije con mis ojos en otra dirección para que pensara que era un comentario vago.
Seguí caminando a la clase, Connor aún tenía los ojos en ellos. O en Mónica.

—No,  yo me refiero a la que esta hablando con Jack —. Dijo cuando me alcanzo.

Me pare en seco y lo volte a ver, no podía creer que el estuviera viendo a Mi sunshine, no me importaba que el fuera mi mejor amigo.

—Como piensas que yo voy a saber —. El enojo de mi voz era muy evidente, pero aún así trate de ocultarlo.

—Eres el presidente estudiantil.  Se supone que tienes una lista con los nombres o también la puedes ver —. Se paro frente a mi y siguió caminando de espaldas, mi deseo de que se cayera fue tanto que casi estiro mis brazos y lo empujo. Pero me contuve, el no sabe lo que paso.

— Si, se supone. Pero no la tengo, debemos entrar a clases —. Dije esquivandolo, no queria enojarme con el.

— Bueno — Connor se detuvo y se quedo ahí —. Entonces yo voy a ir y preguntarle.

¿QUÉ?

—¡No! —. Mi grito atrajo a todos los del corredor, me acerqué a Connor —. Tenemos que ir a clase.

Connor movió la mano restándole importancia.

— No voy a entrar —. Chasqueó la lengua —. No me gusta para nada el Sr.  Robinson.

Se dió la media vuelta, cuando iba mas adelante se volvió a mi dirección.

— No te preocupes, te diré todo —. Me guiñó un ojo. Y siguió caminando.

My Sunshine. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora