Un Tropiezo Accidentalmente Perfecto

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Genial, Kaido lo había suspendió por “agredir” a un compañero de trabajo... Vamos, todos sabían que ese tipo era el favorito del jefe, no le quedó de otra mas que regresar refunfuñando a su apartamento, pero primero tendría que pasar por sus cosas

—Yo te dije que...— y ahí venia el rosario con todo y padre nuestro de Killer

—Si, si hombre, que no me metiera en problemas con Doflamingo ¿Pero que quieres? Así soy— sonrió, demostrando que estar una semana sin trabajo no le importaba. Era uno de los mejores Ingenieros de automotriz y Robótica que podían existir, Kaido no dejaría que un elemento tan  valioso como Kid se fuese con su competencia, Akagami Shanks.

—Ire a tu casa el viernes para ponerte al tanto de todo, sabes que con ese tal Cutty Flam del lado de Akagami, Kaido se las esta viendo negras— Si bien su trabajo era muy bien pagado, el quería mas.

—Y mas negras se las va a ver cuando le presente mi renuncia— aclaró en tono severo —Estoy harto de que por ese pelele de Doflamingo me suspendan tiro por viaje, además de que el desgraciado esta influenciando a Kaido para que me dejen al mando de su sobrino Trafalgar, y bien sabes que a mi nadie me manda—

El rubio suspiro ¿Porque se había hecho amigo de alguien tan problemático como Kid?, se acomodo mejor en su lugar y se sobo las sienes

—¿Estas seguro de esto?— ¿Para que preguntaba? El pelirrojo ya estaba guardando sus cosas —Por lo que veo vas enserio—

—Tenia planeado hacerlo desde hace un par de meses, Akagami ya recibió mi solicitud junto a el currículum con las cartas de recomendación y acepto— el rubio casi se infarta al escuchar eso —Por cierto, tu también deberías recoger tus cosas y presentar tu renuncia— arqueo una ceja confundido ¿Y el porque? —Me tome la molestia de mandar una solicitud con tu nombre y también aceptó— Okey, ahora si le iba a dar un infarto

—¿¡QUE HICISTE QUE!?—

—Lo que oíste, mañana vendré a presentar mi renuncia— «Es definitivo, Eustass Kid es sinónimo de problemas» —Bueno, mas de fuerza que de ganas me voy, que te vaya bien con ese tal Bepo— Ah, no lo dijo

—¿¡Cuando vas a dejar de joder con eso!?— aventó un bote de lapices a la puerta, puerta que Kid alcanzo a cerrar antes de quedarse sin un ojo. Ahhh, como le encantaba molestar a Killer con ese chico peliblanco, era de sus actividades favoritas.

Salio del gran edificio y tomo el camino mas largo hasta su casa, su auto no circulaba ese día así que para despejarse y quitarse el mal sabor de boca prefirió ir por el lado sur de Red Line, si bien algunas veces había ido por ese mismo camino jamas se había tomado la molestia de observar todo por donde pasaba; Tiendas ya sea de ropa, estéticas. Salones de belleza, gimnasios, veterinarias, plazas comerciales, en fin, había infinidad de cosas que jamas había notado.
Volteo y fijo su atención en cierto rubio hermano de su peor pesadilla, si bien Rosinante no le había hecho nada (Por lo menos no tan desagradable y odiable como su hermano) tampoco le caía bien... Mejor dicho, ni mal ni bien, pero si le dieran a elegir entre quedarse encerrado en una habitación con Rosinante o con el primer desconocido que se topara así fuera el criminal mas buscado, prefería al desconocido. Un golpe algo fuerte lo hizo espabilar de sus pensamientos.

—Lo siento— rápidamente se agacho y ayudo al pequeño chico a incorporarse, después tomo la caja para observar que no estuviese dañada —Iba distraído ¿No te paso nada?— pregunto, dándole un vistazo rápido a aquel llamativo chiquillo

—Shishishi, no te preocupes, creo que ambos íbamos igual de distraídos— «Su risa... Tiene una linda risa» inconscientemente rozo sus manos con las de el menor de estatura, sintiendo una extraña pero agradable sensación recorrerle de pies a cabeza, sensación que se disipo en cuanto el pelinegro aparto abruptamente las manos

—¿Eh? ¿Te pasa algo?— pregunto consternado y observo que en la mano del chico había un pequeño raspón, no gran cosa por la cual alarmarse, pero el se había hecho ese tipo de quemones y vaya que dolían bastante después. —Tu mano— Noto como observaba la pequeña herida —Permiteme, espera aquí— Sin saber porque, regreso a la farmacia que minutos antes había visto y después de comprar lo necesario regreso con el chico, quien seguía algo sorprendido —Prestame tu mano— acatando lo dicho, termino por vendarle aquella pequeña herida «¿Porque demonios estoy haciendo esto? Yo no suelo ser así» se preguntaba mentalmente
—Lo siento, tengo que irme y lamento haber ido tan distraído— paso de largo y estando a unos cuantos pasos agrego —Espero volver a verte pequeño— una pequeña sonrisa se asomo por sus labios y continuo, alcanzo a escuchar el reclamo del chiquillo pero decidió omitirlo «Que niño tan agradable» halago en su mente.

En su camino se encontró a una pelirosa bastante glotona y simpática, con la cual estuvo un pequeño rato charlando (Y gastándose su quincena) habían sido compañeros en la facultad de ingeniería, le había sorprendido que escogiera una carrera similar a la suya, siendo que con su gran apetito pudo haber escogido Gastronomía.

—Maldicion ya va a llover— comento con desgano la de ojos amatista

—Por Enel, gracias— dijo sarcástico Kid, recibiendo un coscorrón —Bien, bien, entonces no y ya— se levantaron de la banca donde estuvieron

—Nunca cambias, mejor yo pesque pareja que tu— suspiro decepcionada Bonney —Con ese carácter tan arisco y amargo no debería sorprenderme—

—No quiero ni imaginarme como aquel pobre desafortunado se fijo en alguien tan glotona como tu— contraataco

—Para tu información Ace como igual o mas que yo— «No cabe duda que para cada roto esta su descosido» susprio

—¿Porque me la veía venir?— ambos rieron —¿Entonces te parece bien quedar el próximo fin?— preguntó mientras pequeñas gotas de agua descendían del cielo

—Me parece perfecto— guiño un ojo y chocaron manos —¡Mas te vale llevar a alguien!— grito debido a que ya se había alejado un poco —¡Hasta luego amargado!—

—Tsk.. ¡Vete al diablo pozo sin fondo!— río y siguió con su anterior camino.

No llevaba nada importante así que podía ir caminando tranquilamente sin preocuparse de la tenue lluvia... Bueno, si decidió acelerar el paso cuando el cielo comenzó a poner mas y mas obscuro. Mientras corría cubriéndose de la lluvia con los arboles algo había llamado su atención, así que regreso por sus pasos y observo que en uno de los tantos botes de basura que habían en las veredas se encontraba una pequeña caja morada que se le hacia familia «¡Claro! Era la que traía aquel alegre chiquillo ¿Pero porque se encuentra ahora aquí?» se acerco y la recogió, la abrió y noto que su contenido estaba intacto, decidió guardarla y seguir lo mas rápido posible, el agua había aumentado en cuestión de segundos, tanto que dificultosamente se podía ver el camino «Solo un lunático y un imbécil estarían fuera con esta lluvia» No quería aceptarlo, pero claramente era el segundo. Doblo una esquina y siguió derecho, tal vez quedaba un poco mas lejos los edificios departamentales donde vivía, pero por lo menos los frondosos arboles le cubrirían mas que si se iba a la deriva así porque si.

En las escaleras de una linda residencia diviso a alguien, no sabia que o quien era debido a la extensa lluvia «¿Una persona en medio de esta tormenta?» Solo por si las dudas, el pelirrojo se acerco y pudo distinguir que si era una persona «¿¡Pero que...»

—¿Eh? ¿Que haces aquí?— se acerco y si su mente aun tenia dudas.... Claramente se habían ido todas. La única reacción de el pequeño individuo fue verlo, de una forma que, de algún modo, hizo doler “el corazón” de aquel pelirrojo —Hay por dios, vamos, mi departamento no queda muy lejos— al no ver reacción alguna mas que el volverse a abrazar opto por cargarlo con sumo cuidado y llevárselo consigo «Sea cual sea la razón de tu estado... Estaré contigo aunque no sea muy común en mi»

Lluvia De Tropiezos, Errores Y AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora