Segundo Beso: Pesy Palabras: 885 Título: Feliz Cumpleaños, Pezza.
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Jesy le tenía la sorpresa perfecta a su querida rubia, se levantó temprano y le preparó su desayuno favorito, aún las demás seguían roncando en la cama... bueno, solo roncaba Jade.
—Mmmm, huele rico. —se escuchó la voz de Perrie entrando en el comedor dónde se encontraba todo un manjar. —Supongo que esto es para mi. —se auto-dueño del desayuno que estaba servido en la mesa. Tenía mucha hambre así que comió rápido hasta satisfacerse.
Se quedó mirando a la nada, usualmente los días de su cumpleaños, Jade, Leigh-Anne y Jesy la despertaban con tremendo escándalo cantándole "Feliz cumpleaños" un tanto exagerado, le cambiaban el nombre por apodos cada vez más feos y sin sentido, en el cumpleaños anterior le habían dicho "cabra" aunque nunca demostraba que le desagradaba que la despertarán a la 6 de la mañana cantando/gritando desafinadas más bien parecían un gato dando a luz.
'No puede ser que se les haya olvidado que hoy es mi cumpleaños' pensó la rubia parándose de la mesa. —Entonces... ¿Quién me hizo el desayuno? —murmuró y empezó a caminar de vuelta a su habitación tenía pensando darse un buen baño de burbujas hasta que de volviera una pasa andante.
Caminó por el pasillo dónde se encontraban los dormitorios, tenía pensando ir directo a su habitación pero se detuvo en una puerta que edtaba enfrente de la suya, pegó la oreja al fría puerta y pudo escuchar un leve ronquido. Se cruzó de brazos fastidia, ¿como es posible que Jade se haya olvidado de su cumpleaños? Y seguramente Leigh-Anne y Jesy debían estar durmiendo, de hecho ella no se despertaba a esas horas pensándolo mejor ¡¿Que hacía despierta a las 7 de la mañana!?
Sin dudas, Perrie se había acostumbrados a las escandolosa mañana que le daban sus amigas para iniciar su cumpleaños.
Perrie se alejó de la habitación de Jade y se introdujo en la de ella, miró su cama que estaba bien organizada, esperen... Ella la había dejado como un chiquero cuando despertó. Dio unos cuantos pasos para acercarse a la cama pero no continuó al sentir un peso en su espalda.
Ambas chicas calleron al suelo, una encima de la otra.
—¿Jesy?
—¿Quién más? —preguntó burlesca.
—¿Tú hiciste todo esto? —volvió a preguntar la rubia.
—Si bueno, sabemos lo mucho que odias que todas entremos a cantarte feliz cumpleaños mientras duermes así que decidimos probar otras cosas este año. —respondió sin dejar de estar encima de Perrie.
—Yo no... —Perrie intentó decirle a Jesy que no odiaba que cada año irrumpieran en su habitación para cantarle al oído y muchas beses usaban los trastes de la cocina como instrumentos, no era nada agradable pero ella pensaba que sabía disimularlo.
—¡Por favor, sabemos que te molestas! —Jesy sonrió. —Pero esta vez será diferente.
—¿A si...? ¿Qué van hacer? —la curiosidad de Perrie era palpable, se veía como una niña pequeña en espera de alguien que aclare sus dudas.
—Pues decidimos darte regalos y sorpresas por separado, creo que ya desayunaste, es de mis obsequios personales. —aclaró Jesy, se acomodó mejor encima del cuerpo de Perrie haciendo que esta jadeara al sentir las tetas de Jesy apretadas junto a las de ella. —Y ahora, te daré un beso por cada año que tienes.
Perrie empezó a reír al sentir los labios de Jesy por toda su cara, daba besos en la mejilla, nariz, ojos, frente, barbilla y volvía a repetir besos en los mismos lugares hasta que se estaban acabando.
—Veinte. —contó y beso la comisura del labio inferior. —Veintiuno. —esta vez fue un beso que rozó los labios de la cumpleañera, Perrie que se había mantenido con los ojos cerrados los abrió al sentir el calido roce. —Veintidós. —un beso cortó en los labios fue mas que suficiente para que Perrie sintiera su cuerpo vibrar debajo de Jesy, estaba tan sorprendida que ni siquiera se dio cuenta de que había abierto la boca por el asombro. —Y Veintitrés. —Jesy terminó de contar y besó nuevamente los labios de Perrie, esta vez usó la lengua pudo entrar en la boca de Perrie sin ningún problema, sabía que la rubia la estaba observando sorprendida o quizás asustada pero no le importó.
Mordió suavemente el labio inferior y Perrie soltó un gemido ahogado en la boca de Jesy que no le dio tiempo a pensar porqué ya había atrapado nuevamente sus labios. No pudo contenerse más y correspondió al beso ardiente que le daba su querida amiga.
Jesy, Jesy, Jesy. ¡Jesy la estaba besando! Eso era lo que le gritaba su mente, pero a su cuerpo le gustaba así que decidió pasar una de sus manos libres por la nuca de la chica que estaba encima de ella y la pegó más a sus labios, como si eso fuera posible.
Jesy rompió el beso por falta de aire, se inclinó hasta quedar sentada en el vientre de Perrie.
—¡Feliz Cumpleaños Pezza! —felicitó genuinamente como si besar a tu amiga en la boca fuera de los más normal en el mundo.
Perrie se le quedó viendo mientras Jesy no dejaba de cantar "Feliz cumpleaños" encima de ella.
—No quiero imaginarme el regalo que me darán las demás. —murmuró muy bajito sin que Jesy la escuchara.
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