~El primer día~

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Alex se vistió rapida y entusiasmadanente aquella mañana. Incluso más de lo normal. Quería caer bien a todo el mundo de su nuevo instituto, el Juspire.

Cuando estaba de camino al edificio, empezaron a pasarle pensamientos preocupantes por la cabeza:

«¿Y si me caigo nada mas entrar y se rien de mí? ¡¡Ya nunca podría encajar!!»

Alex se apretó los cordones de los zapatos hasta que le dolieron los pies.

«Pero...¿que le podría decir a la gente para caerle bien?»

Se puso a ensallar conversaciones con el espejo retrovisor de un coche, procurando que nadie lo viese.

Y estuvo haciendole caso a su nerviosa mente durante un cuarto de hora, despues de haberse repasado el peinado, los dientes, la ropa, los calcetines, la nariz, sus frases, sus sonrisas, sus chistes y sus miradas.

Entonces, una última cosa (que debería habérsele ocurrido antes) pasó por sus pensamientos...

«¡¡¡¡FALTAN DOS MINUTOS PARA QUE EMPIEZEN LAS CLASES Y TODAVÍA NO HE LLEGADO ALLÍ!!!!»

Alex corrió como el viento, y afortunadamente, llego unos segundos antes de que sonara el timbre. Soltó un suspiro de cansancio y alivio a la vez.

No le dió tiempo a hablar con nadie así que se fue a clase. Le tocaba matemáticas, un rollazo para él (y para mi 😂)

Al llegar, la gente se sentaba en sus sitios y yo buscaba uno libre.

Al final, todos estaban sentados y quedaba un sitio al final del todo, sin nadie al lado.

Todavía no había llegado el profesor.

Alex aclaró su voz.

–Er...¿E-este sitio está ocupado?

Un chico muy guapo, alto, de cabellos rubios y ojos marrón café preciosos, le miró de arriba a abajo con mala cara y, con tono despectivo, dijo:

–Pues claro, idiota, ¿no ves que no hay nadie ahí sentado? ¿O es que tu mente todavía está en los 5 años y te imaginas a tus amigos?

A pesar de la despectividad de ese chico, Alex siguió intentando ser amable.

–Sé que está vacío, pe...

No pudo terminar. La maestra acababa de llegar.

Después de las ETERNAS clase de matemáticas, inglés y Biología, llegó el  esperado recreo.

Al salir de clase, John, el chico rubio, empujo a Alex, tirándole el bocadillo.

Al ver el trato de ese chaval hacia Alex, los demás ignoraban al 'novato', y cuando este trataba de hablar con alguien, pasaban de él, o lo insultaban.

El resto de las clases se hicieron muy pesadas.

Volviendo a casa, pensó que iba a decirle a sus padres lo ocurrido, pero antes de llamar al timbre de la puerta logró escuchar a su padre diciendo:

–Más le vale aprovechar bien ese instituto, porque vale un ojo de la cara mantenerlo allí... Me daría un infarto si tuviese que dejat el colegio después de haber gastado tanto dinero...

A Alex se le encogió el corazón. No podía arruinar a sus padres de esa manera. Ni hablar. Sería fuerte, y afrontaría solo sus problemas.

Llamó al timbre y le abrieron. Cuando el chico pasó por la puerta, sus ojos azules agrietados y su seco cabello negro despeinados daban impresión de haber estado corriendo por horas.

–Hola mamá, hola papá. ¡Hoy me lo he pasado genial!

Sus padres sonrieron.

Y ese fue el horroroso primer día de colegio de Alex.

Todos le odiaban, y sin ninguna razón. Bueno, John dijo que no hablaba con fetos, y no paraba de insinuar que era mas feo que pegarle a un padre. Seguramente, le odiaban por eso, aunque sea una estupidez.

Alex supo que ese curso no iba a ser fácil. Pero tambien supo que no se iba a rendir.


Continuará (pronto 😜)

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