Capítulo 3

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-Bueno en mi opinión, es de cierto modo comprensible que seas como eres y que es fascinante que seas así, supongo que a tu padre le gustaría tu forma de ser, porque de alguna forma, estás demostrando tu fortaleza

-Muy cierto- dirigió su mirada hacia la joven quién lo miraba con dulzura y se quedó mirando sus ojos color esmeralda y le sonrió- ¿Sabes? Eres la única persona con la que he podido hablar sin titubear, normalmente me cuesta mucho trabajo hablar de lo que pasa por mi mente, pero contigo es muy fácil, no sé me da mucha tranquilidad estar aquí platicando contigo, eso es extremadamente raro en mi

-Pues es un alago para mí que digas eso, porque pienso que no soy muy buena escuchando y aunque me agrada mucho ayudar a los demás, siento que hay muchas voces en mi cabeza que no me dejan escuchar con claridad.

-¿Voces dices? ¿Cómo es eso, acaso una muchacha tan linda como tu tiene un secreto tormentoso que aqueja su alma? –la miró atento, como si se tratase de un tema sumamente interesante y le tomó de las manos.

-Por supuesto que no, nada de eso es solo que, mi mente siempre está perdida en el ayer, y las voces que quiero callar, son las de la soledad y el olvido... Hace como tres meses, murió mi madre, yo no era muy cercana a ella ni tenía una relación muy amena con ella, pero desde que murió he sentido una soledad inmensa y casi siempre tengo la idea de que los que están conmigo, pronto se irán y seré parte del olvido, es algo patético ahora que lo pienso.

Él se quedó callado por unos momentos y después le sonrió con gran ternura- Para nada patético, es muy normal, así me sentí los primeros meses de la muerte de mi padre, pero... poco a poco se irá ese pensamiento

Empezaron a caminar por toda la orilla de la costa, siguieron platicando de todo lo que veían, habían vivido y compartían opiniones sobre algunos temas

-Y dime ¿A qué te dedicas, Carlos?

-Soy un aburrido editor literario, los escritores me odian, porque más de una vez les he devuelto sus manuscritos- terminó de pronunciar este augurio con un suspiro risueño - ¿Qué hay de ti?

-Pues... soy una aburrida anticuaria, me gusta todo lo antiguo, me resultan interesantes las cosas que los otros toman como aburridas e insípidas.

-¡Bah! Las personas son las aburridas e insípidas- dijo esta profecía tan alto y tan gracioso que hizo reír a carcajadas a su bella acompañante.

Rápidamente la noche llegó, Carlos la acompañó hasta donde estaba hospedada y se fue a su hotel, notablemente estaba sintiendo algo extraño por esa peculiar muchacha. Llegó a su habitación con una sonrisa y había un semblante diferente en su mirada, al cerrar la puerta, se encendieron las luces, era Jaime quien estaba sentado en el sofá y lo miraba fijamente.

-¡Pero donde estabas! Te perdí de vista mucho tiempo, tengo que contarte algo muy curioso.

- Ya Jaime, me quedé en las orillas de la costa, con una señorita muy peculiar... ¿Algo interesante, de qué se trata?

-¿Qué tan peculiar? ¿Te acuerdas de July? Hoy me la volví a encontrar, ¡fue tan gratificante volverla a ver! Espero verla mañana

-¿Tu amiga de la preparatoria? Me la saludas... Pues era increíble, es medio alta, cabello negro y ondulado, éste le llega a mitades de la espalda, ojos como los de mi padre, y tiene una sonrisa encantadora.

-¡¡¡Pero qué manera de describir a una mujer, Carlos!! – Jaime miró a su hermano con una sonrisa burlona- ¿Quién es ella? ¿Cuál es su nombre?

-Cállate, no te diré nada, solo fue una muchacha que conocí hoy en el muelle de la costa, se llama Michelle ya duérmete- replicó Carlos, dejándose caer en la cama y durmiéndose casi al instante.

Ya a media noche, cuando los hermanos gozaban del sueño más profundo, apareció Miguel Valle, con pies de pluma se deslizó hasta la cama de Carlos, parecía que le agradaba bastante no provocar el más mínimo ruido para que él pudiera tener una entrada misteriosa, se sentó en un mueble, al pie de la cama de Carlos, quién dormía tranquilamente.

-Creo que Michelle se te ha hecho una persona muy interesante ¿no es así?- dijo con voz lo suficientemente alta para que el joven lo escuchara.

Despertándose tranquilamente, Carlos lo miró e hizo un gesto de sorpresa, se talló los ojos y se sentó en su cama, quedando frente a frente con Miguel.

- Me resulta más que interesante, ella es muy especial, tiene un Don que casi nadie posee, sabe y le gusta escuchar, creo de algún modo, ella entiende muy bien cómo me siento, sabe lo que es tener una vida vacía, el estar rodeado de muchas personas, pero al mismo tiempo, estar solo pero creo, que después será algo cotidiano en su vida al igual que lo es en la mía

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The secret of my life.Where stories live. Discover now