♥ Mes Suuji ♥

Día 29 (Mafia)

Cuando el sonido de un disparo sonó y el cuerpo de Jyushimatsu terminó en el suelo, Ichimatsu no supo qué hacer. Eran segundos los que pasaban, pero segundos valiosos.

Mientras Osomatsu disparaba al sujeto que le había dado a Jyushi en el pecho, Karamatsu se ponía delante del quinto hermano defendiendo el flanco que había dejado descubierto y cuidando que ninguno de esos imbéciles se acercara al menor. Todomatsu llegaba justo en ese momento con el auto para recogerlos y Choromatsu se había inclinado sobre el de camisa amarilla mientras revisaba las heridas.

-¡ICHIMATSU REACCIONA!- Gritó el tercer hermano viendo como el morado se había quedado estático mirándolo con una de sus granadas en la mano. -Si no vas a ayudar entonces no estorbes.- Dijo dándole la espalda y recién la mente del cuarto hermano hizo un clic. Se arrodilló frente al menor y con cuidado ayudó a Choro para levantar al quinto y subirlo al auto. Una vez cerca Todomatsu abrió la puerta de la limusina y preguntó por lo que había ocurrido. En los asientos delanteros subieron los dos mayores mientras Osomatsu conducía, Karamatsu disparaba a sus perseguidores.

En la parte de atrás Todomatsu sacaba su cabeza por la ventanilla de arriba y con ayuda de su bazooka apuntaba en dirección a los contrincantes.

Dentro del móvil el tercer hermano había abierto la camisa ensangrentada y estaba revisando el pecho del menor. Ichimatsu pudo ver dos heridas de bala, la primera era en su hombro y tenía un orificio de salida. La segunda era cercana al centro de su pecho, pero no veía señales de que la bala hubiera salido.

-¡Ichimatsu!- Gritó nuevamente el mayor mientras lo jaloneaba. -Escúchame atentamente, quiero que presiones esto sobre el hombro de Jyushimatsu, yo voy a sacar la bala del pecho de Jyushi y cuando lo haga debes presionar esta otra gass sobre la abertura cuando la veas.- En sus manos tenía dos gasas limpias. Y se las entregó, luego sacó un par de guantes quirúrgicos y se los puso, de allí tomó una jeringa con un líquido que no supo reconocer y la inyectó en el brazo del menor.

-Es anestesia, ayudará a que no le duela tanto. Pero no podemos esperar mucho para sacar la bala.- Seguido a eso tomó un par de pinzas, eran largas pero bastante delgadas. Lo suficiente para introducirlas por el agujero de la bala.

Choromatsu iba rápido pero delicado. Con cuidado introdujo el instrumento en la piel del menor y al cabo de unos segundos sacó el proyectil. Lo siguiente fue muy rápido, tapé la herida y Choromatsu dijo algo sobre que no había comprometido al corazón, pero que sus pulmones fallarían pronto si no teníamos prisa. En ese momento el auto paró en una gran frenada y Osomatsu abrió la puerta del auto. Cargó a Jyushimatsu como pudo y ambos corrieron dentro de la mansión a la sala de operaciones que tenían. Estuvieron horas dentro, Todomatsu entraba de vez en cuando llevando y trayendo cosas. Y la espera fuera era un infierno para el cuarto hermano. Karamatsu le había dicho que no se preocupara, que no se preocupara, que Jyushi era el más fuerte de los seis y que estaba en buenas manos, pero eso no era suficiente.

Hasta que después de unas 10 horas Choromatsu salió.

-Esta bien.- Dijo y luego siguió hablando de su estado, pero Ichimatsu no lo escuchó, él había corrido dentro de la sala a verlo, estaba dormido aún, pero ya no tenía esas horribles heridas y la sonrisa en su rostro había regresado. A los dos días cuando Jyushi despertó lo primero que hizo fue ver a su hermano mayor, le pareció un ángel y no pudo evitar decirle: -Te amo.-

Eso marcaba un nuevo inicio en la vida de Jyushi, en la vida de ambos.

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Espero que les guste el cap, lo escribí en una cola para entrar a un evento y pues sigo aquí y los días posteriores también estaré en el. Gracias por leer, mañana es el último día <3

Besos y abrazos!