♠BROTHERHOOD♠ |Zianourry|

Capitulo II. Sobre la marcha, no hay vuelta atrás.

Capitulo II. Sobre la marcha, no hay vuelta atrás.

Ya había andado bastante, el olor a abeto, pino y cedro se había instalado en sus fosas nasales, la oscuridad pintado los alrededores cuando escucho el crujir de hojas secas y ojos sobre sí. Alguien lo seguía.

Y no eran más los hombres que le seguían en Cheshire porque a ellos hacia un rato que los había dejado atrás. Trato de guardar la calma, respirar y virar a los lados pero, el miedo lo invadió hasta el tuétano cuando capto una, relativamente grande, figura que se escabullía entre las sombras de los arboles; un amenazador animal con un par de enormes ojos rojos gruñía acercándose, Louis se echó atrás formulando un plan, el que fuese para huir porque algo le decía que si no salía de ahí pronto las cosas irían muy mal, llámesele instinto.

<<Escúchalo... acaba de nacer. >> Casi cae de bruces cuando escucho la voz socarrona provenir, tan extraño como era, de su propia cabeza, lo raro era que él no lo había pensado.

<< ¿Cuántos años tiene?>> era una voz distinta que venia del mismo lugar.

<< No podría saberlo, pero ahora nos pertenece>> Y esa fue su señal de fuga, mando la fuerza que le quedaba a sus poderosas patas y arranco al lado opuesto de la enorme figura.

<< ¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando?>> se preguntaba Louis ya exasperado con la situación, su penetrante vista ayudo a que se deslizara con facilidad en la negruzca noche.

<< Corre muy rápido. >> Al oír esta vez la voz más cerca giro la cabeza encontrándose con no una de esas cosas siguiéndolo, sino con al menos cinco de ellos, todos babeando y gruñendo mientras le seguían el paso.

<< Basta por favor, basta. >> grito dentro de si cuando las voces aumentaron y le azoraron.

<< Si quieres que pare, detennos tú mismo. >> Aquello definitivamente era dirigido a él.

<< Llévenlo a la barranca. Allí lo acorralaremos. >> ordeno una voz autoritaria que por primera vez se alzó de entre todas, entonces cambio despavorido de dirección tratando de despistar a sus, hasta donde había entendido, captores.

El aliento de sus fauces se volvió blanco, presa de su miedo rogo una vez más por que le dejasen o al menos le explicaran pero todo era inútil, más y más voces aparecían y todas decían cosas acerca de él como si no estuviera, eso aumentaba ya de por si su nerviosismo y, cuando cruza un par de árboles y siente el viento impactar de lleno con su cuerpo nota que cayó en la trampa, está en la dichosa barranca con un puñado de lo que parecen perros enormes, aunque más grandes y amenazadores, con dientes de tigres y diversos colores, sus ojos son oscuros a excepción de aquel con las pupilas rojas, ya se siente muerto.

<< Anda, ¿no te vas a defender? >> está demasiado asustado y shockeado por los animales con gestos humanoides que le rodean, siempre pensó que las historias eran estupideces y ahora...

<< Es un cobarde, deberíamos de matarlo>.>

<< Eso si no se lanza del barranco. >>

Louis respira hondo, buscando sus sentimientos salvajes que ahora han desaparecido, da un paso hacia atrás y se descubre rogando al cielo por ayuda, al cielo o a quien sea.

Sus miedos se materializan al acoplarse en su pecho y salir a modo de aullido, poco impresionante y bastante flojo pero aun así hace sonreír a los lobos.

Lo siguiente ocurre tan rápido que Louis apenas lo procesa.

<< Son ellos>> escucha murmurar a alguien antes de ver como detrás de las bestias que lo tienen acorralado, sobre una columna, aparecen cuatro lobunas siluetas a la luz de la luna que no se demoran en avanzar y cernirse sobre los monstruos, algunos se separan y corren tras dos de los desconocidos mientras que los otros dos siguen avanzando dispuestas a atacar al resto, la confusión se hace evidente entre gruñidos desesperados y vulgaridades así como mordidas y Louis cree que no hay mejor momento para escapar, ya lo ha hecho muchas veces ese día y la verdad no le importa, y sí, se considera un cobarde.

Regresa como de rayo al bosque, e igualmente como de rayo alguien le pesca la pata de una mordida; aúlla de dolor tratando de liberarse pero parece inútil, de pronto su verdugo es tomado del lomo y lanzado a un lado, la escasa luz devela un par de ojos tan verdes y puros que a Louis le cuesta escuchar el: << Transfórmate>> que ha venido de su salvador. << ¡Transfórmate!>> vuelve a escuchar de la voz aterciopelada y ronca.

<< Es que no... sé cómo>> admite, escucha una maldición y enseguida una orden << ¡Corre!>> Y lo acata, no sabe porque o como pero cree que el de ojos verdes y los otros tres lobos que se les han unido lo rescataron de algo que le iba a doler mucho.

<< Ni que lo digas.>> dice una voz con asentó extraño, Louis esta tan aturdido por tantas voces en su cabeza con tan distintos acentos y tonos que decide dejar de pensar en ello y ocupar sus energías para sobrellevar el estar peleando por su vida.

<< Si no se transforma nos van a atrapar...>>

<< Coño, ¡Transfórmate! >> Pero aunque Louis reamente no sabe cómo hacerlo, comienza a sentirse un tanto aliviado porque ya no escucha las voces de los otros lobos y además le han sembrado la opción de "transformarse" espera que, en humano.

<< No lo sabe en verdad Harry. >> dice una nueva voz apacible que de pronto le trasmite calma, ahora los cinco corren cabeza a cabeza.

<< Piensa en... no sé, lo que sea pero piensa, joder >> el Tomlinson no está seguro de ello sin embargo decide achicar los ojos y recuerda la sangre, a Tommas tirado en el piso, a Tina llorando aterrada... <<No puta madre, en eso no>>

<< Si sobrevivimos a esto lo golpeare. >> Esa voz tiene un acento árabe, Louis lo reconoce por como arrastra las palabras.

<< ¡Hey, deja de divagar! ¿Cómo te llamas?>> Louis abre los ojos de par en par, ¿Quién era él?... no, no pudo olvidar su nombre solo....

<<Louis. >> Y sucede.

Su cuerpo sale desprendido muchos metros adelante debido a la velocidad que llevaba cuando era un lobo, piel semi bronceada y cabello castaño rojizo al natural puesto que ha perdido la ropa en el proceso y ahora está desnudo tirado sobre la tierra fría, sus ojos amenazan con cerrarse y antes de hacerlo puede ver a ya no cuatro monstruos sino a cuatro muchachos en su mismo estado, de a poco se levantan y se le acercan.

-Levántate, perro.

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