Fue Mi Error [EreMin]

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-Así que tú eres Arumin. El famoso Arumin. El que tanto problema causó a mi familia.-Se acercó defrente a mi él sujetó, obvio que es más alto que yo, posiblemente mide como 1.80. Su tez pues es color rosa, seguro por el sol, su cabello es corto corte estilo militar parece ser rubio ya que no parecía tener un color diferente y de ojos verde, su voz es muy fuerte seguro a de ser bueno para regañar, su vestimenta es de lo más común; sólo traía ropa de deportes como para inviernos color negro.

-Sí... sí soy yo...-Respondí con miedo. Rechino sus dientes apretando sus puños. Las dos señoras ya se habían retirado al igual que los otros que estaban despiertos.

-¿Sabes por qué estás aquí?.-Preguntó casi con una carcajada. Trague saliva sólo mirándolo sin saber que contestar, no puedo decir, "oh sí, seguro es por la falta de efectivo en mi casa y luego regresare a casa ¡obvio no!". -¿¡Sabes por qué!?.-Pegué un brinco apretando una de las maletas. Negué con la cabeza bajando la mirada.- ¡Porqué tus papis te vendieron para ganar dinero!...-
¿Qué?, es imposible ¿vender? son... son muchos términos
los que se les puede dar. - Sí pequeño, tú serás mi sirviente, y yo te daré lo que tus padres no te pudieron dar,  estudios y cosas materiales. ¡Por cierto..., parace firme!.- Me regaño al ver que queria tirarme al piso y llorar (imaginariamente), pero hice lo que pude para que no pasará.- ¡Mireme y no quieras lloriquear!.-Me regaño escuchandose el eco por toda la casa.

-¡Mis padres no pueden hacer eso!, ¡¡no caerían tan bajo!!, señor.- Intenté verlo molesto alzando la voz. Soltó un gruñido molestó, a unos rápidos pasos estiro su puño a mi rostro y golpeo mi mejilla con fuerza, perdí completamente la noción de todo. Nunca me habían golpeado así. Pase mis manos a mis mejillas tembloroso y con la respiración agitada llena de molestia pues no hice nada para merecer eso, desde luego no le agradó. Evite llorar mordiendo mi labio internamente mirando al piso, pero me dolió tanto el golpe que deje de morderme pues sentía un sabor casi metálico adentro de mi boca.

-¡A mi me respetas basura!. Aquí se hace lo que yo diga. Es mí casa y tú estás de colado para mi.- Se señaló a sí mismo resaltando sus venas de la frente y cuello. -Sube a tú habitación y enseguida bajas para que te eduque.- Asenti corriendo sólo para escapar de ahí.

Subí las escaleras del lado derecho con dificultad gracias a mis maletas, al subir vi varios cuadros muy hermosos de paisajes, y varias habitaciones cerradas. Abrí la primera puerta que era un armario pues tenía varias cosas.
Puerta 2 parecía estar llena de libros.
Puerta 3 llena de instrumentos musicales.
Puerta 4 parecía tener un mini cine, pues había una pantalla muy grande y varias sillas como un mini cine.
Puerta 5 casi una oficina.
Puerta 6 estaba vacía al igual que otras dos más.
Puerta 9 estaba una habitación regular, una cama, con sus muebles y todo eso, digna de una habitación o imitación de una, entre hasta el centro de está tenía una puerta y detrás de está un baño. Solté las cosas en medio de la habitación, abrí las cortinas blancas sin figuras, encontrando un gran árbol frente a la habitación. Tome las cosas y las metí con rapidez al armario. Salí de la habitación y baje como me lo ordenó ese señor.

Él estaba observando el techo, parecía tener una decoración la cual ignore, él mientras bebía una copa con un líquido rojo.

-Ya bajaste, te tardaste mucho. Bien niño siéntate.-Señaló el piso. Me senté arrodillado estilo japonés.-Bueno antes que nada soy ruso, tengo 29 años, si intentas matarme o escapar te golpeare tan fuerte pero sin dejar marcas delatadoras. Por si acaso.-Bebió un tragó y pareció saborear eso. - No buscaras a tus padres. ¿Y qué más puedo decir?, si necesitas dinero yo lo dejaré en una bolsa que estará en donde encontraste los instrumentos musicales. Y nada más, no quiero que repruebes, portate bien. Aquí se duerme temprano. Y ya, es todo por hoy, ¿preguntas?.-