Después volvió a la sala de urgencias para ver a Hermione, pero le hicieron entender que debía ir a la entrada principal. Allí consiguieron al fin a alguien que hablara su idioma y así poder entenderse con el portero y este comprobó que en efecto, Hermione Granger Potter estaba registrada en el hospital, pero que solo se permitían visitas los martes, de 9 a 4. Es decir, seis días después. Trato de ver al medico que hablaba castellano, a quien describió como a un negro con la cabeza pelada, pero nadie le hizo caso con tan poca descripción
Tranquilizado con la noticia de que Hermione estaba en el registro, volvió al lugar donde había dejado el coche y un agente de transito lo obligo a estacionarse dos cuadras más adelante, en una calle muy estrecha y del lado de los números impares, en la acera de enfrente había un edificio restaurado con un letrero "Hotel Nicole", tenia una sola estrella y una sala de recibo muy pequeña donde no había más que un sofá y viejo piano , pero el propietario de voz aflautada podía entenderse con los clientes en cualquier idioma a condición de que tuvieran con que pagar.
Harry se instalo con 11 maletas y 9 cajas de regalos en el único cuarto libre, el número 4, que era un pequeño lugar triangular en el noveno piso, a donde se llegaba sin aliento por una escalera en caracol que olía a espuma de coliflor hervida. Las paredes estaban forradas de cuadros tristes y por la única ventana no cabía nada más que la claridad turbia del patio interior, había una cama grande, un ropero grande, una silla simple, un bidé portátil y una canilla con una pequeña pileta, de modo que la única manera de estar dentro del cuarto era acostado en la cama, todo era peor que viejo, desmesurado, pero muy limpio y con un rastro de medicina reciente.
A Harry no le habría alcanzada la vida para descifrar los enigmas de ese mundo fundado en el talento de la cicatería, nunca entendió el misterio de la luz de la escalera que se apagaba antes de que él llegara a su piso, ni descubrió la manera de volver a encenderla. Se sentía tan desprotegido y solo que no lograba entender como pudo haber vivido alguna vez sin el amparo y cuidados de esposa.
Tan pronto como subió al cuarto la mañana del miércoles, se tiro boca abajo en la cama con el abrigo puesto pensando en la criatura de prodigio que continuaba desangrándose en la acera de enfrente y muy pronto sucumbía en un sueño tan natural que cuando despertó eran las cinco en el reloj, pero no pudo deducir si eran las cinco de la mañana o de la tarde, ni de que día de la semana era, ni de que ciudad de vidrios azotados por el viento estaba. Espero despierto en la cama, siempre pensando en Hermione, hasta comprobar que amanecía, entonces fue a desayunar a la misma cafetería del día anterior y allí supo que era jueves, había dejado de llover así que se recostó en el tronco de un árbol frente a la entrada de los médicos en el hospital, con la esperanza de ver al medico asiático que había internado a su esposa, pero no lo vio ni tampoco esa tarde después del almuerzo, que tuvo que desistir de la espera porque ya sobre las 7 de la tarde se estaba congelando, entro en el bar y se tomo otro café con huevos después de estar 48 horas comiendo lo mismo y en el mismo lugar, cuando volvió al hotel encontró su auto solo en la acera y todos los demás coches en la de enfrente y una multa en el parabrisas, pero el portero le explico como pudo que todos los días impares se estacionaba de un lado de la acera y los días pares de la contraria, a pesar de que cambio de lugar su auto seguía algo confundido por todas las extrañas normas que tenían en ese lugar.
Tantas artimañas racionalistas resultaban incomprensibles para un Potter Evans y pensó en que tan solo hacia dos años antes se había metido en un cine de barrio con el auto oficial del alcalde y había causado estragos y un susto de muerte a los policías impávidos, entendió menos todavía cuando el dueño del hotel le aconsejo que pagara la multa, pero que no cambiara el coche de lugar a esa hora, porque tendría que cambiarlo otra vez a la media noche.
Aquella madrugada por primera vez, no pensó solo en Hermione, sino que daba vueltas en su cama sin poder dormir, pensando en sus propias noches de pesadumbre en las cantinas del mercado público de Cartagena del Caribe, se acordaba de el sabor del pescado frito y el arroz de coco en las fondas del muelle donde atracaban las goletas de Aruba, se acordó de su casa con las paredes cubiertas de trinitaria, donde serían apenas las siete de la noche de ayer y vio a su padre con una pijama de seda leyendo el periódico en el fresco de la terraza.
Seacordó de su madre, de quien nunca se sabía dónde estaba a ninguna hora, sumadre apetitosa y lenguaraz, con un traje de domingo y una rosa en la orejadesde el atardecer, ahogándose de calor por el estorbo de sus telasesplendidas, una tarde cuando él tenia 7 años, había entrado de pronto en elcuarto de ella y la había sorprendido desnuda en la cama con uno de sus amantescasuales, aquel percance, del que nunca había hablado, estableció entre ellosuna relación de complicidad que era más útil que el amor. Sin embargo, él nofue consciente de eso, ni de tantas cosas terribles de su soledad de hijoúnico, hasta esa noche que se encontró dando vueltas en la cama de un hotelucho triste de París, sin nadie aquien contarle su infortunio y con una rabia feroz contra sí mismo porque no podía soportar las ganas de llorar.
Fue un insomnio provechoso, el viernes se levanto estropeado por la mala noche que había pasado , pero resuelto a definir su vida, se decidió a violentar la cerradura de su equipaje para cambiarse de ropa pues las claves de todas estas solo las sabia Hermione y recordó que también en su bolso estaban la mayor parte de su dinero y la libreta de teléfonos ya que él de memoria no los sabia, suspiro resignado y sonrió al darse cuanta de cuanto le hacia falta su esposa, en la cafetería de siempre se dio cuenta de que había aprendido a saludar en francés y a pedir sándwiches de jamón y queso y café con leche, también sabia que nunca le seria posible ordenar ni mantequilla ni huevos en ninguna forma, porque nunca aprendería a decirlo, pero la mantequilla la servían siempre con el pan y los huevos duros estaban a la vista en el aparador y se agarraban sin pedirlos, a demás al cabo de tres días el personal del servicio se había familiarizado con él y le ayudaban a explicarse, de modo que el viernes al almuerzo, mientras trataba de poner la cabeza en su puesto, ordeno un filete de ternera con papas fritas y una botella de vino, y se sintió tan bien que pidió una segunda botella de vino pero la bebió hasta la mitad y atravesó la calle con la resolución firme de meterse en el hospital por la fuerza.
No sabia con exactitud en donde se encontraba Hermione pero si tenia la imagen en su cabeza de el medico que la había ingresado y no descansaría hasta dar con él, tenia que ver a su esposa a como de lugar.
ESTÁS LEYENDO
TU RASTRO DE SANGRE EN LA NIEVE
FanfictionEsta historia es una de mis favorita de Gabriel Garcia Marquez y se lo mucho que a @cherrydenny le gustan las historias de Harry y Hermione así que es para ella y obviamente para todo el que la quiera leer. Hermosa historia de amor en tiempos muy di...