Parte sin título 3

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Cualquier otro se hubiera sentido mal por haber tenido sexo con un professor, pero la verdad es que yo me sentí verdaderamente bien. El hecho de humillar a Víctor me encantaba, y quería volverlo a intentar. Para mi fortuna no fue la última vez que tuvimos sexo, hubo muchas veces más, cada una más intensa que la anterior. Víctor puso de excusa que yo necesitaba clases particulares, mi madre había aceptado encantada. Por supuesto que teníamos clases, la primera hora era estudiar y la segunda hora era la de tener sexo. Duramos como tres meses así, por supuesto Víctor no había dicho nada ni al director ni a nadie, por mi parte estuve igual.

Sin embargo, un aspecto comenzó a cambiar, Víctor había dejado su gusto por humillar a los alumnos con frecuencia, y en cambio se volvió más abierto y amable, seguía humillando pero ya no en exceso. Por su parte se le veía bastante feliz, charlaba animadamente con los profesores y con algunas alumnas, y mi grupo volvió a recuperar un poco de su cariño. Yo a veces preguntaba ¿por qué estaba tan feliz? Debía ser que a lo mejor se había conseguido otro novio o quizás él estaba feliz porque teníamos.. !no! me dije, era imposible que Víctor sintiera algo por mí, nuestras secciones de sexo eran solamente para descargar frustración, yo con la presencia de Víctor y su actitud descarada y él para tratar de olvidar al inútil de su ex novio. Solo eso-. No entendía por qué trataba de convencerme a mí mismo de lo contrario, quizás en el fondo, tal vez yo. No, no, era poco probable. Eso es lo que yo hubiera creído pero una noche, todo cambió tanto para Víctor como para mí.

Ése día yo estaba haciendo la tarea de historia más preparando una exposición para mañana para la clase de literatura, tenía que salir bien, si no, mamá no me daría dinero para comprarme ese nuevo disco de Guns no roses que tanto quería. Además la información sobre Ernesto Sábato no salía, y su cuento el túnel de Ernesto Sábato era complicado de interpretar. Estaba tan concentrado en mis estudios que no observe que mi mamá tocaba la puerta. Ella me tuvo que llamar con un tono bastante fuerte.

- ¡Yurochka!

- ¿eh? ¿qué pasa?

- Tu maestro está aquí.

- ¿y qué es lo que quiere?

- Dijo que tenía algo que entregarte. Dijo mamá encogiéndose de hombros-.

Intenté rogarle a mamá que no lo dejará pasar pero al final, Víctor se mostró insistente, entró a mi cuarto con una sonrisa de oreja a oreja.

- Hola-. Saludó afectuosamente.

Solo pudo asentir, mamá nos sirvió a ambos unas tazas de chocolate caliente, y se retiró dándole una sonrisa amigable a Víctor a lo que él sonrió. Debo decir que tener a mi profesor sentado en el regazo de mi cámara, era bastante incómodo, sobre todo porque mi cuarto no era el más limpio y Potya estaba sentado sobre mi cama, lamiéndose la cara y con una actitud indiferente. Víctor lo miró juguetón.

- ¿te gustan los gatos?

- Mucho admití-.

- Lo noté, tienen mucho de tu personalidad.

- ¿y a ti?

- Soy más de perros. Tengo uno en casa llamado Makkachin, te caerá bien.

- No lo creo, no me gustan los perros.

- ¡oh! Podrías hacer una excepción. Dijo guiñándome el ojo.

Me sonroje pero mis ojos se mantuvieron fijos en los Víctor, quería que fuera directo al grano ese bastardo.

- ¿Qué quieres?

- Quería hablar contigo.

Esperé a que Víctor comenzará a hablar, parecía un tanto perturbado y un poco incómodo. Su belleza era más cautivadora que otras veces, parecía tierno, el hombre de cabellos peli-grises puso sus manos en forma de puños.

- Acabo de terminar mi relación con Yuri.

- ¿Quién? Pregunté.

- Yuri, el que era mi novio.

Para nada me gustó compartir nombre de pila con ese cretino, cada vez que recordaba su rostro me daban ganas de ir hasta donde él se encontraba y darle una bofetada, traté de disimular lo más que pude. Además Víctor tenía una expresión bastante triste era evidente de que lo había querido mucho.

- ¿por qué terminaron?

- Lo dejé muchas veces plantado en el altar-. Íbamos a casarnos en Finlandia, pero a última instancia yo no llegaba a la ceremonia o posponíamos el viaje. Decía que era demasiado pronto. Él se hartó.

- Parece que fue más listo. Dije con un tono desdeñoso. ¿por qué le dabas tantas vueltas?

- Quizás porque en el fondo no estaba enamorado de él. Dijo Víctor en un susurro.

- ¿no? Pregunté comprendiendo lo que Víctor había dicho.-. Aunque no sabía qué tenía que ver el rompimiento de mi profesor conmigo.

En cambio, Víctor se me quedó mirando y tomó con gentileza mi mano, después puso su mano enguantada en mi mejilla. Sentía el latir de mi corazón, pude sentir que en sus ojos de color azul, estaba yo, como si no hubiera nadie más, pero podría ser solo una ilusión. Víctor me dio un tierno beso en la comisura de los labios, los abrí y los dos nos abrazamos.

- ¿Qué fue eso? Pregunté.

- Pensaba que no me enamoraría nunca-. Dijo. Víctor-. Por eso te quiero hacer una propuesta Yurochka,

- No me casaré contigo-. Puntualicé, si eres capaz de dejar plantado en el altar a tu prometido, quién sabe lo que harías conmigo.

Víctor sonrió aunque con cierto aire triste, pero dio un suspiro.

- No, no es eso-. Además eres menor de edad. Me casaré contigo cuando llegué el momento justo.

- Bueno qué me quieres pedir.

- Seamos amantes.

- ¿Qué? Pero la escuela..se pueden enterar.

- Lo mantendremos en secreto.

- Pero ¿y mis padres?

- Podemos seguir con las clases particulares. Además necesitas el toffel para graduarte, yo puedo ayudarte con eso. Dijo guiñándome el ojo.

Por alguna extraño razón, desbordó sobre mí, un sentimiento de felicidad por lo que Víctor me acababa de decir, que fuésemos amantes. Sus ojos parecían bastante sinceros, algo me hacía sospechar que él me estaba diciendo la verdad, y que de verdad estaba dispuesto a poner en riesgo su carrera como profesor solo por mí, era algo que nunca sospeché que Víctor hiciera. Si él era capaz de hacer eso por alguien a quien decía amar, debía ser porque sus sentimientos eran sinceros, acepté su propuesta. El fin de semana Víctor me invitó a nuestra cita, nuestra primera cita como amantes oficialmente, esa vez que estuve en su casa ya no tuvimos sexo sino que hicimos el amor. Él cambio, y se volvió cálido, yo cambié y me volví expresivo. No sabía cuánto tiempo iba a durar nuestro engaño, pero estaba dispuesto a aceptarlo, después de todo Víctor me pertenecía, y yo a él. 

Ésta historia de carácter corto es para el #RussianWeekend, se me ocurría mientras escuchaba la canción de Taylor Swit, You belong with me, y leía un fanfic Victurio. Quiero aclarar que a diferencia de Fiesta brava, éste no es un songfic, sino una historia corta,  como yo tomó clases de diálogo de inglés los domingos, se me ocurrió escribir  éste fic sobre la relación profesor-alumno que tanto me gusta. Solo pido que lo disfruten, je, je, espero que mi inglés esté bien. Saludos. 

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2017 ⏰

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You belong with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora