Capítulo 3

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Mañana se suspenden las clases en toda la ciudad por el frío.
Los colegios de Trapper's City quedan clausuradas por falta de calefacción hasta nuevo aviso.

   En el grupo de los "Quintos" del colegio escribieron tanto que en una hora tenía más de mil mensajes de sus compañeros. Todos felices ¡Hasta Joaquín lo estaba!

   Eran las 6 de la tarde y ya le habían alegrado el día a Joaquín. "Voy a poder dormir toda la mañana", pensó este, "¡Voy a poder dormir todas las mañanas hasta nuevo aviso!", pensó de vuelta y alegre, pero solo dentro de él. Su cara no reaccionaba aún o solo quería festejar su felicidad internamente.

   Estaba en el living de su casa mirando las noticias al lado de su hermana, bueno, no al lado sino que estaban en el mismo sillón cada uno sentado en los dos extremos. No se soportaban estar juntos, aunque sea un metro.

-Te salvaste ¿Eh?- le dijo su hermana que estaba pegada a la pantalla de su celular.

-Y tú como siempre holgazaneando- le dijo Joaquín-. Como nunca haces nada no te haces problema.

-Sigue hablando- dijo su hermana-. Mañana empezaré con Leo a estudiar gastronomía.

-Ah sí- dijo Joaquín riendo. Eso ni un mismo idiota se lo creía-. Y yo voy a estudiar en el conservatorio "Beethoven".

-Es verdad- dijo su hermana segura de sus palabras-. Si no me crees pregúntale a mamá.

   No podía ser cierto, ya que estudiar gastronomía en Trapper era muy costoso, más costoso que el conservatorio Beethoven al cual Joaquín quería ir para estudiar piano.

   Se levantó del sillón y se fue a la cocina. Su madre estaba hablando con su padre algo bueno, porque los dos estaban sonriendo. ¿Estarán felices de tener un hijo músico? No, era imposible.

-¿Es verdad?- preguntó Joaquín. Sonó desesperado, como si le hubieran dicho que sus padres descubrieron una mina de oro.

   Su padre lo vio serio. Tenía en su mano una taza de café y el periodico frente a la mesada de la cocina. Su madre estaba cocinando algo que olía bien.

-¿De que no hay clases hasta nuevo aviso? Si, es verdad- dijo su madre sin verle la cara. Estaba mirando por la puerta del horno cómo iba lo que estabs horneando.

-No, eso no- dijo Joaquín aún más desesperado. El tono en que su hermana le dijo eso fue muy convincente-. De que la deserebrada de mi hermana va a estudiar gastronomía.

   Su padre miró sl piso y soltó una pequeña risa. ¿Era tan obvio que si hermana iba a estudiar, o que era tan obvio que su hermana era una deserebrada y no iba a estudiar? No lo entendió.

-Sí, es verdad- dijo su madre como si estuviera enojada. Se levantó porque esraba en cuclillas delante del horno-¿Algún problema con que tu hermaba estudie?

   Y si, lo había. Le iban a pagar un instituto tan caro solo para que la "Estúpida" aprenda a cocinar. Sintió una gran rabia como lo había sentido hace unos momento Gabriel, y no era por celos, bueno si, en parte eran celos pero más que todo era injusticia-Pero...- no supo qué decir-Pero... ¡Es carisimo!

   Su padre lo miró-¿Y?- preguntó este.

-¿Se lo vas a pagar tú?- preguntó su madre con un repasador en sus manso.

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⏰ Última actualización: Jun 02, 2017 ⏰

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