2.

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Y sus ojos se cerraron con fuerza esperando la embestida del castaño, sus brazos rodearon su torso desnudo con fuerza esperando su siguiente movimiento.

Los fuertes gemidos no hicieron esperarse por parte de ambos.

La espalda de la muchacha se arqueó dando varios jadeos mientras se movía de un lado a otro en la cama presionando con fuerza las sábanas.

El castaño trataba de tranquilizarla sujetando sus hombros y besando sus labios, aunque para él también era algo doloroso pues adentrarse en las paredes internas e íntimas de la rubia se volvía cada vez más estrecho.

Intentó introducirse un poco más pero parecía casi imposible, sentía que incluso ya llegaba al límite de la chica.

-A-Ahmhg... N-No... D-Dipper... Sa.. Sácalo.- Pidió la rubia tratando de empujarlo y alejarlo de ella.

-N-No... E-espera... Solo... Solo relájate.- Aconsejó el muchacho tratando de entrar completamente en ella moviéndose lentamente.

-No.. No puedo.- Se quejó. -Duele... A-ah... Ve más despacio.- Su cuerpo temblaba un poco y se estremecía más al sentirlo más profundo.

-S-si... Lo siento.- Nuevamente se recostó delicadamente sobre ella moviéndose suavemente mientras los dos soltaban varios gemidos ahogados.

Las uñas de la chica rasguñaban ligeramente su espalda mientras apoyaba su mentón en el hombro de éste.

-A-Ah... Mhgmn..- Sus jadeos se calmaron al acostumbrarse de a poco a las embestidas de él. Su agitada respiración resonaba en toda la amplia alcoba mientras trataba de estabilizarla.

El castaño se levantó ligeramente apoyándose a ambos costados de ella con las palmas de sus manos sobre la cama viéndola directamente a sus azules orbes.

El rostro de la joven se hallaba completamente rojo dejando a un tomado pálido en comparación.

-Ya... ¿Ya no te duele mucho?.- Preguntó el apenado muchacho.

-No... No tanto. Creo... Que puedo acostumbrarme.- Respondió la rubia desviando su mirada a un costado.

-Bien...- Finalizó éste para levantarse ligeramente más y volver a introducirse un poco más en ella logrando sacarle varios gemidos, sin embargo, esta vez sin oírla quejarse, pues ahora sus jadeos eran de ligero placer que luego iría aumentando.

Continuó con aquel vaivén moviéndose sobre ella de adelante hacia atrás, sacándolo un poco para volver a introducirlo suavemente. Extrañamente empezaron a gustarle los gemidos y jadeos de la rubia tanto como aquel cosquilleo que sentía al entrar y salir de ella.

-A-Ah... Mhg.. ¡A-Ahmg! D-Dipper...- El blanquecino y suave cuerpo de la fémina se arqueaba constantemente mientras sus piernas rodeaban la cintura de su contrario.

Ambos lograron percibir como un líquido tibio se deslizaba tanto en los muslos de la joven como en el miembro del castaño, no obstante, estaban tan entretenidos en su juego que hicieron caso omiso a aquello.

-Mhg... H-hmng...- El muchacho iba cada vez más rápido, casi podía predecir que si aumentaba el ritmo tendría un poco más de placer.

Y así fue.

Justo cuando las piernas de Pacifica empezaban a temblar, él aumentó la velocidad en sus vaivenes volviendo su respiración más agitada y dejando escapar varios jadeos al pronto sentir un extraño y prolongado placer en todo su cuerpo denominado orgasmo.

Aquello tampoco pasó desapercibido para la chica, pues sintió como por el interior de su cuerpo se expandía una sensación de calor intensa causando que incrustara sus uñas en la espalda del castaño y jadeara con fuerza. -¡A-Ahmg!... Mhg... A-ah..-

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⏰ Última actualización: May 07, 2017 ⏰

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