-¿qué haces, Jyugo-kun? -preguntó el peliverde al pillar a su amigo inundado en sudor viendo un anime suyo en la televisión
-e-eh... -se levantó de golpe para luego cubrir la pantalla con su cuerpo y volvió a ver a su amigo- e-es que-e...
-¿Qué ves? -preguntó con curiosidad y sin esperar respuesta lo hizo de lado y vio el anime
Toradora. Miraba aquel episodio del día de San Valentín. El azabache tenía esperanzas de que aquello le ayudase a tener una idea de que darle a su amado ese día, pues las ideas se hacían cada vez más escazas. Y ya comenzaba a desesperarse, y el calor insoportable de ese día no ayudaba en nada. Aun asi, no saldría de la celda, que en esos momentos parecia mas horno que celda, hasta encontrar el obsequio de ese día
-¿ti-tienes algu-una idea de que le puedo dar a Uno? -preguntó por lo bajo, aun así, Nico logró escucharle
-para estos días de calor, hay solo una cosa que sube los ánimos -sonrió el recluso 25
~●~
-¿¡Cómo es eso posible!? -exclamó desesperado el azabache frente al cocinero de apariencia tenebrosa- debes wstar bromeando. Necesito solo un poco... ¿segurp que no tienes?
Aquel hombre, que alguna vez fue recluso, afirmó con la cabeza, provocando que el menor bufara, agradeció de mala gana y comenzó a caminar a la salida de la cocina, donde lo esperaba un guardia de celestes cabellos, quien había accedido a llevarlo a ese lugar
-¿encontraste lo que necesitabas? -preguntó el guardia
-no -respondió cortante- ha dicho que es lo ÚNICO que no tiene
-oh que pena, y más que con este calor les hubiera caído bien -habló decepcionado para luego volver a mirar al menor con una sonrisa- ¿sabes? Conozco a alguien en la prisión que tiene la maquina para hacer. Vamos, tal vez logramos convencerlo -dijo guiando al menor por el camino contrario a su celda
-y ¿quién tiene?
~●~
-¡¡TENGO CALOOOOR!! -se quejó el peliverde en el suelo de la celda
-no eres el único -respondió el de cabellos dorados que, en esta ocasión de vida o muerte, los tenía bien amarrados en un perfecto moño
-aaagh te maldigo cheeef -murmuró el mayor
Las quejas se detuvieron al escuchar como la puerta del lugar se abría. Las tres miradas se giraron y vieron al menor entrar con una hielera mediana em manos
-¿Qué traes allí? -preguntó Uno curioso
Antes de que el menor contestara, el recluso 69 aspiró con fuerza, pues sentía aquel olor tan gélido y sabroso
-es helado -sentenció Rock mientras un hilo de baba se le salía
Jyugo rió por ello para luego sentarse en medio de la habitación y sus amigos lo siguieron, formandp un círculo
El chico de grilletes abrió la nevera portátil para despues comenzar a repartirlo entre sus amigos. El primero Nico, a quien le dio helado de chocolate. El siguiente fue Rock, a quien le trajo un "banana split" tamaño FAMILIAR, aun asi, dudaba que con eso se llenara
Para finalizar, le sirvió un bowl con helado de vainilla bañado en jalea de fresa a Uno-gracias Jyugo -le sonrió Uno en representación de todos, pues se sabía que el azabache quería enamorar al rubio, aun así no se iba a olvodar de los demás
-Jyugo-kun -llamó el peliverde- ¿y tú helado?
-ah... -buscaba alguna excusa- n-no alcanzó para mi -sonrió nervioso
-te daría... -dijo Rock, tragando- de no ser porque y me lo acabé -rió apenado, y era verdad
Aquel plato tamaño familiar estaba limpio
-no creo que te guste el chocolate ¿o sí? -comentó Nico mostrando su helado
Jyugo negó. Después del incidente de chocolar de hace unos días, le había quitado el querer comer chocolate por un buen tiempo
-¡¡yo sí quiero!! -exclamó Rock acercandose a Nico para obtener más helado
Mientras se formaba una pequeña discusión entre ellos, Jyugo los observaba em silencio
-Jyugo -llamó Uno a su lado, el nombrado giró su cabeza para verle- abre la boca -ordenó alzando su cuchara con helado de vainilla en ella
-tranquilo, no qu-
-sí quieres, ahora, abre la trompa -interrumpió el rubio acercando un poco más la cuchara a los labios ajenos
Jyugo suspiró con una leve sonrisa. Sabía que aquella leve discusión no la ganaría. Abrió la boca y no espero mucho para llegar a sentir aquel sabor inundar su cavidad bucal. Era mucha la vainilla, por ello un poco se le escapó y recorrió parte de su mentón
Tragó con un poco de dificultad para luego volver a ver al rubio. Sentía sus mejillas arder por ello-¿quieres más? -preguntó el mayor con una mirada coqueta mientras acercaba su dedo al hilillo de helado que atravesaba el mentón ajeno para luego, con ese mismo dedo, limpiarlo y llevarselo a la boca
Las mejillas del menor se calentaron con más intensidad que antes y no apartaba la mirada.
-¡¡dejad sus homosexualidades para después!! -exclamó el recluso 69 con una sonrisa burlona
Ambos volvieron a la realidad y se separaron rápidamente, muy sonrojados
Uno sentía su corazón latir a mil por hora. No se creía aquello que había hecho. No lo pensó ni por un segundo, simplemente le salió. Sabía que eso no era normal en él. Solo había una cosa que podía explicar aquello
~●~
-¿¡y por qué tendría que hacer algo como eso!?
-porque si no, mi garganta y piel se secarán y quedaré feo
-bien, por ti lo haría, pero ¿él? ¿al recluso más emo?
-¡¡Kiji!!
-no no, tiene razón, la mujer fea tiene razón
-¿¡Cómo que mujer fea!?
-por favor calmense. Kiji, por favor, es solo para cinco reclusos
-entiendan que NO
-bien... vamos, número quince
-sería una lástima que alguien se robara la maquina...
~○~
-¿¡dónde está mi maldita maquina!?
Continuará
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Enamórame En Once Días - [1115]
Fanfiction"Te amo" Nunca esperó escuchar aquellas palabras de un hombre, mucho menos de su mejor amigo. Creyó que de una broma se trataba hasta ver como saladas lágrimas desbordaban aquellos hermosos ojos. Sus sentimientos no eran lo mismos, y no le mentiría...