El otro Yuri

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Amo a esta pareja mucho mucho, este fic tiene dos meses bajo candado y justo hoy verá la luz, espero que les guste mucho!!!


                                                                            

[...]

Yuri Plisetsky estaba realmente enfadado. Todo en su rostro denotaba su mala leche, incluso en esos ojos verdes que refulgían cual brasas ardientes. El ceño fruncido y las manos fuertemente apretadas sobre la mesa.

Pero él era el único en estar enfadado realmente, porque frente a él, a una distancia de metro y medio se encontraba Víctor Nikiforov.

Víctor es un alfa al igual que Yuri, un hombre de tez sumamente blanca, como todos los habitantes de Rusia, preciosos ojos de color azul hielo y cabellera platinada. Poseedor de un rostro de facciones finas y masculinas, de gestos serenos y manos afables que justo ahora sostienen los cubiertos con elegancia. Él es, en teoría, su padre. No biológico, su verdadero progenitor había muerto hace diez años, y Yuri no tiene buenos recuerdos suyos.

Pero de Víctor sí, porque el de mata platina llegó a su vida cuando la adolescencia de un alfa comenzaba a hacerse mayormente notoria.

Tendría trece años cuando ese altísimo hombre cruzó el umbral de su puerta del brazo de su hermosa madre. Lila Plisetsky, una omega bellísima, de ojos azules y cabellera rubia cedió ante el encanto arrasador de Nikiforov, para molestia de Yuri.

El alfa menor no tuvo reparo en hacerle notar a su madre lo mucho que odiaba a Víctor pese a nunca haberle tratado.

Para su pesar, Lila estaba necesitada de afecto y ciertamente su abuelo Nikolai exigía otra figura masculina en la vida de su hija para heredarla. Fue así como después de un año de noviazgo, Lila contrajo nupcias con el alfa de estúpida sonrisa.

La pareja engendró a una niña llamada Mila, pelirroja y de profundos ojos azules como los de su fallecida madre.

Lo único bueno que pudo haber obtenido de Víctor, porque en realidad Yuri no lo quería ni en lo más minimo. Le parecía una burla de alfa. Víctor tenía esa tendencia idiota de actuar despreocupado frente a los omegas que conocía en la calle, siempre amable y dispuesto.

Odiaba que ese sujeto haya parado en su familia de rimbombante apellido. Y sobre todo, odiaba que justo él se haya quedado a cargo de la custodia tanto suya como la de su pequeña hermanita omega.

Su abuelo pensó que lo mejor era que Víctor se hiciera cargo de ambos, aunque Yuri insistió en irse con él. No soportaba a ese hombre.

Por otro lado, Víctor sólo era víctima de un adolescente alfa con las hormonas al tope. Sabía que Yuri era difícil de trato, mas nunca pensó que ni por los casi cuatro años que llevaban de convivencia se llevarían medianamente bien.

Todo con el muchachito rubio era de gritos e insultos. Víctor realmente quería que todo marchara bien, porque pronto las cosas tomarían otro color.

- Lo que acabas de decir es una aberración. ¡Cómo puedes siquiera pensar que yo aceptaré eso!

Víctor resopló. Continuo engullendo su deliciosa cena, no echaría a perder los encantos de Lilia, la ama de llaves sólo porque el adolescente gruñía y vociferaba su molestia. Ya había hablado con Nikolai, el padre de su difunta esposa, sobre su decisión acerca de aquel asunto. Él sexagenario no pareció molesto por ello, por el contrario, instó a Víctor a continuar con su resolución.

Fruto prohibidoWhere stories live. Discover now