Capítulo 9

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Emily estrechó la mano de Donghae, guiandolo por casi toda la pista de baile hasta decidir un lugar preciso en donde empezar a moverse. Colocó los brazos sobre sus hombros y lo pegó a su cuerpo con paso lento, al compás de una melodía tranquila que amenizaba el ambiente. Entendió por qué había escogido aquel club para divertirse, la música era variada y no solo se centraba en los temas de moda de aquel país, la voz del presentador de una orquesta moderna golpeó el micrófono con rudeza, dando un llamado a todos los presentes y alentando la euforia esa noche.

---¡Gracias a todos por visitarnos el día de hoy! ¡Tenemos mucha música especial para ustedes!  –otra cosa llamativa, era que no hablaba italiano a diferencia de mucha gente. Manejaba a los asistentes en el idioma que ellos usaban- ¿Cuántas parejas hay aquí? ¡Quiero que hagan todo el ruido que puedan y me demuestren que están presentes! –Muchas personas hicieron ruido, afirmando su presencia en el lugar-

---¡Aquí! ¡Aquí! –gritó Emily como una loca. Donghae la miró confundido, seguramente el haber tomado de golpe la había puesto ebria tan rápido- ¡AQUÍ SEÑOR, AQUI!

---Entonces, tenemos una canción para todos enamorados –la ovación aumento, aparentemente el hombre era muy popular- ¡El que no baila no quiere a su pareja! -retó de forma jocosa, animando a iniciar con el revuelo-

---¡Vamos a bailar! ¡Vamos a Bailar! –Le gritó a Donghae- ¡OMG Quiero bailar!

---Emily, preciosa, estás algo ebria, me encantaría bailar contigo, pero no en este estado...

---Cállate Donghae, escucha, no importa si no sabes bailar, yo te guiaré –Le había dicho una vez lo mal que le iba el baile, ella se apenó por lo mucho que le encantaba ese pasatiempo, simplemente calló sin mostrar desconformidad-

>> Te juro que te siento, pequeña y delicada, y es un dulce narcótico maravilloso saber que me amas<<

La música suave y melodiosa llegó hasta sus oídos, Emily tomó su mano libre y la colocó sobre su cintura, ayudándolo a despertar del trance en el que había entrado antes de avisarle que la canción ya había iniciado. En cuanto menos lo esperó, la mocosa se inclinó hacia atrás dejando verle el cuello, imitando una pose histórica, parecida a las que hacían las doncellas para que el vampiro de los cuentos terroríficos las mordieran en la yugular y le extrajeran la sangre.

>> Y como en un reflejo, estas aquí en mi vida, es esa magia de tenerte cerca cuando me respiras<<

Se balanceó suave con mucha seguridad, crédula en todo momento de que los brazos fuertes de Donghae la sujetaban. Sorprendentemente él reaccionó bien ante el sensual movimiento y la mantuvo como se debía.

>>Tu cuerpo y mi cuerpo, así entrelazados, en un boca a boca, no queda un espacio. Mientras me cuelgo a tu cintura, y voy jugando justo a la locura <<

Las malditas canciones subliminales lo seguían a todos lados cada vez que se trataba de Emily, la letra era precisa y sincera, ayudándolo a imaginarse otras cuantas barbaridades más que podría hacerle cuando estuvieran reconciliados.

>>Quitémonos la ropa que nos viene bien, recórreme despacio por toda la piel y bésame, y bésame. Comámonos a besos, ven devórame, y bésame, y dime de tus labios que quieres volver, abrázame y bésame, amémonos despacio y luego... quédate<<

La canción era lenta, rica en lírica y lo suficientemente sugestiva con una gota de inocencia, como para transmitirle a Emily todo lo que sentía por ella. La mocosa había permanecido callada, desatada de todas las emociones que no quería sacar a flote cuando estaba cerca de él. Donghae, había olvidado todo y simplemente se había dedicado a moverse al ritmo de la melodía, encajando perfectamente entre ambos y coordinando los pasos con excelente facilidad.

Mi MocosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora