Universidad De Zorras

Capítulo 1

Sí, esto es muy cliché, me llamo Alice, tengo 18 años y mis padres son los típicos a los que nunca ves por casa por el trabajo, que tienen mucho dinero y quieren que su hija sea una princesita perfecta y su hijo un caballero bueno en los deportes.
Pues bien, mi hermano y yo les salimos mal.Yo no paro de meterme en problemas y solucionarlos a mi manera un poco desastrosa, como por ejemplo llenarle la mochila a Abbie de yogurt de fresa.Pero eso es solo un ejemplo de muchos, es más hace como 5 años que no veo a Abbie...que mal me caía.
Y bueno, mi hermano es demasiado torpe para ser verdad, por eso no se le han dado nunca muy bien los deportes y claro, normalmente me ayudaba con mis venganzas.
Mi hermano se llama Chris y tiene 20 años, lo que significa que está en el tercer año de universidad.
Universidad a la que me dirijo, llevo ya media hora metida en este estupido avión, porque no podía ser que la perfecta hija de los Johnson fuera a una universidad barata cerca de casa, claro que no, tenia que irse a una que estuviera bien lejos y fuera cara.
No me puedo ni imaginar a las zorras que me voy a encontrar ahí.
Cuando por fin llego veo a un estúpido con un cartel con mi nombre, sí, ese es mi hermano.Corro para abrazarle y el muy idiota hace que nos caigamos al suelo porque me abrazo con demasiada alegría.

-Creo que deberíamos levantarnos ya-Dijo Chris riéndose.
-Buena idea genio-respondí.

La verdad es que quería muchísimo a mi hermano y le había echado mucho de menos en todo este tiempo, ya que casi nunca veo a mis padres y cuando él se fue a la universidad, se fue la única compañía que tenía.

-Regla número 1, alejate de los chicos, no voy a permitir que ninguno te toque, regla número 2, no acabes en la cárcel por alguna de tus venganzas y regla número 3, intenta que no te quieran matar cuando vayas de odiosa-Dijo Chris riéndose, otra vez.
-Muy gracioso Chris, pero creo que me va a ir bien, bueno, en verdad no-Dije esto y me reí.

Chris me cogió las maletas y las metió en su coche para llevarme a la universidad.
Hemos llegado y solo veo chicas muy arregladas llenas de rosa, aunque me alivia porque veo alguna que otra chica normal.
-¿Tienes alguna idea de donde podría estar mi habitación?-le dije a mi hermano.
-Sí, bueno, te puedo acompañar pero es posible que muera si entro en el edificio de las chicas.
-¿Por qué?
-Puede ser que tenga algunas ex-novias un poco locas por ahí-dijo mi hermano rascándose la nuca.

No pude evitar reírme y le insistí para que me acompañara, no creo que le pase nada, ¿no?
Llegamos a lo que parecía mi pasillo, había varias habitaciones más y por fin encontramos la mía, abrí la puerta con la llave que me había dado el director y nada más hacerlo me salpicó refresco en la espalda.
Miré atrás y vi a mi hermano bañado en refresco, con una chica detrás que le gritaba cosas como:"Cerdo asqueroso, vete de aquí, no te quiero ni ver"
No pude evitar reírme, así que me despedí de mi hermano y le dije que fuera con cuidado.
Al entrar a mi habitación vi un cuarto con 2 literas y una habitación al lado que creo que era un baño.
Al parecer he sido la primera en llegar, así que elijo una cama de la parte alta de una litera y empiezo a sacar mis cosas de la maleta para meterlas en mi armario.
Cuando por fin termino escucho que alguien abre la puerta y veo a una chica castaña, con los ojos azules y gafas.
-¿Soy yo o hay refresco tirado delante de nuestra puerta?-Dijo la chica nueva.
Me reí y me presenté, resulta que se llama Diana y no es para nada una zorra, ¡yuju!
Diana eligió la litera de debajo de la mía y estuvimos hablando hasta que llegaron otras dos chicas discutiendo.
-Te estoy diciendo que los gatos van a dominar el mundo-dijo una pelirroja.
-Oh venga, callate, todos saben que van a dominarlo los chihuahuas-le contestó una morena.
Diana y yo no pudimos evitar reírnos, nos presentamos y resulta que son mejores amigas, la pelirroja se llama Ruth y la morena se llama Samantha, pero prefiere que le digamos Sam.

Sam y Ruth se pelearon por la cama de arriba hasta que decidieron decidirlo con piedra, papel o tijeras y ganó Ruth, a lo que hizo un baile de la victoria.