el chirrido de la puerta al abrirse se oye en la casa de los hemmings. un hombre de corbata azul y rayas blancas se adentra, el cabecilla del hogar ha llegado luego de días.
elizabeth pega un grito y de inmediato abraza a su esposo. en el suelo se encuentra el plumero que debido a la emoción ha salido disparado."¿cómo estuvo tu viaje?" la rubia pregunta con una inmensa sonrisa en los labios. los ojos le brillan.
"ya sabes, lo mismo de siempre. estoy cansado, cariño." le da un beso en la mejilla y deja su portafolios a un lado.
el joven el cual se encontraba en la planta de arriba escucha unas voces. baja los escalones con una suposición en mente y se detiene cerca del margen que abre hacia la sala. no se apresura a recibirlo. solamente se limita a ver a su madre, enfrente de aquel extraño al cual le llama papá.
"hay unos pasteles de limón en el horno y el periódico está en la mesilla."
luke ya ha visto esto antes. millones de veces. sabe lo que elizabeth hará después. le quitará su saco como la esposa abnegada que es y le tenderá una fría botella de cerveza. es como ver una película vieja en la que no le puedes advertir a la inocente acerca del villano.
la mujer hace exactamente lo previsto. le quita el saco como de costumbre, afloja un poco su corbata y desabotona unos cuantos botones, pero se detiene por un momento. sus ojos se posan en la tintura carmín en el cuello de la blanca camisa. ella está al tanto de todo, no obstante aún le duele. es caperucita roja queriendo estar en la boca del lobo.
"¿ocurre algo, eli?" andrew dice, cínico.
"no, todo está bien." vuelve a sonreír. pero esta vez es una sonrisa herida. "todo siempre está bien."
andrew no tiene por qué pensar nada al respecto. cruza sus piernas cuando se sienta en el sofá y mira el juego de baloncesto. no tiene ni idea, no tiene idea de nada.
la rubia le entrega la botella de corona helada y sin levantar la mirada se excusa al instante. pasa de largo al costado de su hijo dirigiéndose al baño. el aire le comienza a carecer y algo en el fondo del tabique le produce picazón.
la puerta es cerrada a golpe. todos lo han oído. seguidamente se oye otro cuando ella se pega a la madera y cae rendida en el suelo. ahora está sola. ya no tiene que pretender. ya no tiene que ser la madre y esposa perfecta. ya puede romperse.
en el bolsillo de su vestido floral guarda algo para estos momentos. lo saca y destapa la pequeña botella que nunca le falla. siente el ardor en su garganta cuando le da un sorbo y aquello le quema en lo más profundo de su cuerpo.
sujetándose del lavabo se pone de pie. en el espejo se mira sin poder reconocer a la mujer que con los años ha envejecido. la belleza y el respeto hacia ella ya no existen. desliza sus yemas por las arrugas de su rostro, las bolsas debajo de sus ojos y ahoga un grito. y entonces, un sentimiento de lástima se apodera de su pecho al observarse sollozando en silencio.
¿cómo pudo terminar así?
con el dorso de la mano se limpia cuidadosa las lágrimas y se retoca con el polvo compacto dentro del botiquín. la botella ya está a salvo dentro su bolsillo donde nadie la puede hallar. alisando su vestido ensaya su falsa sonrisa. y de pronto, alguien toca a la puerta.
"m-mamá, ¿te encuentras bien?"
"de vuelta al show, elizabeth." su propio reflejo le dice, y sabe que es hora de volver a jugar en la casa de muñecas.
~:~
corre el rumor que si dices tres veces "michael" el diablo aparecerá (*'▽'*)
dedicado a @arz_kill_penguin
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devil ✟ muke
Fanfiction"la mayor virtud del diablo es hacerte creer que no existe." || minúsculas intencionadas || no se aceptan adaptaciones ni plagios o si no i'll come for you bitch