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Elizabeth bajó del taxi, justo enfrente de un Starbucks, en Génova no existían estos y que orgullo sería que la gente de su barrio que tanto se metía con ella se enterara de que Elizabeth salió de aquel agujero negro y había logrado ir y conocer un Starbucks en Londres.
Al entrar se escucharon las típicas campanillas avisando que un cliente había llegado, Elizabeth aspiró sintiendo aquel olor a café y canela, y muchos recuerdos vinieron a su mente, su madre Cat amaba el café, cuando Elizabeth era pequeña y se levantaba podía sentir aquel olor a café y canela.
-Usted debe ser Elizabeth ¿o me equivoco?- Escuchó Elizabeth que le preguntaban, ella volteo y pudo ver a un señor con sobre peso, con el cabello teñido pero al que ya le hacían falta algunos retoques debido a algunas canas que ya se asomaban, usando zapatos de marca Berluti, negros, Elizabeth no logró distinguir la marca de su pantalón pero si la de su camisa "Columbia" al menos era un señor que gastaba su dinero para vestirse correctamente.
-Si soy yo, y usted debe ser el señor Josh Terney- Dijo Elizabeth.
-Así es, venga.- Dijo Josh y caminó hasta una mesa, Elizabeth no dudo en caminar atrás de él. -Pida lo que desee, yo pago- Dijo Josh.
-No se preocupe señor Terney, yo puedo pagar lo mio- dijo Elizabeth.
-Por favor solo digame Josh- Dijo Josh, bien porque a Elizabeth ya le estaba cansando tanta elegancia. -Bueno ¿y? ¿Que le trae a residir aquí? Porque en su cara se nota que usted no es de aquí- Dijo Josh, sonriendo amablemente
-Preferiría no hablar de eso- Dijo Elizabeth, se acerco una linda rubia de ojos grandes azules anotando el pedido.
-Yo quiero un Frapuccino ¿y usted Elizabeth?- Preguntó Josh.
-Un Capuccino por favor- Dijo Elizabeth, la muchacha se retiró.
-Bueno vinimos por algo, la casa consta de un cuarto, un baño...- Mientras el señor hablaba Elizabeth notó sus desagradables dientes amarillentos- ¿Está usted de acuerdo?
-Eh, si- Dijo elizabeth con pena, por criticarlo no pudo escuchar.
-Son 150$ mensual, está mas que bien- Dijo Josh, pero Elizabeth no sabia como era la casa debido a que no escuchó, la rubia llegó con los cafés y se fue. -Iré a pagar y nos vamos a la casa para que usted pueda verla- Dijo Josh, Elizabeth no estabas segura de poderlo pagar por mucho tiempo considerando que tenía que comprar su comida y algo de ropa, le alcanzarían mínimo como 2 meses pero tal vez para ese tiempo ella ya hubiera conseguido alguna manera de pagar.
Al montarse en el carro de Josh, Elizabeth se dio cuenta de que él era alguien de dinero.
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Elizabeth entró a la casa sorprendida, las paredes estaban pintadas de color granate y el piso era de cerámica negra en la sala habían unos muebles de caoba con cojines de color crema, en el comedor había una mesa de caoba con cuatro sillas de caoba también, al frente de éste había un enorme balcón con vista hacia el big ben, casi todo era de caoba incluyendo la cocina a diferencia que la pared de la cocina estaba pintada de un color crema.
Después de echarle un vistazo a la casa, Josh dejó a Elizabeth en el banco en para que retirara los 150$ para pagar el primer mes, Josh le dijo que dejaría pasar el deposito de alquiler y eso fue un alivio, luego de darle el dinero y firmar un contrato que él ya tenía listo desde hace tiempo dejó a Elizabeth en la casa, ella se despidió de él, cerró la puerta, salió corriendo y se lanzó en su cama ¡Demasiado cómodo para ser real! Elizabeth nunca imaginó escapar de casa y parar en algo tan bonito, ahora solo tenía que salir a comprar su comida y buscar algo para trabajar
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Elizabeth pidió al taxi que la llevara a un centro comercial donde hubiera un súper mercado, había pasado un día y lo único que comió fue un pastel en Starbucks en la mañana. Elizabeth se bajó del taxi luego de pagar y entró al centro comercial.
Elizabeth entró al súper mercado y escogió algunas cosas para cocinar y sobrevivir durante una o dos semanas, pagó y salió con las bolsas cuando iba caminando a la linea de taxi tropezó con alguien.
-Perdón- Dijo Elizabeth.
-¿Elizabeth?- Preguntó Josh, otra vez ese insoportable señor.
-Hola, Josh- Dijo deprisa.
-¿Quieres que te lleve?- Preguntó de nuevo.