cero

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Los parlantes retumbaban con fuerza en aquel bar-karaoke. Chicos y chicas bailaban en la pista con diversión y euforia. Una nueva canción de moda era bailada y cantada por todas las personas presente excepto por dos. Dos personas que muy pronto cruzarían sus caminos de alguna manera.

—Vamos, Hayden. Es tu momento.—Aquella chica gritó con entusiasmo  mientras trataba de poner a su mejor amiga de pie.

—Eso no es lo mío, Ash. Estoy bien, ve a divertirte.

—Como quieras.

Aquella chica solamente se quedó en su mesa terminando de beber la única copa que pediría esa noche, o eso era lo que ella pensaba. Hayden no era una chica de veintidós años promedio, desde hacia un par de años su vida rebelde llena de fiestas y bebidas había quedado atrás siendo sustituida por responsabilidades serias que no podía dejar de lado.

—¿Puedo sentarme contigo?.—Un chico alto de cabello despeinado se sentó a su lado antes de que ésta pudiese responder, le extendió sobre la mesa un mojito de moras.—Hola.

—Que tal.—Ambos estaban nerviosos por algún motivo. Él, porque esta era la primera vez que trataría de ligar en un bar. Ella, simplemente tenía sus razones muy claras.

Iniciar una conversación fue sencillo cuando se dieron cuenta de las cosas que tenían en común, comenzaron hablando sobre un par de buenas canciones que eran reproducidas en el área de karaoke y al avanzar su evidente estado de ebriedad causado por mojitos y bebidas amargas llenas de alcohol.

Ambos reían sin parar por su aparente borrachera, y fue entonces cuando una cosa pasó a otra y ambos terminaron toqueteándose dentro de una de las cabinas de los sanitarios antes de decidir salir a tropezones de aquel estable y llamar un taxi con la completa intención de dirigirse al hogar de aquel chico a concluir adecuadamente aquella noche.

—¿Cuál es tu nombre?.—Rió ella mientras trataba de deshacerse de su camisa. El chico no respondió hasta que se deshizo de los zapatos altos de la chica.

—Mi nombre es Shawn. ¿Cual es el tuyo, muñeca?

—Dejemoslo en muñeca. 

—Oh vamos, dime tu nombre.

—Hayden. Ahora cállate, trato de quitar tus pantalones.

¿Quien lo diría? Que de una noche de copas surgiría una buena relación. Pero eso no era todo, Hayden todavía tenía algo más que no podía seguir ocultando.

—Shawn.

—¿Sí?

—Tengo un hijo.

¡Oh cielos! Novelita corta con salseito y cosas buenas que la vida nos regala pues porque no.🙆😁 Esta novela contará con dos papacitos rikolinos🍑👅, uno ya lo tenemos asi que... ¿Cual será el otro🌚? Ustedes digan cual se queda. Bai. 

Daddy's Issues {Shawn Mendes Fan Fiction}*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora