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Epílogo: Lee Jeno

  Eres un tonto YoonOh, tanto antes como ahora. Yo te he perdonado hace bastante tiempo... desearía poder hablarte pero me has dejado en claro que no quieres que lo haga. Lo respetaré.

  Cuando rompimos me dolió mucho, sentí que no valía la pena, que había hecho algo mal pero más que nada sentí rencor hacia ti. ¿Por qué tuviste que ser tan cruel por tanto tiempo?

  Luego vino Mark, me cuidó y me ayudó a superarte. Fue tan amable que terminé enamorándome, me sentí estúpido. Pensaba que nadie tan amable y dulce podría amarme, yo no valía tanto. Pero estaba equivocado. Sufrí cuando se fue, me di cuenta de que lo amaba pero Mark no volvía. Pensé que me habían abandonado de vuelta.

  Después de que regresara se me confesó y felizmente lo acepté. Mientras nuestra relación avanzaba me daba cuenta de lo mal que estabas y me sentí culpable. Mientras yo me recomponía tu estabas roto y dolido. Los chicos estaban preocupados por ti y me contaron todo. Tu aún me amabas pero ya no era lo mismo.

  Lo lamenté mucho, se supone que te amaba con locura pero ahora ya no era así. Te estaba hiriendo y no me había dado cuenta hasta ahora. Cuando te fuiste ese día en el supermercado sentí que debía dejarte solo. Y creo que tuve razón.

  Ahora te veo superando tus sentimientos -que, déjame decirte, no son nada estúpidos- y mejorando tu estado de ánimo. Me alegro.

  Mark está a mi lado, quiere que te diga que él también está agradecido contigo, y que espera que puedas ser feliz como nosotros. Ambos te deseamos lo mejor YoonOh.

Se despide, Lee Jaeno.