Mi perdición

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Pov Luna

Eran las 11 am y mis ojos ardían cada vez que intentaba abrirlos, lo malo de los cortes de semana era el ir a clases luego. Suspire y como un flash recordé lo que había hecho con Matteo en aquel cuartito, me temblaba el cuerpo de solo pensarlo.

Flash Back 

Repentinamente estaba viendo las estrellas y caí rendida sobre la mesada al igual que Matteo, que cayó sobre mi débil cuerpo, abrazándose a mí. Comenzó a depositar pequeños besos en mi espalda y me estremeció.

_Deberíamos volver a la pista_ Susurré. Y él sonrió de costado.

_¿No quieres que nos quedemos aquí un rato más?_ Preguntó penetrándome con sus ojos. Yo miré hacia un costado, algo confundida mientras él acariciaba mi brazo.

_No. No quiero_ Respondí tajante. Él miró al suelo un segundo, quizá le había molestado mi actitud, pero al cabo de un segundo se recompuso y se levantó de mí acomodando su ropa. Hice lo mismo y al tratar de abrir la puerta chocamos nuestras manos en el picaporte. Nuestras miradas se cruzaron y ambos evadimos esa conexión, salimos del cuarto en direcciones diferentes como si nada hubiera sucedido...

Fin del Flash Back

Debería dejar de pensar en esto y simplemente ir a clases, las cosas van a seguir como siempre. Él va a seguir siendo un Don Juan y yo la chica sin dueño, no hay tanta vuelta para esto. Me recogí el pelo y me puse un pantalón corto de jean tiro alto, con una remera negra ajustada, fui hacia el baño para ponerme labial y ahí se encontraba Nina maquillándose.

_¿Tuviste acción anoche?_ Pregunté levantando las cejas. Ella hizo una mini sonrisa.

_No tuve acción pero si tuve una noche rarísima_ Confirmó. Yo fruncí el ceño_ Gastón me besó_ Musitó. Yo tapé mi boca ahogando un grito y ella largó una carcajada.

_¡Por fin amiga!_ Grité emocionada. Y ella negó con la cabeza rápidamente.

_No voy a salir con él. Él merece algo mejor_ Afirmó y siguió maquillándose. Yo sonreí, para mí que este chico la sacaría de su zona. 

_¿Y Ambar?_ Pregunté al notar que su puerta estaba abierta y ella no se encontraba.. Nina sonrió mordiendo su labio y yo la miré interrogativa.

_Ella nunca volvió y Simón tampoco_ Dijo moviendo sus cejas. Yo hice un bailecito de la victoria. Luego pinté mis labios y salí hacia la puerta para esperar a Nina. Y entonces un auto estacionado en frente me sorprendió, y más por que yo conocía ese auto. La ventanilla se bajó y el rostro de Matteo debajo de unos lentes aparecieron ante mí. Levanté una ceja.

_¿Me extrañaste?_ Dijo a modo galán. Yo mordí mi labio y me acerqué hacia él apoyándome en la ventana dándole la vista de mi escote, él sonrió con picardía. 

_Al parecer el que me extrañó fuiste vos, ya que estas en la puerta de mi casa_ Dije con una sonrisa burlona, el negó divertido y me abrió la puerta del acompañante_ No Matteo, quedé con Nina_ Suspire. El se acercó a mi cuello, dejando unos cuantos besos mojados y al llegar a mi oído susurró "Ella va a entender". Tomé su mentón girándolo hacia mi para dejarle un pequeño beso y luego rodee el auto para subirme y una vez dentro, el me sonrió con satisfacción. ¿Ah que vas a jugar ahora Balsano?. Estaba segura de que él iba a ser mi perdición.

Pov Matteo
_Te ves muy linda hoy_ Dije observándola de reojo. Ella mordió su labio mientras revoleaba los ojos.
_Siempre me veo linda querido_ Afirmó. Yo largue una risita ante su comentario_ ¿Y a donde vamos? Este no es el camino_ Dijo sabiamente yo seguí mirando hacia el frente, misterioso. Obviamente no la estaba llevando a clases, solo quería divertirme un poco más, me había despertado completamente excitado al recordar nuestras acciones en el cuartito. Ella me miró frunciendo el ceño.
_No seas tan desesperada. Ya lo vas a ver_ Solté, ella gruñó por lo bajo. Se veía tierna...
Al llegar al portón de mi casa ella levantó una ceja.
_¿Y esta mansión?_ Se giro hacia mi incrédula_ ¿Vos no vivís acá no?_ Preguntó a lo que yo asenti mostrándole las llaves. Entramos y Luna miraba todo con atención.
_¿Impresionada?_ Pregunte tomándola de la cintura. Ella agachó la mirada. Nunca la había visto hacer aquello.
_Totalmente_ Admitió_ Si hubieras visto mi antigua casa entenderías por qué_ Susurró. Yo tomé su mano.
_¿Y por que te fuiste de ahí?_ Pregunte inocente. Ella miró mi mano y luego me fulminó con sus ojos soltándose.
_¿Venimos a hablar de mi pasado o a tener sexo?_ Dijo con el ceño fruncido. Yo la mire confundido.
_Solo quería saber...
_ No necesito que te preocupes por mis cosas Matteo_ Afirmó. Revolee los ojos. Tenia razón por que me preocupaba por ella si solo éramos amigos sexuales. Volví a tomar su mano y la lleve a mi habitación. Una vez dentro la abrace por la espalda y comencé a besar su cuello, ella sonrió retorciéndose hacia todos lados. La gire hacia mi y la empuje hacia la cama, arrodillándome arriba de ella. Ella levantó una ceja agitada por mi brusquedad.
_ Tenes razón_ Susurre acercándome a sus labios_ Vinimos para esto_ Y acto seguido, abrí sus piernas apoyándola contra mi. Gimió y me recoste sobre ella besando su delicado cuello, succionando su piel, lleve mi mano hacia sus pechos apretandolos, el rostro extaciado de luna y sus pezones erectos a través de la remera, me volvieron loco, los mordi y ella se exaltó tomandome de los hombros y girándole con una fuerza inexplicable quedando encima de mi. Mordió su labio y se quitó la remera lentamente para levantar la mía y gatear sobre mi abdomen.
_Ahora el mando lo tengo yo_ Susurró con los ojos llenos de fuego. Tomo mi rostro y comenzó a besarme de esa manera tan apasionante como solo ella sabia hacer moviéndose encima de mí, quito mi remera por completo y comenzó a besar mi cuello bajando por mi abdomen hasta llegar a la tira del pantalón. La mire con atención, ansioso por lo que pudiera llegar a hacer. Ella sonrió lasciva y me los bajo dejando a la vista mi notable erección, lo tomo entre sus manos y comenzó. El calor de sus labios me volvía loco, sus ojos cerrados, sus manos, su lengua. Esta chica era mi perdición, la tome de la nuca atrayéndola hacia mí bajando su pantalón, ella suspiro al sentirme cerca de su intimidad.
_Lo necesito_ Susurré. Ella beso mis labios acomodándose para que entrara en ella y comenzó a moverse sobre mi aun besándome. No soltamos nuestros labios a menos que para respirar o soltar algún gemido, sus uñas quedaron clavadas en mi piel al igual que las mías en su pierna. Como un contrato de nuestros deseos.

Bad Bitches (Nina,Luna y Ambar) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora