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Esteban

-Camille - la llamé y era obvio que me había escuchado. A pesar del ruido sabía que me había escuchado y aún así seguía caminando - Camille por favor - le grité un poco más fuerte y más cerca. Me seguía ignorando y ya un poco cansado corrí hacia ella y la tomé por el brazo.

-SUELTAME - se volteó a verme y me gritó. La personas en el pasillo dejaron de hablar tan alto y ahora se escuchaban murmullos.

-Necesitamos hablar - le dije en voz baja.

-Yo no tengo nada de que hablar contigo- tomo un respiro y prosiguio -Mira, Esteban - volteó su cuerpo completamente y se colocó erguida frente a mi, levantó un poco su vista debido a mi altura - Me vuelves a tocar y te rompo la nariz. No me tienes que explicar nada, de hecho, nosotros nunca fuimos nada - Me miró descaradamente con sus ojos, los ojos de los que me enamoré. Luego vi sus labios y me abalance hacia ellos, en medio de todo el pasillo lleno de personas.

Si digo que ese beso duró más de 2 segundos mentiría. Colocó sus manos en mi pecho y se despegó de mi seguido de una cachetada y del calor profundo que sentí en la mejilla.

-Vuelves hacer eso y te vas arrepentir de haber nacido.

Vi como daba la vuelta y seguía caminando, yo solo me quede ahí observándola en mitad del todo el pasillo mientras todos observaban la escena.

¿Por que cada vez me gustaba más?

HeterocromiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora