Ɓαвιєɗ💰➵ ⓝⓖ.

CAP 1

—Hijo, quiero que conozcas a Kim Namjoon- dijo el señor Min, señalando al joven de pie frente a ellos-, será tu chófer a partir de ahora. 

El joven de cabello verde menta, piel bronceada y maravillosos hoyuelos, le brindó una sonrisa. Yoongi no entendía lo que estaba pasando, él estaba  completamente apto para conducir; tenía su licencia al día , y su vehículo había sido recién reparado. 

—¡Yo no pedí esto!- exclamó el castaño, señalando despectivamente a Namjoon.

Su padre, ignorando completamente el berrinche de Yoongi, se dirigió a Namjoon: -Toma, aquí tienes las llaves. Conduce con cuidado y hazte cargo de este desastre.-añadió  señalando al menor. Posteriormente se retiro, dejando a Yoongi y Namjoon completamente solos.   

—Vamos a llevarnos bien, ¿Si, Yoongi?

—Para tu información no necesito ningún chófer

 —Lo que tu digas.-respondió dándose media vuelta y entrando al vehículo, dejando a Yoongi parado en medio de la calle.

—Detente maldito bastardo.-gritó corriendo detrás del auto. Namjoon se detuvo, bajándose del auto y abriéndole la puerta trasera a Yoongi.

—Vas a aprender a respetarme.- Min se subió rodando los ojos, pero se sorprendió al recibir una nalgada del mayor.

El silencio abundaba en el auto, lo unico que podía oírse era el sonido del motor.

 —No me vuelvas a tocar  —espetó Yoongi con asco

 —Entonces tendrás que aprender a comportarte pendejo  —dijo Namjoon molesto, y pudo observar por el retrovisor a Yoongi hacer muecas de burla.

El mayor aceleró la velocidad del vehículo, por lo cual Yoongi se fue hacia adelante, golpeándose en la boca.

 —Ten más cuidado imbécil  —gritó el menor sobandose la boca

Namjoon hizo oidos sordos, sólo quería llegar rápido a casa y olvidarse de éste malcriado.

Yoongi bajó del auto hecho una furia, como odiaba a su chofer, era altanero, sin respeto y engreído. Además ni siquiera le había ayudado a bajar sus cosas. Estaba entrando a casa, cuando unas fuertes manos lo tomaron de los hombros y lo hicieron voltearse.

— Escucha, niño mimado, si no quieres salir perdiendo, será mejor que me respetes  — dijo sujetando al menor de su mentón  — ¿Entendido?

Yoongi tragó grueso, y asintió con miedo. Si bien nunca permitía a los demás el honor de quedarse con la última palabra, esta era una excepción, Namjoon lo intimidaba; era mucho más grande que él, musculoso y sobre todo prepotente.

 —Mañana, a las siete debes estar listo  — añadió antes de darse vuelta y tomar las llaves del auto del menor  — sino, te dejaré acá.

 —¡Espera! — exclamó Yoongi, susjentando con fuerza el brazo de Namjoon  — no puedes llevarte mi auto.

 —Claro que puedo.

 —No, es mío  — indicó cruzandose de brazos y haciendo puchero, como un niño.

 —Esta bien  — rió con arrogancia el mayor  —, quizás no me llevaré tu auto, pero si las llaves.

Entre risas, Namjoon se dio media vuelta y caminó hacia la puerta. Pero, nuevamente volvió a sentir las insistentes manos de Yoongi sobre su brazo derecho, y con un movimiento rápido le arrebató las llaves de la mano. Sonriendo con sorna, Yoongi le sacó la lengua y corrió por el gran salón de la casa. Namjoon tampoco espero mucho antes de echarse a correr, persiguiendo al menor.

Yoongi corrió escaleras arriba, seguido del mayor, pero en un mal movimiento, se resbaló y cerró sus ojos esperando el impacto duro contra el suelo, pero éste nunca llegó. En cambio, las manos de Namjoon lo sustuvo de la cintura, apegando su menudo cuerpo al de él, dejando sus labios a escasos centímetros. La mano del mayor recorrió la delgada cintura del castaño, haciéndolo estremecer.

 —Sólo necesito esto.

Por incercia, Yoongi cerró sus ojos, esperando que los gruesos labios de Namjoon atraparan los suyos.

 — tsk, ¿creíste que te iba a besar? — sonrió con burla Namjoon, quitándole las llaves de la mano — idiota — susurró en muy cerca de su oído y se alejó después de darle un apretón al trasero del menor.