CAP 2

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Se levantó quince minutos más tarde de lo planeado, de todos modos no importaba, luego se las arreglaría con Namjoon. Se despojó de su pijama y se metió bajo la tibia agua de la ducha, se tomó su tiempo para limpiar cada parte a la perfección, y también porque le agradaba la sensación del vapor y el agua caliente invadir su cuerpo. Deslizó la esponja con jabón a lo largo de su cintura, entonces lo recordó; Namjoon tocando cada tramo desde su espalda hasta su cadera, sintió un pequeño calorcillo en su estómago. Cómo fui tan idiota de creer que Namjoon me besaría, pensó Yoongi mientras dejaba que el agua cayera libre sobre su cuerpo.

Terminada su larga ducha, envolvió una toalla a su cadera y comenzó a alistar su ropa. De pronto la puerta se abrió, y el moreno se apoyó en el marco de esta.

—Creí haber dicho que debías estar listo a las siete — las mejillas del menor se encendieron violentamente, y lo peor es que el mayor no parecía importarle que Yoongi estuviese frente a el semi-desnudo — ¿Acaso quieres un castigo?

Yoongi quedó paralizado en su sitio, sin poder emitir ninguna palabra y tampoco reaccionar a los movimientos de Namjoon, el cual se acercaba a él, de manera peligrosa y dominante. Lo agarró por la cintura y recorrió su espalda, el tacto frío de la mano del mayor en su piel caliente lo hizo estremecer. Su diestra descendía por sus curvas hasta llegar a su formado trasero, el cuál solo se encontraba cubierto por una fina toalla, con sus grandes manos uno de sus glúteos, apretándolo. Yoongi no pudo contener un pequeño gemido que escapó de forma abrupta de sus labios. Cerró sus ojos esperando más el contacto ajeno, pero sólo pudo percibir una risa.

—No tengo todo el día, mocoso — añadió antes de salir de la habitación, dejando a Yoongi atónito en su lugar.

Namjoon tomó asiento en uno de los sofás de la gran casa de Yoongi, comenzó a leer en su celular un pdf sobre anatomía, debía entregar un ensayo el martes próximo y debido a sus trabajos de medio tiempo no había empezado, porque sí, aparte de servirle de chofer a Yoongi, también se mantenía dándole clases a los hijos de la vecina de lunes a viernes, antes de que sus clases nocturnas comenzarán.
Yoongi se estaba tardando bastante y Namjoon comenzababa desesperarse, pero prefirió guardar silencio y esperar al menor. De pronto, lo observó bajar las escaleras cabizbajo, apretando los tirantes de la mochila con fuerza.

—¿Tu crees que tengo toda la mañana? —profirió Namjoon sin levantarse de su asiento.

—No tengo ánimo para nada — respondió el menor en un tono bajo, Namjoon pudo notar que los ojos del menor se encontraban rojos, al igual que sus mejillas y nariz. Había estado llorando.

Subieron al auto en silencio, Yoongi, como de costumbre se sentó en los asientos traseros, y Namjoon se dedicaba a observarlo por el retrovisor de vez en cuando, y podía notar que el menor mordía su labio inferior intentando contener el llanto. Fue ahí donde desvió su camino, ya no lo llevaría al instituto, sino que le haría pasar una tarde agradable, o al menor ayudarlo a solucionar sus problemas.

— Kim, el instituto no es por ahí — mencionó el menor observando extrañado el lugar.

— Lo sé - Namjoon se encogió de hombros —supongo que no tienes ánimos de ir a clase, ¿no?

Yoongi sólo guardó silencio mientras miraba los lindos paisajes por los que recorrían.

Transcurrida una media hora, Namjoon detuvo el auto en medio de un bosque, entre los árboles podía vislumbrarse un lago de aguas cristalinas,   Yoongi bajó del auto algo tembloroso, no sabía las verdaderas intenciones de Namjoon y el comportamiento de éste lo intimidaba bastante.

— ¿No vendrás? — preguntó Namjoon. Yoongi asintió acercándose a él.

Ambos se sentaron en un banco de madera algo viejo que se encontraba en el lugar, mirando el reflejo del sol sobre el agua cristalina del lago. De pronto, Yoongi empezó a soltar pequeñas lágrimas, las cuales incrementaban a medida que transcurría el tiempo. Namjoon, con el corazón ablandado, lo abrazó, apegando su cabeza al hueco de su cuello.

—¿Quieres contarme? —preguntó, secándo las lágrimas del menor, pero luego estas eran reemplazadas por otras nuevas.

— Y-yo... no los soporto — exclamó Yoongi, tapando su boca para evitar que sus sollozos salieran. Namjoon no entendía muy bien, así que solo se dedicó a brindar suaves caricias a la espalda del pequeño.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

—El instituto — logró decir entre sollozos y balbuceos — ellos me odian — dijo antes de abrazar el cuello del mayor.

—Tranquilo, Yoongi, lograré solucionarlo.

Namjoon acomodó al menor en sus piernas, de manera que éste quedara sentado a horcajadas sobre él, con su cabeza apoyada en el hombro del mayor, quien lo tenía agarrado de la cintura, deslizando su diestra por el largo de la espalda.

Poco a poco, los sollozos de Yoongi fueron cesando, y comenzaba a cerrar sus ojitos lentamente. Namjoon pudo darse cuenta de que el menor estaba quedándose dormido, sonrió por inercia y depósito un beso suave en el blanco cuello del menor. Esto hizo sentir un sin fin de sensaciones en el interior de Yoongi, no podía descifrar ninguna de ellas, sólo supo que se sentía completamente en paz.

Ɓαвιєɗ💰➵ ⓝⓖ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora