-Sueltame Carlos, no debes estar aquí,- Gritaba a través de los gritos y quejas de las demás chicas, había vuelto a entrar al complejo de las chicas, pero esta ves con otra intención. Buscarme a la fuerza.
- No, eres muy agua fiestas, deberías aprender a disfrutar mas,- dijo riéndose, pues me llevada como si fuera un saco de papas sobre su hombro.
- Carlos ya basta, no quiero ir a ningún lado.- proteste
El no dijo nada y continuo caminando y haciendo oídos sordos a mis protestas y a las demás chicas. Para cuando llegamos a la planta baja me colocó en el suelo. Iba a dar la vuelta, pero Sofía no me dejó.
- Vamos Sámara se que la vamos a pasar bien.- Estaba molesta y cruzando los brazos por encina de mis pechos.- No me mires así, ya veo que res una amargada,- dijo imitando mis gestos corporales e hizo un puchero.
-Si, nos vamos a divertir Sámara,- dijo también imitando a su novia y hacer un puchero, lo que me dio gracia y sonreí, - ves, una sonrisa no hace daño.
- Si, Sámara , quiero que me acompañes,- debería con migo misma unos minutos, miré a mi alrededor y suspire.
-Supongo que no hará daño, Supongo- dije casi sin ánimos.
Carlos y Sofía gritaron un fuerte ¡SI¡ dando un salto con unas grandes sonrías en sus rostros. Sofía me da un abrazo repentino y se separa.
-Bueno, no tenemos nada que esperar, señoritas, pongamos no en marcha- dice Carlos. Me pasa un brazo por alrededor de mi cuello y el otro a su novia, y nos conduce hacia el estacionamiento.
-¿A donde vamos?- pregunto.
-A mi residencia- dice Carlos, dejándole algo confundida.
- No pertenece a ninguna fraternidad- aclara Sofía- O al departamento de los chicos.
Nos conduce hacia las afueras del campus: -¿Dondes está Jev?- Pregunta Sofía
-Estacionado, Donde siempre- contesta.
Sofía se suelta y sale casi que corriendo fuera del campus, se acerca a una camioneta Jeep azul oscuro donde se encontraba un chico recostado en la puerta del copiloto, fumando un cigarrillo. Sofía lo abrazo cuando llegó. El muchacho vestía de negro de pies a cabeza, una chaqueta de cuero negra, unos tejanos tejanos negros, y unos zapatos casuales negros, cuando estuvimos cerca, sentí su mirada repasarme de pies a cabeza.
-Llegamos- dijo Carlos.- Jev ella es Sámara- dijo presentando me al chico, El llevó se cigarro a la boca y succionó, para luego botar el humo.
-Ya lo se- se limitó a decir, por mi parte fundí mi ceño. ¿como que ya lo sabe?.
-Muy bien, entonces vámonos- dijo Sofía
El chico me miró a los ojos, eran los ojos mas hermosos que jamas alla visto, eran de un verde intenso, que a su ves me ponían los nervios de punta, El apartó la mirada botó al suelo lo que quedaba de cigarrillo y se separó de la puerta, la abrió y Carlos dispuso a caminar para tomar asiento, tero el chivo lo detuvo.
-Esta ves no, amigo,- me tendió la mano y con timidez la tomé, y monté en la camioneta hasta el lado del copiloto mientras Sofía ya estaba en el asiento trasero, que miró a Jev casi confundida por la avión de su amigo, Carlos, por otro lado sonrió y se montó al lado de su novia y besó su mejilla, ella lo miró y le dirigió una mirada acusadora.
Jev monta en el asiento del copiloto y entiende la camioneta para luego ponerla en marcha.
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Cando Llega OTOÑO
RomanceSámara es una chica de 18 años que acaba de salir del instituto, su vida es muy organizada, en sus agendas solo hay tiempo para los estudios. Todo en su vida era una rutina diaria... O al menos eso creía, para cuando llego a la universidad todo camb...