U n o U n i c o

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Sobre las nubes vuela la pequeña Cielo, llamada así porque su espalda hace una leve referencia al cielo estrellado por las noches.

La pequeña Cielo se ha puesto una capa y consigo sus botas impermeable contra lluvia para volar. Hace meses que Cielo acostumbra volar por las noches, y ella misma lo dijo: "Me gusta volar por las noches, así cuando paro a descansar sobre una montaña puedo voltear libremente mi rostro para ver las estrellas -que por cierto, mamá dice que son muy similares a el gran grupo de pecas en mi espalda-, mientras que el viento golpea mi cabello y lo hace volar hasta estamparse en mi cara dando un ligero cosquilleo".

Este día en especial me pare sobre mi balcón esperando que Cielo llegará a saludarme y así poder hablar, como se acostumbraba todas las noches desde que ella practicaba su vuelo en un descuido cayó sobre mi balcón estrepitosamente y se lastimo uno de sus brazos.

Cielo llego a la hora de siempre, pasando las 9 de la noche, se sentó frente a mi en el piso y la es escuché suspirar.

-Mamá me ha dicho que nos debemos mudar, nuestro vuelo está en juego en cuanto alguien se entere lo que pasa -dijo con una sonrisa triste.

-¿Lo vas a hacer? -vi como ella asentía con las mirada en el suelo- ¿me vas a extrañar? Di que sí porque yo lo haré.

-Te extrañaré más que a todo, pero volveré lo prometo

La abrace con lágrimas en los ojos. Al separarnos nos miramos a los ojos acercándonos poco a poco, nuestros labios rozaron, ella suspiro y finalmente nos besamos, no fue un beso muy cargado apenas y duró unos segundos el choque de bocas, apesar de eso fue especial, fue nuestro primer beso, el sello del trato.

Ví como ella se iba volando sobre las nubes para así perderse de mi vista.

Entre a mi habitación, me recosté en la cama y con lágrimas disparandose sin parar de mis ojos, dormí, dormí y temí no despertar como el padre de Cielo.

Eso sólo paso a los 10 años, se lo dije a mamá, la única que sabía del secreto, ella comprendió y me dejó llorar en su hombro. Ese día fue la última vez que vería a Cielo, o al menos eso pensaba.

El Único Relato De CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora