He necesitado recordar aquellos futuros egoistas que imaginabamos y tambien he soñado con volverte a tener. No te voy a mentir al decirte que añoro muchas rutinas que cumpliamos y al recordarlas, sentimientos se apoderan de mi como la pólvora haciéndome estremecer. No logro admitir que cada vez que me bebo un frappe de frutas del bosque me transporto a nuestras tardes de batido, paseo y cine y recordar el olor de tu risa acompasada con los latidos de ambos corazones, porque estos danzaban como uno. Mi sangre fluía aterciopelada cuando nuestras manos se tocaban y cuando nuestros ojos se cruzaban, estos temblaban. Tampoco quiero mentirte y hacerlo haría que mis cimientos como persona temblaran, así que sí, no voy a extrañar aquellas noches a oscuras en la habitación sabiendo que tu andabas con otras, ni tampoco aquellas marcas que dejabas en mi piel cada vez que la fiesta se torcía. Te amé, te amé como pocas y no supiste aprovecharlo y ahora estas tú y solamente tu.