Tardé aproximadamente 10 segundos en notar que Julia estaba mirándome. En ese insignificante lapso de tiempo, permanecí tirado en el suelo junto a la maceta rota. Me había ensuciado la ropa y me dolían las palmas de la mano con la que había intentado amortiguar el golpe.
Aquella noche mi hermana había ido de compras con mi madre para un baile que habría en la ciudad la próxima semana. Tener la casa para mí solo no ocurría a menudo, así que aquella tarde tenía que disfrutar y sentirme yo mismo.
Día tras día fingía frente a mis compañeros e incluso mis padres y dejaba de lado mi verdadera personalidad. Sólo en mi dormitorio y con la puerta trancada podía poner música, bailar y dejarme llevar por mis verdadera pasión. Así que, aquel día aproveche la tranquilidad de mi hogar, lleve mi reproductor de música al patio y estaba en medio de una coreografía bastante extraña de rap cuando de repente la adrenalina fue tan fuerte que rompí una maceta de un manotazo. Fue tan inesperado que del susto me caí al suelo...
Me estaba muriendo de la vergüenza y aún no era consciente de que Julia estaba ahí... hasta que escuche un carraspeo nervioso.
Y la ví.
Primero las medias oscuras, después la falda beige y el buzo negro... y por último su bonito rostro.
El pelo castaño por los hombros y con tanto volumen, los ojos almendrados y la expresión confundida.
-Mmm...- trate de decir algo pero no se me ocurría absolutamente nada.
Un año entero de nuestra vida, habíamos fingido no conocernos después de habernos contado todos nuestros secretos, pasar días y noches juntos y prometer siempre ser mejores amigos.Había roto nuestra promesa e ignorado a Julia durante todo un año y ahora ella me veía así... y yo no estaba preparado para esa situación tan extraña, y bastante cómica.
-Lamento haber entrado...- dijo ella- pero oí el ruido y pensé que quizás habría pasado algo malo. No es que esto no sea malo- señalo nerviosa la maceta- pero al menos nadie ha muerto.
Sí, así era Julia; tan directa y espontanea que daba risa. En ese momento, hacía mucha falta alguien así en mi vida.
Me reí apenas... y nerviosamente. Creo que eso la tomo desprevenida, pero acabo riendo conmigo.Me levante del suelo y sacudí la tierra de mi ropa mienteas oía el ruido de unas bolsas depositadas en el suelo .
-Permiso...- susurró Julia pasando al patio.
No pude contestar... no quería murmurar un "Claro, pasa" y fingir que todo estaba bien entre nosotros... que yo no era culpable de haber acabado nuestra amistad y que todo aquello era normal.
Porque no lo era, en absoluto.
Julia se arrodillo en el suelo y con su habitual delicadeza en las manos, tomo uno a uno los fragmentos de maceta esparcidos en el suelo. Los apilo en la palma de su mano izquierda mientras yo la miraba estupefacto, de pie. La situación era demasiado surreal. ¿Por qué no se me ocurría nada que decir?
- ...escuchas? - solo su última palabra me llegó a los oídos. Al parecer mientras yo pensaba que decir, a ella se le había ocurrido algo. Y yo estaba demasiado ensimismado para notarlo.
-¿Eh? - exclamé quizás demasiado fuerte a juzgar por su cara de sorpresa y ligera diversión - L-lo sien-to... ¿qué me decías? - pregunté intentando recuperar la "normalidad".
Julia sonrío divertida y esta vez fui yo quien se sorpendió. ¿Por qué actuaba tan natural? ¿Acaso le daba igual que hubiesemos dejado de hablar?
- Te estaba preguntando si me escuchabas, pero antes de esa pregunta de tan evidente respuesta te había preguntado si estabas preparandote para una competencia de destrozo de macetas... porque no creo que tu madre apruebe algo así.
Me tome menos de 10 segundos para pensar si debía reirme, contestarle o...
Julia río al no recibir respuesta y se levanto del suelo con los restos de la maceta aún en su mano y sin dejar de mirarme a los ojos, la extendió hacia mí.
-Bueno, si es que quieres dedicarte a destrozar macetas indefensas te espera una larga y prospera trayectoria - se burlo con una sonrisa, como si quisiese aclarar que no tenía mala intención... - Pero si acaso el baile es a lo que te quieres dedicar, practica en un lugar más espacioso. - Y dicho esto dejo los fragmentos en mi mano, camino hacia sus bolsas y con ellas en la mano siguio caminando hacia su casa.
Tardé 10 segundos en reparar en lo que había dicho, tirar lo que había quedado de la maceta al suelo, correr tras ella y detener sus pasos.
No podía permanecer en silencio esa vez. Tenía que hablar con ella.
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Mientras estés aquí
Fiksi PenggemarJulia fue la única amiga de Ho Seok cuando él era el chico nuevo. Ahora ellos ya no se hablan. Confiaban plenamente en el otro, pero ahora se evitan en la calle y ya no están en el mismo colegio. Quizás no sea sólo amistad lo que necesitan. ¿Cuántas...