Capitulo III

503 34 7
                                    

El viaje en la camioneta es más callado de lo que esperabas, enciendes el estéreo de la camioneta y suena Theme from An Endless Romance, sonríes ligeramente y sueltas un ligero suspiro. Greg te contó una vez la historia detrás de esta canción y porque era tan especial para ellos, fue cuando le pidió matrimonio a Rose.

Estas tan ensoñada que no te das cuenta de que Jaspe gruñe y aprieta el volante, se apresura apagar el sonido. Cuando lo hace se relaja y se recarga en el asiento.

No entiendes porque le molesta tanto y lo miras confundida, entonces recuerdas que durante el rato que conversaron no tuviste oportunidad de preguntar de donde se conocen todo y porque Jaspe es tan bien recibido en la casa. El anochecer avanza lentamente frente a ti, avanzando por las calles tranquilas de Ciudad Playa.

-Oye... - te animas a comenzar una conversación y esperas a que diga algo pero solo suelta un "mhm", piensas bien que es lo que vas a preguntar- ¿De dónde conoces a todos ello? - lo observas detenidamente para analizar su reacción.

-¿Qué? ¿te interesas en mí?- su tono de voz era igual al de siempre, ese tonito que te saca de quicio. Te parece que no desperdiciada una oportunidad para ser insoportable.

- En ti no, en ellos si- dices sin pensar dos veces. No puedes verlo pero Jaspe está realmente triste por eso, la conversación de antes lo tiene muy pensativo. Aun si le preguntaste no es que necesites saberlo con toda urgencia, solo tienes curiosidad.

-Rose y Amatista son mis hermanas, bueno medias hermanas y el resto... Ellas me presentaron a todas- estas muy sorprendida pero a la vez tiene sentido. Sientes que quiere dejar esa conversación ahí.

-¿En serio?, vaya, no tenía idea- entonces la duda que habías tenido tiempo atrás llega a tu mente y crees que sería el momento apropiado para preguntar- Entonces... ¿Cuál es tu nombre?

-¿Mmm? ¿Qué quieres decir?- Jaspe no aparta la vista del camino pero se tensa un poco

-Bueno sé que te dicen Jaspe, pero ¿cuál es tu nombre real? - la camioneta freno de golpe, el semáforo está en rojo. Jaspe aprovecha para voltearse a ti y se acerca lo más que puede.

-Me estas queriendo decir que en estos dos años, ¿No sabias cual era mi nombre?- trata de sonar serio y molesto. Lo logra y te sientes un poco mal pero solo un poco. Bajas la mirada pensando cómo responder.

- ¿Sera porque cada vez que nos vemos solo dices: Lapis mira mis músculos, Lapis todas las chicas quisieran que les rogara así, vamos al cine y luego al hotel, Lapis tu falda se vería muy bien en el piso de mi habitación blablablabla? - haces un voz más gruesa y boba, tratando de sonar como él.

-Oye - te interrumpe, el semáforo cambia a verde, vuelven al silencio incómodo. Durante dos calles no dicen nada, estas cursada de brazos mirando a la ventana pensando cuanto falta para llegar a tu departamento pero Jaspe toma una calle que no conduce al destino planeado. Se estaciona en un sitio de parquímetros.

-Por aquí no es- dices sin mirarlo, con voz suave casi cansada.

-Lo se, quiero llevarte a un lugar. ¿Puedo? – su voz también es suave y te extraña que hable así, sin gritar, sin ironía. No dices nada por un rato, suspiras, la distancia hasta tu departamento aun es larga y no te da flojera tener que caminar.

-Esta bien, pero que sea rápido- no dice nada solo arranca de nuevo.

Te lleva a un parque cercano, aun no anochece del todo, puedes ver como las nubes se colorean en tonos rosas y naranjas, el parque no está vacío y está muy buen iluminado. Es la primera vez que te paseas por ahí, se acercan a un puesto ambulante de crepas, te pregunta que sabor quieres y respondes mermelada de mora azul, que por suerte había y el paga sin dejarte oponerte. Con la comida en las manos se sientan en una banca bajo una farola. Comienzas a comer y la voz de Jaspe se roba tu atención. Lo escuchas mientras masticas.

-Mi nombre es Jaspe Quartz, tengo 21 años, mi madre murió hace 18 años, mi tío Yellow cuido de mí junto con su esposa Blue, crecí... -

-¿En serio tu nombre es Jaspe? – lo interrumpiste antes de que diga algo que los incomode.

-Es un tradición familiar poner nombres de piedras, gemas o como quieras decirles.

-woow- sueltas una carcajada algo estrepitosa- esa es una extraña tradición familiar-no te das cuenta de que estas riendo tan sonoramente frente a él.

-¿Y cómo explicas a Lapis Lazuli eh?- empuja con su brazo el tuyo sin ser brusco.

-Mis padres eran hippies, mi padre en lugar de darle un anillo de diamante a mi madre le pidió matrimonio con una Lapislázuli, supongo que les pareció buena idea en ese momento, llamarme así- te preguntas cómo pudiste decirle algo así tan facilmente.

-Me parece una buena idea, por... tus ojos. Realmente parecen un par de hermosas, brillantes, relucientes, preciosas Lapislázuli - te mira embobado pero puedes percibir un poco de honestidad, un toque de cariño, en su tono de voz. No te diste cuenta cuando se giraron para verse mejor.

-Gracias... pensé que Jaspe era por la piedra en tu argolla- muerdes la crepa y masticas saboreando la mora azul.

-Otra tradición familiar- dice con comida en su boca - a cada uno se nos da una piedra del tipo de nuestro nombre. Con el tiempo cada quien decide como portarla- lo detienes poniendo tu mano frente su cara.

-No mastiques y hables ¿sí?- se disculpa encogiéndose de hombros. Y le dices que continúe traga pesadamente y sigue.
-¿Has visto el piercing en el ombligo de Rose?, igual tiene un cuarzo rosa-

-Oh, sí lo he visto. Entonces es por eso.

-Aja, aunque decir tradición familiar es un poco limitante, son varias familias amigas que tiene esas costumbres.

-¿Así, como es eso?- estas más atenta a lo que dice que a tu bocadillo que poco a poco comienza a enfriarse.

-Pues Rubí y Zafiro son de otra familia, Perla igual... Es un asunto complicado- ríe un poco y te mira, le preguntas si siempre se ha llevado así con ella y te cuenta la anécdota de porque ella le odia tanto, ríen y sonríen hablando de otras trivialidades. Olvidas la hora, ya terminaron de comer y por casualidad miras el cielo notando que ya está entraba la noche.

-Me encantaría seguir esta charla pero debo llegar a casa- te levantas y sacudes tu falda.

-¿En serio te gustaría seguir hablando conmigo?- No sabes que responder, eso te toma por sorpresa, de repente el no parecían tan malo fue abierto contigo, parecía sincero y no había insinuado nada inapropiado pero solo fue por un momento así que debes ser más precavida.

-No lo se – lo miras un instante lo suficiente para ver su expresión casi suplicante pero igual volteas a otro lado luego sientes su mano tomar la tuya, su tacto es gentil, no la aprieta, solo la sostiene como si quisiera que no te fueras pero sin obligarte a quedarte. Acaricia con su pulgar el dorso de tu mano, eres por primera vez consiente de la diferencia de tamaños entre sus manos y las tuyas.

Abre y cierra su boca, parece que quiere decir algo pero no sabe cómo, se levanta sin soltar tu mano pero se inclina un poco para poder verte a los ojos.

-Yo... sé que no he hecho las cosas del mejor modo pero... en serio quisiera que me dieras una oportunidad- tu respiración es más rápida y sientes que tu corazón también se acelera. Respiras hondo y lo miras a los ojos.

-Lo pensaré- apartas tu mano y le das la espaldas- ahora llévame a mi edificio, todavía tienes que pasar a hacer un encargo ¿no?- tratas de distraerlo y parece que se había olvidado de eso.

-Oh oh cierto, bueno vamos- tira las envolturas en un cesto de basura y se encaminan a la camioneta.

Durante el viaje todo seguía en silencio, cuando al fin llegaron a la entrada del edificio donde vives, Jaspe te detiene y te pide tu numero de teléfono. Dudas, pero te rindes y se lo dictas, él lo escribe en su palma con una pluma que tomo de la guantera.

-Gracias- bajas de la camioneta y escuchas que te grita "descansa preciosa", te fastidia un poco pero por alguna razón te divierte.

Con un sentimiento de incertidumbre de como será su interacción ahora, entras y subes a tu departamento, ha sido un largo día.

Podrias Amarme [Jaspis] [AU][SU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora