Si nuestro destino era no estar juntos, doy gracias por regalarme un poco de tu historia.
Cuando nos conocimos creí que por fin había encontrado mi “destino”, creí que estábamos unidos por la misma fuerza del universo, y que nada seria capaz de separarnos, sé que esto suena demasiado cursi, pero es así como en ese momento me sentía, veía que los problemas simplemente no eran capaz de hacernos frente, que mal entendidos u otras situaciones que hubieran hecho trisas a cualquier relación normal pasaban a nosotros no nos hacían el menor de los daños, me sentía complementada y por primera vez protegida, y no dejaba de soñar con el futuro y de disfrutar ese delicioso presente.Creo que fue muy osada mi suposición de que no habría fuerza capaz de separar nuestros labios, pero sucedió, pasaron demasiadas cosas, algunas fuera de nuestra comprensión y capacidad para poder cambiarlas, dicen que el amor todo lo puede, pero hay cosas que simplemente un humano no puede controlar, nosotros que creímos que estaríamos juntos durante el resto de nuestras vidas estábamos frente un sinfín de situaciones que nos declaraban un punto de partida, y la paradoja más fuerte de nuestra relación llego a nuestras realidades.
os personas que se aman con todas las fuerzas de las que son capaces, estaban obligadas por situaciones más que nada ajeas a ellos a separarse, muy a nuestro pesar sabíamos que no teníamos opción, y cuando recién comenzamos nuestra historia juntos, dijimos que haríamos hasta lo imposible por estar juntos, pero que si en algún momento teníamos que separarnos, no nos haríamos el daño de tener una relación a distancia, porque duelen, porque son muy tristes, muy difíciles y por qué casi siempre terminan mal.Así los dos terminamos por separarnos, dejando un gran vacío en el otro, tragando saliva para no decir aquello que tanto queríamos o al menos lo que yo tanto quería decir, “quiero seguir contigo, quiero seguir perteneciéndote y que me pertenezcas, quiero hacer aquello que nunca quise, pero que ahora no me sale de la cabeza, quiero pedirte que continuemos a pesar de la distancia, porque a pesar de saber que puedo seguir mi vida sin ti, simplemente no quiero, prefiero sufrir el tormento de la distancia, el frío de las conversaciones por teléfono, el anhelo de tu regreso y a cambio ganar “la esperanza” de volver a estar juntos.
Perdóname por ir en contra de lo que acordamos, pero simplemente no quiero dejarme vencer, quiero explotar hasta mi último recurso por mantenerte en mi vida, porque si es nuestro destino no terminar juntos nuestros días lo aceptaré solo después de estar segura de haberlo intentado todo, porque definitivamente la nuestra es de esas historias que se agradecen a pesar del desenlace que puedan tener, te amo y quiero que luchemos hasta el último aliento por esta relación que sin dudarlo ni un segundo ha sido la mejor de mi vida.