Besos A Ryo [aoSakυ]

#1

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Habían terminado los horarios de clase y se dirigían a él salón de basket donde entrenaban diariamente, caminaban solos pues Satsuki tenía sus deberes de mánager y se fue antes que ellos dos.

Observo fijamente al escolta de su equipo, con ojos lascivos, como si una pantera estuviera apunto de casar a su presa; él chico de cabellos marrones se dio cuenta de como Daiki lo observaba, tratando de evitar los ojos de este miraba a cualquier lado, pero valla a donde valla, estos lo seguían.

—Ryou...—Llamó su atención él chico de piel morena y cabellos azules, este se acerco hasta la altura y lo observo fijamente. —Tienes lindos ojos...—

—¡A-Ah, g-gracias, Aomine-san! —Dijo él escolta con una sonrisa nerviosa y sus mejillas sonrojadas, de repente Daiki desvío la mirada hacía su cuello. —¿S-Sucede algo, Aomine-san? —

Cuando pudo reaccionar, tenía a Daiki mordiendo su cuello fuertemente, cuando este se alejo recién pudo largar su alarido de dolor, pero algo se lo impidió, los labios de Daiki pasaron de su cuello hasta sus labios.

Daiki lo besaba, de una manera al principió tierna y amable para luego pasar a una feroz y demandante, de repente sintió algo frío en su espalda, era la pared de él pasillo, Aomine lo besaba con ferozidad mientras que él era un manojo de nervios, agregando de que ahora estaba totalmente a su merced.

Daiki alzo sus piernas para que estas se enrollasen en su cintura, ahora más acceso a él tenía, pero Ryou no oponía resistencia, luchaba pero sus fuerzas no salían.

De un momento a otro, Daiki se alejo de él y lo bajó, se acercó nuevamente a su cuello y sorbió fuertemente.

—Luego seguimos...—susurró contra su oído él azulado.

Observó a Daiki detenidamente, este se alejo lentamente hacía él salón de entrenamiento y cuando entró ya no pudo divisarlo.

Se deslizó lentamente por la pared en la que, seguía, apollado, tapó su cara con sus manos estaba echó un tomate y no quería que nadie lo viera de esa manera, y ahora menos que recordó lo que Daiki dejó en su cuello.

—¡R-Ryou-chan, estas bien!—preguntó desesperadamente Momoi que llegaba a ese pasillo donde hace minutos, Daiki lo tenía empotrado apunto de comerlo, al llegar Momoi vio que se encontraba rojo y pensó que se trataba de fierbre, envió a Sakurai a la enfermería y este no opuso resistencia, no quería que sus compañeros vieran él “regalo” que Daiki había dejado en su cuello.

Lo único que sabe, es que mañana seguramente no podrá caminar.

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¡Y así abrimos esta sección de one-shots, darbbles, imágenes y más sobre esta hermosa, y no tan conocida, pareja, AoSaku!

Debo admitir, que no soy muy buena con esto pero... ¡Dare mi mejor esfuerzo!

¡Adios, los amo!