Capitulo 9.

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Antes de empezar,YO! Yo se que este capitulo sera relleno. Es al menos en lo que preparo el siguiente.
Y eso. VOLVÍ PERRAS!

Guillermo volvía a estar atado.

Volvía a ser la víctima.

Aún que esta vez no estaba solo, ya que tenía a Samuel a un lado.

Claro.. Un Samuel inconsciente.

El que lo había defendido cuanto pudo.

Lo miraba, entre la oscuridad y el miedo aun notaba tranquilizador observar a Samuel en su periodo de sueño.

Por otro lado, Alex ya se encontraba despierto y con la ira subida hasta el tope.

¿Lo habían dormido?

Una "Policia" había hecho tal cosa para dejar que se llevaran a Samuel y Guillermo.

Alejandro estaba en la estación de policía, junto a Luzu o lo que quedaba de el.

Los habían acusado de ser los secuestradores y posiblemente asesinos de dos mujeres.

La oficial era la que estaba levantando cargos sin razón.

Luzu no tenía fuerzas para defenderse y Alex hacia lo que podía para que tomaran sus palabras.

Samuel y Guillermo se encontraban en un cuarto obscuro y con solo una pequeña ventana por la cual entraba el aire y la luz suficiente para que no enloquecieran.

Y pensar que unos meses antes todo iba bien.

-Vegetta! ¡Macho!

Gritaba con ira el joven Guillermo, delante de el ordenador.
Solo llevaban un par de minutos grabando y esta era la tercera vez que mataban a Samuel, sólo por que este intentaba rescatar a un gato que a su parecer era "perfecto".

-Madre mía..

Decía el antes mencionado en un tono de desesperación, volvió a acercar a su jugador a aquel enemigo que tenía mucha mas resistencia que los dos juntos y antes de poder tocarlo con su espada de diamante, este le volvió a dar con una bola de fuego explosiva.

Guillermo transporto al chico a su lado y fue a ser le relevo, terminando con la vida de el enemigo y recuperando a el "gato cósmico perfecto".

-Toma crack..

Dijo este alegre, acercando a su jugador el cual tenía una cuerda y al animal atado a esta.

Pasaron un par de horas mas, entre la llamada de skipe, recolectar algunos materiales para la deforme casa de Guillermo y los chistes ridículos de Samuel, aquellas horas fueron las típicas en las cuales podrían decir que existía la magia de un par de chicos enamorados.

Haciendo lo que les gustaba y alado de la persona a la cual amaban.

La serenidad de el recuerdo inundo al más joven, provocándole lágrimas en sus tristes y achinados ojos.

-He visto esa mirada antes.

Dijo una voz con algún acento desconocido para el en esos instantes proveniente de algún rincón, saco a el hombre de su sentimental momento.

-Una mirada de saber que estas perdido, de ya no tener esperanzas por la libertad.

La voz que aparentaba ser femenina se hacia cada vez mas y mas fuerte conforme daba pasos adelante, en dirección a el.

-Sabes.. Esa mirada yo la veía al espejo día y noche.. Hasta que me canse y decidí cambiarla.

Una chica de cuanto mucho 17 años se arrodillo frente a Guillermo, le pareció sumamente atractiva pues independiente de su vestimenta, los rasgos y el acento que esta cargaba eran sin duda llamativos.

Una niña rusa.

Con ayuda de la poca luz que entraba desde la ventana el hombre la miro, quedándose perdido en la profundidad de sus ojos color celeste.

-Se que mi jefe no me permite hacer esto pero..

Dijo mordiendo su labio inferior, mirando a los ojos de su contrario.

-¿Quisieras acabar con esto?

Murmuro demostrándole una pequeña pero cálida sonrisa, sacando de la parte de atrás de su pantalón un arma que parecía bañada en oro pues su cubierta era dorada.

La sonrisa de la joven era falsa, junto a todas sus palabras ya que era parte de el plan hacer que este se quitara su propia vida.
No querían mancharse las manos mas de lo que las tenían ya.

-¿Me crees imbécil?

Preguntó el hombre en un tono ronco.

-Te creo inteligente..

Dijo esta, cambiando la dirección de su cuerpo y ahora poniendo su atención a el individuo de mayor edad y musculatura.

Alzo su arma y la posiciono frente al que se encontraba inconsciente, justo en su cuello.

La piel de el que tenía los rasgos chinos se erizo, mirando todo con una parálisis momentánea.

-No..

Lo único que logro salir de sus en túmidos labios.

La chica quito el seguro y se escuchó el ya conocido sonido que producía este.

Cambio la vista, ahora puesta en el aterrado Guillermo.

Alzo sus cejas oscuras y muy bien definidas al esperar próximas palabras.

-Por favor..

Soltó con suplica, intentado levantarse aunque las cadenas le impedían esa acción.

Olvide como se escribía una despedida y como se finalizaba algún capítulo.
Así que.. Hasta luego!

Miedo a las arañas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora