la extraña venda que desaparece y la libertad que se asoma

20 5 0
                                    

Han pasado varios años, años en los cuales el recuerdo del rechazo y maltrato se han visto involucrado de tantas maneras, sus sueños se transforman en pesadillas cada noche, sus días se convierten en pequeñas batallas de las cuales salir vivo es una hazaña, hazaña de la cual siempre sale lastimado un poco.

Un joven que a esta altura tiene 16 años,  un joven que pide perdón al cielo, un joven con un secreto que venda sus ojos a diarios, un joven que se arrepiente a diario por lo que es, un joven que ya sus ganas de luchar desaparecen un poco cada día.

¿Como aguantar el dolor de guardar silencio? ¿Como explico que su ser se esta desmoronando cada día? ¿Como hago para que entiendan que Henry está acabando consigo mismo?

"La luz de una verdad reveladora es brillante, pero nada se ve más luminoso que ver la verdad que guardabas ya expuesta, se siente fantástico ver esa luz, pues esa luz eres tú".

En su habitación Henry acostado pensando en tantas cosas, se formula una pregunta la cual fue respondida de inmediato por su subconsciente:

-¿Debo aceptar todo lo que hay en mí?

Como una ráfaga de aire que hace mover hasta el edificio más firme, así le vino esa respuesta:

-" No debes aceptar nada, no hay nada que aceptar, no eres un problema, eres una solución, no eres una causa perdida, eres la respuesta a muchas preguntas, tu no estas mal, no te lastimes tratando de ser quien no eres, ve, sal y defiéndete a uña y dientes. ¡Libérate!".

Sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas, una sonrisa empezó a dibujarse, una sonrisa de verdad, no esas falsas que estaba acostumbrado a proyectar al mundo, Henry por primera vez se dio cuenta que no era un problema, el era simplemente Henry.

-No soy malo, no soy una causa perdida, no soy un eslabón débil, solo soy yo, un adolescentes, solo soy diferente, y eso es lo que me hace especial.

Como un terremoto se levanta de su cama, sale de su cuarto y va hacia la puerta de afuera, respira profundo y la abre, ve como el cielo azul se mezcla con las nubes blancas, ve como el sol se impone desde lo más alto, Henry se siente feliz, ya entendió que lo que el creía su destino no era más que su prueba para entender que el era diferente, que era especial, volvió a sonreír y sin mas su venda, aquella venda que tapaba su visibilidad se cayó, esa mascara que escondía su verdadero rostro desapareció, el pequeño Henry al fin descubre su potencial.

-Soy Henry, y soy diferente y eso me hace feliz, durante años me golpearon, me humillaron, ahora entiendo que yo ayude a eso, no me defendí, no me percate que estaba bien ser como era, soy bajo, soy torpe, soy gay.

¡Gay!, lo dijo, lo asumió, por primera vez esa palabra sale de su boca, por primera vez ya no siente miedo, el gran secreto que estaba guardado dentro de si mismo ya salio a la luz, su más grane secreto al lo afronto y lo asumió, pues no había nada de malo que el siendo un chico, quisiera amar a otro chico.

camino por la calle observando a todos, por primera vez su cabeza no estaba mirando al suelo, sino que estaba tan alta que pareciera que observaba el cielo, no temía más, no sentía más miedo, el al final descubrió quien era, Henry nació de nuevo.

"Como el ave fénix que renace de sus cenizas, así muchos de nosotros renacemos, después de pensar y especular mucho sobre los acontecimientos del pasado nos ponemos a pensar y a veces nos damos cuenta de lo que realmente estamos destinado a hacer. ¿Henry realmente podrá ver su atardecer, ese atardecer que realmente es suyo y de nadie más?".

Hola, esta es la tercera parte de esta pequeña historia, dentro de poco subiré la cuarta y quinta ultima parte, espero que les guste de verdad, el final será algo que espero les conmueva y espero que lo que escribí los haga reflexionar en muchos aspectos.

 simplemente seamos felices...



Un tardío AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora