Jisung.

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Estoy muy feliz. Desde que fuimos a visitar a Taeyong hyung, Mark ha podido comprarme juguetes nuevos, también me lleva a comer a lugares donde hay juegos, aunque aveces me asustan por que me dan toques los juegos.  Igual hemos ido a la feria de la ciudad, él me compró dulces y un algodón de azúcar ¡enorme, el más grande del mundo!. 

Pero, han ocurrido cosas extrañas, cuando es de noche Mark se despierta y baja las escaleras con cuidado para que no me despierte, debería de saber que con solo levantarse o separarse un poco de mi hace que me despierte. Yo siempre me siento en las escaleras en donde pueda ver bien lo que hace Mark,  hyung pone bolsas con pasto, algo que parece sal. Hyung lo mete todo en cajas o en bolsas más pequeñas y así sale de casa. Yo regreso a la cama para volver a dormir, es un poco difícil pero después me quedo dormido hasta que Mark regresa. 

Al anochecer, Mark se volvió a levantar, me desperté casi al instante y voltee a verlo, tenía los ojos entre cerrados para que no se pudiera dar cuenta de que lo estaba observando. Era un poco difícil no ser descubierto, ya que se había quedado quieto por mucho tiempo viéndome "dormir"  se acercó más hasta que me vi obligado a cerrar los ojos lentamente. A pesar de no ver nada, podía sentir una mano pasar por mi cuerpo, la risa que traté de ocultar todo ese tiempo de solo observarlo por fin salió.

 —  ¡JISUNG! ¿no se supone que deberías de estar durmiendo? 

Me quedé callado, inflé mis mejillas y levanté los labios. —  Hyung.... usted debería de estar durmiendo... no intentando hacerme cosquillas en la noche —   saqué mi lengua y la hice rollito. 

—  Jisung, los niños pequeños deben de estar durmiendo a esta hora. 

—  No quiero dormir, tengo mucha energía, ¡no volveré a dormir nunca! Mark tiene cosas por contarme... 

  —  ¿Yo? ... ¿qué clase de cosas Jisung?   

— ¿Por qué Mark pone pasto y sal en cajas? El pasto va con las flores y la sal en los saleros, no en bolsas o cajas.

Mark se puso nervioso ¿por qué?, ¿hacía algo malo? — Jisung... son... regalos ...  

—  ¿Regalos? 

—  Si, algunas personas les gusta tener el pasto y la sal de esa forma...

—  Las personas son raras si piensan que el pasto y la sal se ven bien en bolsas... ¿cómo hacen para que sus jardines se vean lindos si está el pasto en una bolsa? ... Y ... ¿cómo hacen que la sal no salga de más si no es con un salero?. 

  —  Tal vez las personas hacen sus jardines en lugares pequeños porque en las ciudades es difícil tener pasto en el patio. Y quizá... ellos también toman la sal con tres dedos para que no salga de más de las bolsas.

—Cuando sea grande yo tendré un jardín normal y usaré saleros para echarle sal a mi comida. — Sonreí y volví a acurrucarme entre las sabanas, saqué una mano de ahí y tomé la muñeca de Mark. — Hyung... ¿hoy vas a salir? — él movió su cabeza diciendo que si — No tardes mucho Mark—  

—  No lo haré mi niño—  me dio un beso en la frente y me arropó para volver a dormir. 

A la mañana siguiente, ahí estaba Mark, me estaba abrazando fuerte, no quería separarme de él, me acerqué más a él, tanto que podía escuchar el latido de su corazón, eso hizo que me relajara y me volviera a dormir. No sé cuanto tiempo nos quedamos así. 

Mark me movió un poco para que despertara, me cargó y bajó las escaleras para que fuéramos a desayunar. 

  —  ¿Qué hay para desayunar? —  Mark me bajó y fui a sentarme a una silla. 

Hocus Pocus [MARKSUNG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora