La fiesta (Parte 2)

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Camino a casa me encuentro con Dina y una deliciosa comida esperando en la mesa.
Procedo a lavar mis manos, no sin antes cambiarme el uniforme y poner mi mochila en su sitio junto a mis cuadernos encima de la mesa para luego hacer mi tarea.

Como pensando en lo raro que es imaginar al director siendo amenazado por unos simples chicos que hace poco fueron estudiantes de esa misma institución del que él se encarga no sólo de ser representante de la institución, sino de también mantener la disciplina en todo el edificio.
Y me hace tratar de imaginar en como todo era antes de que ellos salgan del colegio, que nunca supe darme cuenta, pero por buenas intenciones; que se hallaban, por exagerar, recorriendo el mismo espacio del que yo me aprendí de memoria por andar con los ojos puestos en libros, ya sea escolares como por diversión.

Es sumamente extraño pensar en como una personas que pueden ser normales ante los ojos de todos pueden ejercer mas poder y miedo de lo que una mismísima película de terror puede intentar ocasionarte.

Y eso desde mi punto de vista está mal.
Más que mal, muy mal.
Debería haberle exigido a Valeria desde el primer momento que me ví involucrada en sus asuntos del que no quiero imaginar en el que estén envueltos; que si quería hacer algo malo que lo hiciera, pero que no me metiera en sus asuntos, y menos me junte con ese tipo de gente del que no persivo nada positivo o conveniente.

Mis padres llegan tarde, y les he dicho que quiero volver a salir con Valeria a una fiesta del que estoy invitada y es necesario asistir, me dijeron que eso no se conversa por teléfono.
Y más no les dije que por el bien de mi bienestar, pero les dije que era necesario.
Mi padre dijo por supuesto, pero siempre con cuidado y que no tomé más que dos vasos que sean comprados por mí o Valeria, mientras mi madre dijo que ya se me comenzó a hacer costumbre y no quiere que me vuelva una chica fiestera, malcriada y faltosa.Ambos en plena vía de teléfono se pusieron a discutir sobre ello, lo cual no me meto sino tendría más problemas de los que ya tengo, y decidieron conversaron en casa con calma y amor, como suelen decirme.

A pesar de ellos ser tan diferentes, no entiendo como se llevan y aman tan bien, que hasta ahora el criar a una hija única no les es problema.

Son maso menos las tres de la tarde, así que supongo, tengo tiempo.

Dina luego del almuerzo preparó un delicioso postre del cual no he parado de levantarme a revisar si ya estaba listo.Pero mis ganas de comerlo se esfumaron cuando dijo que necesitaba refrigerarse bien, y que estará listo para mañana en la mañana, por no decirme en plena madrugada para no levantarme y comerlo.
Aprovechando que mi entrenadora no vive conmigo.

Me senté por última vez en la silla a esperar a mis padres que dijeron que estarían aquí a las cuatro y quince.
Saco mi celular y para mi sorpresa tengo un mensaje de un número desconocido.

Imagino ya debes estar en casa de Kendra, dile que estoy enferma y no puedo ir.Ya avisé a Gerardo y él sabe todo como Kendra, disfruten la fiesta y bailen mucho.

No hay más.

No sé quién será pero imagino alguien del grupo, y creo, o al menos lo espero, sea una chica la que me ha escrito.

Queriendo respuestas comienzo a textear.

¿Debería estar allí?, no estoy enterada.¿Me podrías decir tu nombre?.

Lo envio y dejó el celular en la mesa, y al instante siento un mensaje llegar.
Eso sí es velocidad.
Abro de nuevo la mensajería y leo.

Aquí Nadia.Por supuesto que debes estar allá, hay una sorpresa allí del que debes enterarte.

Sin sentimientos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora