La Ciudad de Humo

28 8 1
                                    

A Gregory le escocieron los ojos. El aire es tan contaminado que la gente debe cubrirse la nariz y los ojos cuando se encuentran afuera de sus hogares o edificios. El promedio de vida en el mundo disminuyo  drásticamente el ultimo siglo. El cielo no tiene ya color mas que el de un tono polvoriento. No se puede ver mas allá del mismo alrededor porque la neblina esconde el entorno y una capa de humo gris oscuro flota todos los dias sobre la ciudad. El aroma común de Pran es parecido al del caucho quemado, pero este olor es aun mas ácido y repulsivo, tanto que quema la nariz.
Dentro de ella, en cualquier dirección puede verse solamente el monstruo de cemento, "La ciudad de humo". un niño puede girar la cabeza hacia arriba tanto hasta que su nuca toque su espalda y nunca veria el firmamemto, sino enormes pilares que se extienden hasta desvanecerse. Cada Rascacielos se encuentra tan densamente poblado que son cada uno pequeñas ciudades dentro de si y a lo lejos parecieran gigantes montañas de concreto y humanos como parasitos devorando su interior. Desde el edificio mas alto, si alguien subiera hasta el extremo mas arriba y en su azotea mirase al horizonte, veria que no hay ya mas naturaleza, solo un bosque de chimeneas industriales, una red de tuberias rodeando las inmensas fabricas que nunca descansan y no callan el ruido de sus turbinas y sus maquinas girando engranajes y  escupiendo incesantemente cada una de las miles de chimeneas nubes oscuras al cielo. De sus bocazas soplan masas espesas de amoniaco, metanol, dioxidos y demas sustancias mortales envenenando todo su alrededor. así se extiende el distrito industrial al igual que los rascacielos de Pran hasta que se desvanese en neblina gris.
Mientras Gregory caminaba a casa, deslizo el dedo por su antebrazo izquierdo y de la pulsera que llevaba en su muñeca se iluminó una pantalla holografica que brillaba de color azul. Todas las personas portaban en la muñeca su "Dispositivo Interactivo Personal", este pequeño aparato en forma de pulsera metalica con diminutos sensores y un lente para proyectar la pantalla permitía a su usuario realizar multiples acciones. Desde el Dispositivo Interactivo las personas pagaban sus cuentas, hacian giros bancarios, contrataban servicios, navegaban, podian trabajar, comunicarse, acceder  a redes sociales y hasta hacer las compras del supermecado.
En la interfaz brillante se mostraron muchas opciones, Gregory seleccionó con el dedo en el holograma donde decia "Realizar video conferencia". Otra ventana mas grande aparecio al frente de el, justo al frente de su rostro. Los hologramas aunque eran muy comunes, no podian proyectar muchos colores diferentes, por ello casi todos tenian este tono azulado.
Conexión establecida. Un rostro amigable se mostraba ocupando toda la pantalla.
-Gregory!! Gritó Sandy emocionada - Ya era hora de que llamaras, Grandote! -dijo con una enorme sonrisa.
Tenia hecha una colita de caballo, su pelo negro y sus cejas eran gruesas como la de su hermano.
Aun desde el holograma se podia admirar lo bonita que ella era.
-Cada vez que te veo pienso que te pareces tanto a mamá -Gregory guardaba una expresion de cariño- dime hermanita, tienes algun novio ya al que deba intimidar?.
-Ja!- Sandy exclamó - Con una gigante como tu ningún chico se me acerca, pero esta bien, no me alcanza la cabeza para muchachos, supongo que tu siempre seras el único hombre en mi vida, querido hermano.
Gregory se ruborizó. Desde niños el y Sandy guardaban una relación especial. Ella siempre le decia que era apuesto y que todas sus amigas suspiraban por su hermano mayor. -Que graciosa! Le respondió. -Siempre has sabido como ponerme incomodo. -dijo con una sonrisa.
-Te conozco demasiado Greg, hoy te noto diferente, pareces preocupado- dijo cambiando a un tono mas serio. -Qué hizo ahora ese cabezotas?
-Quién? Arwyn? El esta bien, el mundo podria arder en llamas y aun asi se lo tomaria con calma. -Gregory suspiró.
Desde la pantalla Sandy lo analizaba con la mirada.
-Y tu? Te lo tomas con todo con calma? Hermano, parece que hay algo que quieres decirme.
Gregory se detuvo. Tenia la mirada perdida, como si viera mas alla del holograma.
-Como se encuentra papá?- preguntó.
Sandy mostro una leve sonrisa. -Está mejorando.- respondió -Ayer se levanto de su silla y salio a dar un paseo, despues de dos años de no moverse de alli creo que es una buena señal. Yo tambien me encuentro mejor, aunque no puedo dejar de extrañar a mamá. Le llevo flores a su tumba cada 5 dias, o cada vez que tenga tiempo. Conseguí un trabajo a medio jornal despues de la escuela, soy secretaria en una de las fabricas de aqui. Me gusta mucho lo que hago y me dijeron que el proximo año cuando me gradue podria trabajar a tiempo y salario completo! -Dijo emocionada.- Lo ves, hermano. Todo siempre mejora, solo debes tener esperanza.
-Esperanza..- murmuro Gregory. Miro hacia el suelo por unos segundos, lanzo un suspiro y apreto los ojos. Finalmente levanto la cabeza y habló.
-Quiero irme de aqui... No hablo de volver a Oxtown, te extraño muchísimo hermana y que bueno que te encuentres feliz. Yo siempre confie en ti. Eres la niña mas inteligente que conozco.         -Dijo sonriendo.- Pero yo..- se tomo un respiro.- Yo siento que me ahogo. Quiero ir a ese planeta.. Ázbalan. -Gregory se exaltó.- No aguanto más este mundo sombrío. Siento que allá hay una oportunidad para mi, algo dentro de mi pide a gritos una aventura, para probarme a mi mismo, para construirme una historia y no morir como un simple Reciclador.
Gregory  noto que a Sandy se le escapaba una lágrima pero tambien sonreia
-Y que esperas, tonto! Exclamó -Yo sé que piensas que lo único que te ata soy yo y papá, pero no quieres decirmelo porque no quieres lastimarme. Te conozco demasiado bien, Greg, no tenias porque ocultarme lo que sientes. No te preocupes por mi, yo cuidaré muy bien del viejo. Me siento de maravilla, ya no estoy triste. En cambio tú.. debes buscar lo que anhelas. Escuché que ese planeta que explora la Confederacion es hermoso como hostil, pero se que tu estaras bien. -Sandy parecia llorar, pero continuó hablando. -No esperes mas tiempo, si lo haces tal vez te eches para atras. Tu siempre fuiste responsable y cuidaste de mi, pero es hora de que tomes tu vida y la disfrutes. Te amo hermano mio, siempre te guardaré en mi corazón.
Gregory se aguantaba las lagrimas. Las palabras de su hermana parecian muy maduras para su edad.
-Gracias, Sandy- habló con la voz cortada -En ti puedo escuchar a mamá. Lo haré! -dijo decidido -voy a enlistarme a los Exploradores Terrestres!
-Ve allá, campeón, yo hablaré con papá, estoy segura que lo entenderá. Cuidate mucho, Greg.
El miro una vez mas a sus ojos de su hermanita. -Te quiero, Sandy.- Se despidió y finalizó la conexión.
Tuvo que enjugarse una lagrima con la mano, volvio a deslizar el dedo sobre su brazalete metálico y se activó nuevamente su Dispositivo Interactivo. Selecciono la opción Realizar Transferencia Bancaria y escribió el nombre de su amigo, Arwyn Donnovan. Le depositó todos los ahorros que habia guardado trabajando en Pran y continuó caminando a casa. Pasados unos pocos minutos una parpadeó la lucesita azul en su muñeca que indicaba una llamada entrante. Gregory la contesto y escuchó una voz chillona.
-Greg! Me puedes explicar porque acaba de llegarme todo este dinero?- Exclamó Arwyn.
-Mas te vale que cuides bien de ella.- respondió Gregory -Si no lo haces cruzare la galaxia para estrangularte-
-Ah? Oh no. Tu y tus ideas locas. Hablaste con tu hermana? Qué fue lo que te dijo Sandy?
-Amigo mio, me voy de paseo por el espacio! Dijo alegre.
-Espera un poco Gregory! No me dejes solo aqui! Voy para tu apartamento ahora mismo, no te muevas de allí! - Arwyn colgo la llamada.
La puerta se deslizo cuando Gregory paso su tarjeta magnética por el panel de seguridad. Al mirar al interior de su habitación le pareció tan diminuta, a cada segundo que pasaba sentia que hacia lo correcto. Guardo en un bolso las muy pocas pertenencias que tenia, sabia que a los voluntarios se les entregaba todo el equipaje que irian a necesitar. Al salir del cuarto se encontro de golpe con Arwyn.
-Vine lo mas rapido que pude- dijo jadeando
-Ya tome mi decision- dijo Gregory -voy a partir ahora mismo, ven conmigo, amigo.
-Ya lo sé- le respondió Arwyn a la vez que se erguia.- Ya se que no podré hacerte cambiar de parecer, eres tan terco cuando te lo propones. Todo este tiempo hemos estado juntos pero ya te lo dije, esta vez no ire contigo, no estoy tan loco como tu. Pero aunque sea te acompañare a la estacion.
Llegaron los dos juntos a la estacion de la Confederacion. Desde afuera esta parecia inmensa. En el cielo se aparcaba la flota de pasajeros esperando para partir. Las gigantes naves calentaban sus motores y otras mucho mas pequeñas subian una detras de otra llevando a la gente desde la terminal.
Se detuvieron en la gran puerta de la estacion.
-Supongo que aqui nos despedimos.- dijo Arwyn. -Yo me encargaré de Sandy y todos los demas asuntos. Prometeme que no te vas a morir allá, tan lejos de casa.
Gregory le dio un largo abrazo a su fiel amigo. -Volvere algún dia, te lo prometo.
Entró al edificio y notó que habia gente por todos lados, algunos parecian cientificos, otros levantaban pesadas cajas de suministros con montacargas. Se acercó a una de las ventanillas que habian cerca de la entrada.
-Al aceptar este contrato la Confederación no se hace responsable de ningun accidente suyo y dado el caso de muerte fuera del planeta Tierra su cuerpo sera desechado.- Le dijo la recepcionista y Gregory firmó todos los documentos.- Muy bien! -Exclamó ella.    -Ahora usted pertenece a la Octava Division de Exploradores Terrestres!
Salió al hangar donde una de las naves pequeñas de carga estaba esperando. Al lado de ella habia un hombre uniformado sosteniendo una lista.
-Cual es su nombre completo?- Preguntó.
-Gregory Barsky.-
-Adelante por favor, la flota partira en media hora.- dijo el guardia.
Gregory se sento al lado de una mujer de piel oscura y la nave despego al breve instante.
Mientras la nave se acercaba volando a la gigantesca flota que se mantenia levitando a la distancia no pudo evitar mirar una vez mas por la ventanilla al lado de su asiento a la ciudad Pran.
La mujer lo miraba con curiosidad.
-Te sientes nervioso?- Le preguntó.
-No.- Respondió Gregory. -Me siento feliz.
Las naves de la flota espacial eran tan grandes que parecian estar estacionadas muy cerca una de la otra pero en realidad estaban separadas por un par de kilometros cada una.
Al acercarse a una de ellas una gran puerta de metal se abrio dejando escapar el fuerte brillo de las luces del hangar de carga. La pequeña nave ingreso por la compuerta y aterrizo dentro.
Luego de encontrar el dormitorio que le fue asignado y dejar sus pertenencias, Gregory se dirijió junto con todos los demas tripulantes a la cubierta principal para observar el despegue de la flota.
Era una sala muy grande con ventanales a los dos lados, detras de ellos la gente se apilaba para poder mirar aquel asombroso panorama.
Los poderosos motores del crucero rujian a toda potencia, los ingenierios corrian por todos lados haciendo las ultimas revisiones. En la proa se encontraba la cabina de mando donde el almirante daba ordenes precisas a todo su personal.
La nave giro unos pocos grados hacia arriba formando una pendiente que apuntaba al cielo y Gregory siento una leve sacudida.
Todos los demas cruceros hicieron lo mismo. De pronto una alarma parecida a una bocina se hizo escuchar por todo el interior de la nave anunciando que estaba todo listo para despegar.
Gregory que ya estaba pegado a uno de los ventanales miraba atonito aquel espectáculo, aquellas gigantescas naves de metal que se movian lentamente pero suave y flotaban en el aire como si tuvieran la ligereza de una pluma.
Con un gran estruendo al mismo tiempo todas las naves despegaron. Los propulsores aumentaron su potencia tanto que escupian una poderosa llama de fuego. Gregory penso en la cantidad de combustible que debian consumir solo para iniciar aquel despegue.
Los grandes cruzeros comenzaron a tomar velocidad. Aunque la nave se movia como si fuera muy ligera los propulsores parecian hacer bastante esfuerzo debido al sonido atronador que provocaban.
A medida que aumentaba su velocidad Gregory podia mirar como iba dibujandose la curvatura de la tierra. Desde tan alto podia mirar tan lejano horizonte y desde su perspectiva parecia que podia llegar allá tan fácilmente que de pronto sintió que su mundo era muy pequeño.
Otra sacudida esta vez mayor se produjo. Gregory y las demas personas se apartaron del ventanal para sostenerse del objeto mas próximo. La nave estaba apunto de atravesar la última capa atmosférica y se encontraba a su mayor potencia.
Un silencio repentino interrumpió y ahora la nave parecia encontrarse en plena quietud. La flota finalmente habia salido de la orbita terrestre y ahora estaba en curso a la estacion espacial de Vanaheim para hacer el salto luz.
Cuando Gregory solto el varandal del cual se sostuvo se giro nuevamente hacia la ventana. Se quedo mirando fijamente atravez del cristal. Sintió que nunca antes habia visto una belleza tan grande como la que tenia al frente. Desde niño el cielo para el fué una densa capa de humo color gris. Jamas habia visto el color naranja del sol que se levanta al amanecer ni las nubes viajando a gran velocidad, y ahora conmovido por el infinito lienzo pintado de brillo desparramado penso que nunca hubo en su vida un momento mas efímero que aquel, porque despues de haber vivido en la  muerta opacidad de su mundo, era la primera vez que Gregory veia la luz de las estrellas.


Ázbalan - La linterna del universoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora